Una experiencia para olvidar en la sidrería Rinconín
Teníamos una reserva para 16 personas a las 22:00 en la sidrería Rinconín, con la expectativa de disfrutar de una cena agradable en grupo. Sin embargo, lo que vivimos fue una sucesión de despropósitos que convirtieron la noche en un auténtico desastre. Para empezar, el servicio fue exasperantemente lento. Hasta las 12 de la noche, dos horas después de nuestra llegada, no nos sirvieron absolutamente nada más allá de dos jarras: una de sangría y otra de cerveza. Con el hambre apretando y tras varias quejas al personal y al encargado, comenzaron a llegar platos que, sinceramente, no merecen ni el nombre de “comida”. El primer intento fue un tomate que, de tan malo que estaba, quedó intacto en la mesa; incomestible por donde lo miraras. Le siguió un pulpo chicloso, imposible de masticar, que ni el hambre pudo salvar. Después, unos chipirones bañados en un aceite que parecía haber vivido demasiadas frituras o que directamente estaba en mal estado; otra bandeja que nadie tocó. Los escalopines al Cabrales, que podrían haber sido una esperanza, llegaron con unas pocas patatas y una masa rebozada en un aceite rancio que quitaba las ganas de probarlos. La salsa, supuestamente de Cabrales, era una decepción aguada sin rastro del sabor característico del queso. Y el colmo llegó a la 1:35 de la madrugada con los cachopos. Nos trajeron dos piezas que devolvimos al instante: carne cruda, queso inexistente y, como guarnición, algo insólito: una patata cocida partida con un trozo de queso poco apetecible encima. Nunca había visto algo así en mi vida, y espero no volver a verlo. El ambiente no ayudaba: el local apestaba a fritanga de la peor clase, un olor que se te pegaba a la ropa y te acompañaba al salir, como un recordatorio de la pésima experiencia. Está claro que nos equivocamos al quedarnos con la esperanza de que mejorara, pero lo que no admite dudas es que no volveremos jamás. Finalmente, salimos a 22 € por persona sin haber comido. Un lugar para evitar a toda costa si buscas comer decentemente y no salir...
Read moreLamento decir que mi experiencia en el lugar ha sido nefasta. Recordabamos el sitio de dueños anteriores, nos gustaba mucho y la cena de esta vez fue sencillamente horrible. Para empezar la mitad de las copas que estaban en la mesa estaban sucias, silla pegajosa, suelo mas de lo mismo, la tarima del comedor es un autentico peligro, esta levantadisima y es un detalle de muy facil solucion que les puede conllevar un accidente. Pedimos cachopos con gamoneo, sin patatas (una patata cocida, ligeramente decorada) y el gamoneo aun lo estamos buscando. En el interior no existia queso alguno, el gamoneo es un sabor muy fuerte que no encontramos salvo encima de la patata. Tambien pedimos cachopos normales, uno de ellos la carne muy cruda, el rebozado se despega solo del filete. No nos gusto nada de nada, carne muy dura. La ensalada mixta era enorme, pero calidad nula, un monton de lechuga, huevo cocido y muy, muy poco atun. Quiza fue el dia pero lo que esta mas que claro es que no le daremos una segunda oportunidad. Una pena. Y para rematar, esperamos dos horas de reloj por la cena una vez pedida. El propietario supongo que respondera a esta reseña pero me veo obligado a decir la verdad de nuestra experiencia para que otros futuros clientes lo tengan en cuenta. No logro entender las...
Read moreRestaurante del centro de Avilés. Es familiar y acogedor, con varios comedores y terraza. Fuimos en fin de semana y había alguna mesa libre (las cuales volaron en minutos) por lo que supongo que es mejor reservar. El servicio bueno, a pesar de estar hasta la bandera, el camarero fue muy atento con nosotros (se disculpó porque tardaba un poco la cena y teniendo en cuenta cómo se puso el restaurante tampoco me pareció excesiva la espera).
Primero pedimos las brochetas de pulpo, pixín y gambas, muy buenas y bastante hermosas de tamaño. No pedimos más de primero por recomendación del camarero y acertó. De segundo escogimos el cachopo, el tamaño era considerable (para compartir mejor), acompañado de patatas con gamonedu. Realmente muy buena la cena. Lo recomiendo 100%. De beber pedimos Sidra y según nuestros gustos nos recomendó una de las que tenían, acertó nuevamente el camarero.
Volveremos en cuanto podamos para probar la Sangría de Sidra, cuya existencia...
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