Restaurante Palomares — Restaurant in Bellreguard

Empezaré diciendo que llevó años Veraneando aquí y viniendo se comer a este lugar. La comida siempre que he venido ha Estado muy buena y de calidad esperada nunca ha habido nada en mal estadado ni cocinado incorrectamente, es verdad que hay veces que se tarda entre plato y plato pero en su defensa diré que es por falta de personal. Por los demás el servicio Estatal muy correcto el trato amable y familiar y respecto al precio muy asequibles. Otro aspecto a destacar la limpieza del local y los aseos que para ser al lado de la playa lo conservan en muy buen Estado y ya sabemos que los seres humanos tendemos a ser guarros fuera de casa.

Hemos estado este año otra vez después de la pandemia y me ha agradado ver qué se le ha hecho una reforma y se ha renovado . Lo bueno es que la calidad no ha cambiado y los arroces siguen siendo de lo mejorcito de la zona

Hoy día 23 de agosto de 2022 tengo que decir que desde mi última visita desgraciadamente ya no puedo opinar igual que antes. La calidad sigue siendo lo mismo pero la atención Alós clientes es otra cosa distinta , no ser si por dejadez o porque por arte de virlo y virloque nos convertimos en invisibles . Llegamos a comer ciertamente a las 15 horas y cuando entramos el comedor interior vacío de comensales los camareros arriba y abajo de vacile entre ellos ( a parte de atender alguna que otra mesa ) .. más de 10 minutos sin atendernos cuando por fin se acerca un Camarero y nos pregunta decimos si es posible comer a lo que nos responde si tenemos reservado¡ Cuando todo el comedor estaba vacío! Decimos que no que acabamos de llegar de viaje nos dan mesa pedimos una de sardinas sin picada y medía de calamares después de bastante tiempo nos lo traen ¡ Sorpresa las sardinas CON picada ! Se lo decimos pero aunque se ofrece a cambiarlas decimos que no ...por la perdida y por el inconveniente de tener que volver a esperar ..en fin están a lo que no tienen que estar .. sintiéndolo mucho ...así no va bien la cosa...por eso cambió mis...

PÉSIMA GESTIÓN DE LAS ALERGIAS. La carta de alérgenos no cuadra con la realidad: pone que tienes que avisar al personal si tienes alguna alergia o intolerancia, y es lo que hicimos (tengo alergia a los cacahuetes). Al comentárselo a la camarera, me informa de que todo se fríe en el aceite en el que hacen los cacahuetes, por lo cual no puedo comer nada frito. En cambio, no es lo que pone en la carta de alérgenos: según lo que pone, puedo comer croquetas de jamón, lomo con patatas,... No me cuadra ya que las croquetas y las patatas se fríen (ver fotos adjuntas). Además, pone que la sepia a la plancha no me la puedo comer; la camarera nos dice que es porque la picaeta que se le pone por encima lleva cacahuetes (es la primera vez que escucho eso). Al ver las incoherencias de la carta de alérgenos entramos en el local para hablar con la cocinera, la cual intentó justificarse en cuanto al aceite y nos contó todo y su contrario. Dejo de soltar justificaciones inútiles cuando le señalamos que en la carta de alérgenos muchos platos fritos no constaban del símbolo de cacahuetes. SI TENÉIS FAMILIARES/AMIGOS CON ALERGIAS NO OS FIÉIS DE LA CARTA DE ALÉRGENOS POR FAVOR PUEDE SER PELIGROSO. Nos hablaron muy mal, un camarero (?) le dijo a otra trabajadora de "dejar de perder el tiempo" con nosotras cuando sólo estábamos intentando obtener información. Al final nos fuimos y pagamos las bebidas: unos 5€ para una botella de agua grande y una coca cola. Una vergüenza. Que nos os engañe si pasáis por delante en verano y lo veis a tope, la gente se para más que nada porque está en el paseo marítimo y que tiene buenas vistas, poco más. Ya os digo que por la amabilidad del...

Acabamos de comer. El servicio ha sido nefasto desde el principio. Para empezar, al preguntarle por los tercios que tenían el camarero me ha dicho de manera tajante que los mirase en la pizarra, y se ha metido dentro sin siquiera esperar a que le pidiera. Luego hemos tenido que insistir bastante en que nos trajera las bebidas y hemos optado por pedírselas a su compañero. Salía y entraba al restaurante sin llevarse platos ni preocuparse por si en alguna mesa necesitábamos algo. Al pedir los postres hemos preguntado por postres caseros y nos ha traído una porción de tarta que de casera tenía bien poco, y para colmo, y como remate final, al pedir los cafés nos han traído los cortados que no llevaban nada de café. Al hablarlo con el camarero y decirle que eso no eran cafés nos ha respondido: "ya lo sé, lo siento, pero dentro me han dicho que no los iban a tirar y que os los sirviese". Café cortado que cobran a 1'70 cada uno y estoy segurísima que de no haber reclamado que nos los volviesen a hacer, nos los hubiesen cobrado igual siendo "chupitos de leche". Es vergonzoso que sean así de miserables incluso con unos simples cafés, pues la comida en su totalidad no era especialmente económica....