Restaurant Ciudad Feliz — Restaurant in Barcelona

¡CUIDADO, NO DEBERÍAS IR! Escribo esta reseña con mucha pena en mi corazón porque hace muchísimos años que visito este restaurante, he conocido de primera mano a los dos dueños anteriores que lo han regentado y hoy, después de un largo tiempo sin ir, he vuelto a comer con gran ilusión. Sabía que ya lo regentaban otros dueños, pero me ha encantado entrar y ver que la decoración del restaurante seguía igual, no había cambiado nada, manteniendo todo exactamente igual que hace más de 20 años. Lo que no me ha gustado tanto ha sido el mal olor a mezcla de humedad, agua estancada y añejo que me ha venido nada mas abrir la puerta. Tras sentarme, he podido fijarme bien en todo y es cuando me he dado cuenta de que precisamente toda esa decoración antigua estaba llenísima de polvo, luces fundidas, bastante suciedad y algo muy curioso, el suelo pegajoso, todo el rato sonando el sonido de los zapatos pegándose cuando pasaba alguien caminando. Realmente se ve todo muy dejado y sucio. La camarera muy seca, eso está claro, nada cordial pero bueno… Sorpresón al comer un menú de tres platos por menos de 11€ y sentir que la comida seguía siendo la misma de siempre, comida china con sabor, contrastes y manteniendo la esencia de sabores y texturas de los primeros restaurantes chinos. Como extraño, solo estábamos mi padre y yo y dos chicos trabajadores que habían entrado a comer al restaurante. Hace años atrás este restaurante estaba lleno siempre y al ver que la comida seguía siendo buena y barata, no entendía muy bien que no hubiera gente. Bueno, pues estábamos comiendo mi padre y yo, cuando al ir a coger la salsa de soja que te la ponen en el típico dispensador de aceite y vinagre o “setrillera” sobre la mesa, me he dado cuenta que teníamos una invitada especial en la mesa. Justo encima del dispensador había una cucaracha mirándonos con carita de ser la dueña del local, ya que su tamaño era espectacular, solo le faltaba con una voz grave decirnos algo así como ¡Bienvenidos al restaurante Ciudad Feliz! La he tirado al suelo y la he pisado muy a mi pesar porque no me gusta nada matar a ningún ser, pero ha sido una mezcla de susto y confusión al ver primero una cucaracha sobre la mesa y de ese enorme tamaño, por favor ¡es que era gigante! Al pisarla, una de sus alas se ha desprendido del cuerpo y era mas larga que un palillo de los dientes. Total, que se me han quitado las ganas de seguir comiendo al imaginar lo que podría haber escondido detrás de toda esa decoración añeja y ya pensando mal, en la cocina o almacén de los alimentos. Nunca en mi vida me había pasado algo así en ningún restaurante, pero la señora cucaracha sumada al mal olor y a la suciedad general del local y a la poca amabilidad de la camarera, pues han dado como resultado una experiencia nefasta en un local que como he dicho al principio, a formado parte de mi vida durante años, con sus dueños originales, Ana y Juan y luego con la chica de la familia que se lo quedó y que continuó unos años mas. Por favor que no vaya nadie si no arreglan este tema de higiene...

Un clásico para aquellos que conocen o son del barrio. Tras años al pie del cañon (con algunos contratiempos ya mas que vistos en este tipo de locales) sigue predominando por su cantidad calidad, una receta perfecta para darte un capricho oriental de vez en cuando. Disponen de una carta amplia en menus y platos sueltos y como cortesia tipica de estos locales te ofrecen pan de gamba con un licor al final del servicio.

Son rápidos, con atención dedicada y algo «seca» pero a su vez eso ofrece discreción e intimidad. En su contra destacaria que las mesas están algo proximas las unas con las otras, lo que en cierta manera «obliga» a mantener un tono muy suave a la hora de conversar. Por suerte este ambiente también ayuda disfrutar de la comida tranquilamente.

Disponen de servicio a domicilio y todo el restaurante queda repartido en una planta rectangular con una sala al final. El acceso para minusválidos diría que es inexistente, ya que creo recordar que existe un escalon único a la entrada del local.

En general, podría darle un 7/10, quizás por la melancolía del atrezzo, que me transporta a mi infancia, pero no es, sin duda, el mejor restaurante asiático...

Anoche hice un pedido grande para 8 personas, aparte de tardar más de 1 hora la comida llegó en mal estado. Los fideos finos se nota que eran recalentados y habían fideos que no estaba ni echo prácticamente crudos. Las gambas estaban grises se notaba que no estaba echas del todo y olían horrible, el pan chino era puro hacerte de girasol los platos eran incomibles. Encima llamo al supuesto restaurante y me dice que la comida es fresa del (MERCADONA) tan fresca no es!!!! Esto es una vergüenza no me da solución no me quieren hacer el rembolso y la comida no la emos tocado de lo mala que estaba nos quedemos sin cena y encima sin 58 euros. Nos da la opción de otro pedido pero no quiero un pedido más de este supuesto restaurante porque da asco esto es una vergüenza!!!!! No recomiendo que compréis hay sino quieres acabar en el hospital porque estamos todos gimoteando y eso que probemos 3...