La Esquinica — Restaurant in Barcelona

Amazing place for good quality tapas. All the good old favourites are in the menu. The menu is pretty extensive with 3 pages of tapas ranging from patatas bravas to cepia and from snails to al croquettes of 4 varieties. If you like a table faster then go inside for sure. I suspect that the service is faster there too. When you arrive you see a line of people. Don’t just go in line but get a number first. The people in line have a number already and this is the place to wait with it. The service is fast so have you google translate ready to order in Spanish. Not Sure if they have an adapted menu so be aware. Super food, super wine super atmosphere and great prices. A 4 person table has space for about 4/5 dishes so it’s something to consider when ordering and making choices. I absolutely would go back but probably go around 16.00 so after Spanish lunchtime (15.00) when the waiting time was totally gone and many tables were available...

For people who love their meals to have variety, tapas is where it's at. There's a huge variety of small savoury plates served at La Esquinica and it's the perfect place to order a bunch to try and share. Go to the door to grab a number and wait in line for the man to call your number to have your table size written down.

We ended up getting 15 tapas and every single one was worth trying: Tallarinas (€11.45), Russian salad (€4.65), chiparones (€7.95), blood sausage (€3.6), tomato bread (€1.65), patatas bravas (€4.55), squid tentacles (€6.95), pig ears (€4.65) codfish and jamón croquettes (€4), stewed honeycomb tripe (€5.40), Bomba (€3.75), longaniza + chorizo (€1 each), calamari rings (€8.45)

Tasty, fresh and comforting. We loved trying so many new things and the energy here was so lively...

Este lugar está escondido en un pequeño barrio de Barcelona; para nada se trata de una zona turística, lo cual se agradece, sobre todo porque es un lugar de tapas típicas españolas que para nada están adaptadas a los turistas. Los dueños son de Teruel, Aragón, de ahí esa forma tan característica de hablar los diminutivos, una peculiaridad de TOOODA la carta, es como estar leyendo con cariño todos los platillos: pulpicos, anchoicas, gambicas, pataticas bravas, pimienticos, y un largo etcétera pues tienen una carta muy amplia, llamativa y deliciosa. Lo ideal es pedir al centro varias opciones, de eso se trata el famoso tapeo, mientras se acompaña de un gran vaso de refresco, cerveza o una copa de vino. Unos imperdibles son los chipirones “chipironcicos” a la andaluza, es decir rebozados con harina y perfectamente fritos y muy crujientes, lo mismo sucede con otras opciones como los “choquicos” (sepias mini) y los “pescadicos” del Ebro que son boquerones, todo perfecto y delicioso. Otras imperdibles son las “pataticas” bravas, súper crujientes por fuera pero bien suaves por dentro, y servidas con una generosa ración de Alioli, una salsa que originalmente se hace solo con ajo y aceite de oliva aunque ahora generalmente se prepara con huevo por lo que termina siendo una mayonesa con ajo, eso si, buenísima. Otros típicos españoles y con Denominación de Origen son los pimientos del Padrón (de Padrón, Galicia) los cuales también los fríen, y aunque hay un refrán popular que dice “pimientos del Padrón, unos pican y otros no”, esta vez ninguno picaba nada. También pedimos “anchoícas del Cantábrico” las cuales se sirven con aceitunas negras y pan con tomate 🍅, este último es básico porque las anchoas son tan saladas, que comerlas solas puede ser mucho. Y en esta ocasión por qué no, terminamos con unos callos muy buenos, guisados con salsa de tomate, pimiento rojo y algunos trozos de lacón y chistorra. Recomendación importante es evitar ir en fines de semana o festivos porque la espera puede llegar a ser muy muy larga, aunque también recomiendo ir más hacia el viernes que durante los lunes o martes, porque desde mi experiencia durante el inicio de semana la comida no suele ser tan fresca. Finalmente, los precios son correctos aunque han subido un poco, pero como todo, para una vez ir a comer algo típico no va nada mal y vale...