Restaurant El Bosc — Restaurant in Alp

Domingo 9/9/18: nos invitaron a que la niña llorara fuera del local y entrara cuando no molestara a los demás clientes. Obviamente, nos fuimos sin comer!

Fuimos 10 personas a comer (entre ellas cuatro niños, una de un año). La atención de la camarera no era nada cordial, pero no le dimos más importancia. Pero poco después que nos pidieran lo que queríamos para comer y nos trajeran la bebida, la niña de un año empezó a llorar. Aproximadamente al medio minuto de lloros, mientras intentábamos consolarla sin éxito, se nos aproximó el cocinero (actuando como representante del restaurante) que nos pidió con buenas palabras que intentáramos consolar a la niña paseando por el exterior del recinto. Respondimos que estábamos intentando consolarla de las maneras que más habitualmente funcionan (¿quien conoce mejor a sus hijos que sus propios padres?). Pero el representante insistió en que lo intentáramos en el exterior. En ese momento decidimos abandonar el local no sin antes recriminar al responsable su actuación. Su única defensa era que él también era padre, aunque haber tenido hijos no significa ser padre si la situación vivida representa su concepto de niños pequeños.

Creemos que la situación vino motivada por la presión de los comensales de una mesa cercana con un poder adquisitivo visiblemente superior al nuestro, y con los que el represante del restaurante estaba charlando amistosamente en el momento que nosotros entramos al restaurante. En consecuencia, si la política de empresa es percibir a los niños como una molestia, y tratar a los clientes según su poder adquisitivo e amistad, estén seguros que nunca más voy a visitar este local o cualquiera relacionado con él. Y para todos los que os planteeis comer en este restaurante, que sepais lo que...

Per a que se sàpiga i per qui li pugui intersar:

Avui 2 d'octubre de 2021, hem anat amb la família a dinar al Restaurant El Bosc de La Molina (estació d'esquí de La Cerdanya). Ens porten la carta i veiem que està en idioma castellà. Educadament demanem si ens la poden donar en català, al que una empleada ens respón que l'acaben de fer nova i de moment només la tenen en castellà. Tot seguit el Sr. Agustí, persona que té la concessió d'explotació del restaurant, ens diu textualment " i si no us agrada a fora hi ha el bosc". Quedem perplexes, perquè no haviem fet cap comentari, ens havíem comportat educadament i fins i tot ens hauríem quedat igualment a dinar, però davant d'aquesta mostra de despreci d'aquest senyor vers uns clients, no podem fer altra cosa que aixecar-nos i marxar. Just abans d'arribar a la porta de sortida el Sr. Agustí ens crida des del mig del passadís: " Arriba Espanya". No calen més comentaris. Només observar que aquest individu, a mes de la concesió del restaurant també porta el Self Service. Prenem-ne nota els qui estimem el nostre país, i actuem segons ens dicti la consciència. N'he informat a la direcció de l'estació (no oblidem que és propietat de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya), ho he explicat a Instagram, al Facebook, i ho passaré a la Plataforma...

Caro no, lo siguiente. Agua 3 euros, cervezas 3 euros, postres 6 euros, bocadillos calientes 7 euros, etc. Pero el problema no es el precio, sino lo que te dan por tu dinero... El servicio malo, con gente con poca experiencia en la restauración, un mal que aqueja a toda la Cerdanya para ser justos. La comida normal, con el arroz de montaña bastante bueno. Pero el trato es "de lo tomas o lo dejas", al ser una concesión, en cierta manera te la bufa, tienes una clientela asegurada. Esto perjudica a la imagen de La Molina y de FGC Turisme. Por último, un negocio no tiene que mostrar ideas políticas, hay que se apolítico, no quiere extenderme más sobre este tema y de que cojea el...