NACCA | Restaurante Boadilla del Monte — Restaurant in Boadilla del Monte

Habíamos estado una vez antes, celebrando San Valentín, y salimos sorprendidos y satisfechos. Así que cuando hace unos días nos preguntábamos donde reservar para el día de la madre con toda la familia, nos pareció una muy buena opción confiar en Nacca. ¡Menudo error! Y eso que la cosa no empezó mal. La ensaladilla era curiosa, y aunque yo no la volvería a pedir, llegó rápido lo que sirvió para abrir boca. Lo mismo ocurrió con las croquetas, bastante ricas y tras una espera prudencial. Pero cuando confiábamos en que la cosa iba a ir a mejor con los huevos rotos con matanza, es cuando se torció todo. Tras más de 1h30 minutos esperando desde que nos sentamos, y de 1h desde que habíamos acabado la última croqueta, decidimos anular esos huevos que siempre estaban a punto de salir pero que nunca lo hacían. Pedimos que por favor nos trajesen los segundos directamente, y se nos garantizó que en 6 minutos los tendríamos todos, cosa que no ocurrió. Poco a poco, pero después de una larga espera adicional empezaron a salir, de modo que cuando llegaron los dos últimos ya todos habían acabado con su principal. Pero eso no fue lo peor, pues si la espera es al menos el preludio de un buen plato, te puedes llegar a dar por satisfecho. En nuestro caso eso no fue así, y los principales fueron un auténtico despropósito. Tres tipos de arroces pedimos, siendo el de matanza el único aceptable, aunque demasiado dulce (sabía a salsa barbacóa) y donde el chorizo parrillero no estaba, aunque se le esperaba. Los otros dos mejor ni nombrarlos. Malos no, muy malos. Y no dudo que allí los hagan buenos, pues los comentarios son por lo general muy positivos. Sería por una baja importante en la cocina? No habrían dimensionado bien el personal en un día que tenían lleno hasta la bandera? Puede ser cualquiera la causa, pero a nosotros nadie supo explicarnoslo, y obviamente el malestar y la insatisfacción no hicieron más que aumentar. Ya habíamos pedido la cancelación de las dos hamburguesas que faltaban por llegar, y la cuenta, después de casi 3 hs, cuando aparecieron, y mejor que no lo hubiesen hecho ya. Las habíamos pedido al punto y al punto menos, y esa carne por lo hecha y seca que estaba habría dado la nota negativa hasta en una hamburguería de comida rápida. Una pena pues el resto de ingredientes si estaban comestibles. En definitiva, decepción total Nacca hoy, y en el peor momento, pues veníamos acompañados de toda la familia y en una celebración importante, como es el día...

El peor restaurante de todo Boadilla, y mira que es difícil hacerlo tan mal llevando tan poco tiempo. No os dejéis engañar por las reseñas de sus amiguetes, el producto y el servicio son malos, todo resulta insulso y prácticamente incomestible. Pedimos un tataki de picanha de rubia gallega que no sabía a absolutamente nada, una ensalada templada de cogollos lejos de estar frescos, dos solomillos incomestibles, los dos, eso sí a precio de oro, acompañados de patatas fritas rancias del día anterior. Otro comensal pidió medio costillar y tuvo que dejarse la mitad, seco y rancio, nos tuvimos que dejar casi toda la carne y salir de allí con todo el hambre del mundo. El camarero en vez de disculparse, se justificó diciendo que otros clientes sí les gusta la carne allí servida, no sin antes cobrarnos todo lo que no pudimos comer a precio de oro, porque esa es otra, encima no es barato. Esto a la hora de comer, de los primeros servicios, y el baño sucio. Se nota que no cuidan en absoluto el tener un restaurante de calidad y un buen servicio, les importa bien poco el cliente, les auguro un futuro muy corto...

La comida que probamos es cierto que estaba increíblemente rica. Las croquetas brutales, las alcachofas, la hamburguesa y la ensalada César también. El arroz no me encantó sinceramente. Nos quedamos con ganas de probar las costillas que no llegaron porque había mucho lío con el día de la madre y no fue su mejor día. Muy poca gente en cocina para tantas mesas. Los pobres camareros hacían lo mejor que podían su trabajo y ya les daba hasta vergüenza pedir perdón porque los platos no salían de cocina. El trato de los camareros un 10! Sobre todo la chica morena joven. Super profesional! Un encanto! Poco entendible también que los jefes estuvieran ahí mirando todo el caos, sentados tomando algo en lugar de arrimar el hombro y sacar la comida como fuera para que la gente no se quejara y pararan de anular platos que llevaban 1h esperando. Lo dicho, la comida está deliciosa lo único que deberían poner orden en la cocina y no llenar tanto el local si no pueden dar servicio a...