Black Bull The gourmet burgers — Restaurant in Arganda del Rey

No es la primera vez que vamos , por algo está en el top 3 de mis mejores hamburguesas de TODO Madrid , que se dice pronto , como siempre a destacar su carne ( ha mejorado con respecto a la última vez que fuimos en el antiguo local )

-Servicio: en resumidas cuentas , de 10, camarer@s muy atentos , me encantó que me explicarán y recomendarán , todo al detalle .

-Comida : Entrantes : nos recomendaron de entrante las Ranch cheese fries, todo un acierto , la carne de costilla una locura y el extra de salsa de queso siempre es de agradecer , la pega, que si pedis varias burguers saldrás rodando del exceso de patatas , nos quedamos con las ganas de probar sus famosas croquetas 🥲, no les quedaban ( entendible , fuimos un domingo )

-Principales : también nos dejamos asesorar por probar cosas nuevas , pedimos la Mac and cheese, la del mes " taco loco " y la Smash. Vamos por partes , la Mac and cheese muy buena combinación peeeero , crítica constructiva, el queso de cabra es excesivo , mata demasiado el sabor de su excelente carne ( la carne es otro rollo 🤤), no sé si poniéndole menos o echándole algo dulce nivelaria más sabores ... Aún así nos gustó , explosión de queso al morderla

Taco loco, una combinación atrevida pero que funciona , la cochinilla estaba de locos y el crunch del taco casaba mucho , la volvería a pedir vaya .

En cuanto a la smash, la mejor de las tres sin ninguna duda , la salsa emmy muy conseguida , las Smash muy bien ejecutadas con una costrita increíble . Aún así seguimos pensando que la top 1 de este local sin ninguna duda es la Ribs jacks Daniel .

-Postres: Aquí nos llevamos una muy pero que muy grata sorpresa , nosotros llevamos viniendo a este local desde que abrió en el antiguo y una de las cosas que fallaba a nuestro parecer eran los postres , estaban buenos , si , pero sin más ... Actualmente esto ha cambiado han pasado de unos postres normales a unos postres increíbles, nosotros probamos la cheesecakes de Lotus y de Kinder bueno , muy niveladas de sabor , sin excesivo sabor a azúcar , super super cremosas , tartas increíbles , la pena es que no pudimos probar la de oreo ya que es la más famosa ( volvemos a qué fuimos un domingo de noche , fallo nuestros 🥲)

Precios: dentro de la media , ni mucho ni poco , lo veo razonable

En resumen , carne de 10, postres de 10, es decir , si quieres buenas burguers es un acierto...

Las hamburguesas están buenísimas, aunque tengo que decir que parecen más grandes cuando ves las publicaciones en redes sociales. El servicio nefasto, lento, con la barra llena de bandejas y recipientes sucios a lo largo de esta. Llamé para reservar diciendo que una persona era intolerante al gluten y cuando llegamos lo primero es que no tienen cerveza de celíacos, que a estas alturas me parece un retraso y como nos dijeron que tenían pan de celíacos y cuando llegamos le recordamos lo de la intolerancia, va y me dice la camarera que cree que no le quedan porque tenía solo dos ese día y que creía que los había servido, menos mal que tuvimos suerte y les quedaba uno, pero vamos que reservas con el tema de la intolerancia y les suda el nabo, cuando llegas a lo mejor tienes pan, o a lo mejor se lo ha comido su primo. Cuando llegamos había menos de la mitad de la sala ocupada y aún así la barra a reventar de bandejas y platos sucios con restos de comida. Las camareras lentas como caracoles cojos, hay poco personal, una chica en la barra y otra en la sala pero vamos, de un infarto no sé mueren, son lentas a más no poder. Tardaron como una hora desde que pedimos las hamburguesas hasta que nos las trajeron. El ambiente con mucho humo, nada más entrar ya había mogollón de humo en la sala, los suelos rotos y levantados, el local sucio, lo poco que se veía de la cocina era un mueble de Ikea de pared viejo y mugriento, las mesas sucias y no nos pasaron ninguna bayeta. Un sabor agridulce porque tenía muchas ganas de comer hamburguesa allí pero ya al entrar y ver todo sucio y con humo ya vas pensando en que la has cargado al entrar allí. Recomendación: pedir para llevar y comerlo en casa. Enhorabuena por el marketing porque lo habéis hecho muy bien, luego llegas y te llevas la ostia, pero el caso es que al final vas y consumes,. asique enhorabuena por esa parte. Si eres de Arganda y no te importa comer sin prisa en un local de batalla está genial porque la comida como os digo merece la pena. Yo soy de fuera, fuimos aposta y no voy a volver. En todo caso un globo y que me lo traigan a casa. Javito, mucho lirili con las hamburguesas pero hay que poner hincapié en el local y en el servicio. He trabajado en hostelería y tienes que tener gente con sangre, ganas y prisa en sala y en barra. Lo dicho,...

Fui con grandes expectativas a comer a Black Bull y resultó una gran decepción. La primera impresión ya me dio ganas de no quedarme a comer. El local tenía bastante humo y olía a carnaza y frito. De hecho ese olor me acompañó hasta que pude cambiarme de ropa. Aún así, decidí seguir adelante y darle una oportunidad a la comida que tanto tiempo llevaba deseando probar. Los aros de cebolla me sorprendieron mucho. El rebozado es espectacular. Una lástima que el sabor a freidora tome tanto protagonismo porque, podrían ser de 10 y son tan grasientos que no los recomendaría. Como plato principal, pedimos una hamburguesa con carne de costillas cocinadas al bourbon. La carne la pedimos al punto. Mi sorpresa fue grande al ver que el pan brioche, estaba empapado en sangre. Siempre que he comido carne al punto, esta a penas sangraba y en este caso, le tuve que poner mahonesa para poder comerme mi mitad , pues me dio una grima terrible y el pan sabía más a sangre que a la reducción de bourbon. Las patatas de la hamburguesa, eran patatas congeladas sin ninguna gracia. La hamburguesa para mi gusto no pasa del 5. Para terminar, mi gran sueño dorado, una de las estupendas tartas que tanto había deseado. Opté por la tarta de oreo. Esta tarta llevaba hecha probablemente varios días pues, a parte de no ser nada cremosa, ya tenía ese “gustillo a nevera” que se le queda a la comida que guardas en el frigorífico sin ningún tipo de cobertura. Al ver la carta antes de pedir, ya me di cuenta de que el secreto de la comida del local estaría basado en el queso, gran estrella en cada plato. Supe que al pedir variantes sin queso, la magia que pretende este restaurante a través de sus redes sociales, no sería tal . Y así fue. Un gran chasco. Además nos cobraron por las dos latas de cocacola 5€, que me parece abusivo. 6,50 los aros de cebolla 14,50 la hamburguesa 5€ la ración de tarta 5€ x 2 latas de cocacola No volvería a comer aquí y no lo recomendaría. Los clientes de la mesa de al lado tampoco quedaron muy satisfechos con sus famosas y premiadas croquetas. Quizás este día la persona titular en cocina estaba de baja y por esto iban tan atropelladnos....