Experiencia unica recomendado al 100×100, El Restaurante el Caramelito porque sorprende al viajero una vez entras en este mágico lugar, lo descubrí por casualidad, está ubicado en el Club de Tenis de Alzira, de la mano de la familia de mi chica Sandra en donde aprendió a jugar al tenis la pequeña según me contaba en sus instalaciones. Crees que te vas a encontrar con la cocina de un determinado club social, con una carta sobria ,pero lejos de ello te encuentras con una cocina de autor con mayúsculas, la alta calidad de sus productos el color de sus texturas, platos elaborados con sabores que te transportan a los distintos mundos según tu elección en la carta, su servicio de mesa es inmejorable siempre atentos al comensal resolviendo al instante cualquier pregunta o duda que tengas sobre su elaboración de manera acertada, la conexión entre el equipo de cocina y la sala de mesa como en una orquesta su funcionamiento, armonía, compás y tiempo en la entrada acompasada como en un reloj. una cocina de autor de labor acción propia de elementos únicos y de presentaciones sorprendentes, cómo detalle el pan, una coca en aceite de oliva con sal Maldon. Cada plato es una inspiración sí el arte culinario según la elección que hayas realizado, mar, montaña, cocina nacional e internacional. Productos de primera categoría, elaborados y cocinados de forma exquisita, dispones para acompañar los de buenos caldos, tractor un timbal de degustación de los diferentes platos, tomates con anchoas, croquetas de bacalao, todo tipo de arroces, carne gallega, caballo, bacalao, son algunos de los platos que he podido degustar y esta ocasión llegamos a los postres en dónde hace gala el caramelito con su nombre de q la glotoneria y provocación en el dulce, recomiendo probar el milhojas de crema. Ya espero con ansias volver a degustar su cocina en mi próxima visita, esperando que sea muy pronto de nuevo...
Read moreEstá situado en el Club de Tenis de Alzira, en la ladera de la montaña orientada hacia el paraje natural de La Murta, subiendo por una de las carreteras principales de la urbanización El Respirall.
Es un salón grande que funciona como restaurante dónde también pueden hacerse bautizos, comuniones, cenar formales como de negocios, empresas u organizaciones e incluso ir a cenar con tu pareja o amigos.
Ahora que se acerca el buen tiempo tienen abierta una terraza que da al aparcamiento y a la piscina del club de tenis. Desde allí puedes ver también el segundo parking para clientes no socios del club que está justo arriba del otro parking.
Puedes disfrutar de un refresco bien frío o una picada sentado bajo los toldos que hay en la terraza mientras te sirven desde el restaurante.
También se ve el parque infantil desde la terraza, por si tienes niños, dónde hay columpios, un tobogan, unas anillas, etc. Y la pista de futbol que hay bajo del todo.
Como he comentado antes desde ahí se ve la enorme piscina que hay a disposición de los socios y si tienes niños puedes controlarlos desde allí. La piscina debe de ser de unos 25 metros de largo, tiene una parte de un metro de profundidad y va aumentando esta hasta una profundidad final de unos 3 metros o 3 metros y medio.
Es un sitio genial para tomar algo y disfrutar de una estupenda tarde de verano, además de poder cenar y comer dentro del restaurante para casi...
Read more5* muy merecidas para disfrutar con todos los sentidos. Desde que entras, fijando la vista en su bodega climatizada de vinos, hasta la mesa, te sumerges en un ambiente cálido, luminoso y elegante aunque sobrio, nada recargado. Las hojas de roble que planean bajo el techo aportan un toque modernista, a la vez que contribuyen en la absorción de sonidos. Pero lo mejor, sin duda, está en el plato: empezamos con un excelente "Tetris" de tomates acompañado de ventresca de bonito y anchoas buenísimas, unos calamarcitos rellenos de embutido y una morcilla sobre crema de habitas (más que baby, yo las definiría cómo neo-natas) y taquitos de naranja. Acabamos con una chuleta de lomo bajo de vaca madurada, cuya carne entreverada se funde en la boca, tras su paso por la brasa, rozando la perfección en su temperatura y punto de cocción. Para finalizar el buen vino tinto que nos ha sugerido Michel, el sumiller y gran profesional que complementa a Vicky en la sala, pedimos un postre de chocolate y avellanas en texturas, seguido de un buen café. Una vez más, David Ramírez a los fogones y Vicky Sáez en la sala, han conseguido que estemos deseando regresar a Alzira, para volver a disfrutar de los placeres de una gastronomía entendida con elegancia, mesura y gran sabiduría, a precios muy razonables, en su maravilloso restaurante "El...
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