Xamáis busquei luxos nos meus paseos por España, e que a carta dun local sexa escasa nunca foi un problema, pero que me diga o camarero que non me sirve un prato porque a jefa o pon e non o quere facer... Na vida me pasara. A comida correcta tirando a fulera (non concorda cos prezos nin de lonxe) pero o colmo xa foi cando pido "natillas" de postre, veñen con sabor a queimado, o camarero ve que as probei e alí quedan e non pregunta (sinal de que sabe o que me serviu). Por outra banda, non creo que sexa legal ter estufas de gas butano no local, nin dúas estufas "de seta" que me consta que en interiores están prohibidas. Así que se volvo por Calatayud, ése será un local que non pisarei de novo.
Actualización: Dado que me respostache, direiche que non minuto cando digo que estaban as setas dentro da zona de bar e unha delas estaba prendida cando entramos. Se prefires mentir ti, por min perfecto. As natillas poden facerse de moitos xeitos, e con leite condensado téñoas comido tamén pero o leite condensado non sabe a QUEIMADO. Así que non pretenda excusarse pretendendo deixarme de mentirosa. Por último, o seu camareiro dixo que a xefa puña as migas na carta pero que non quería facelas. Se non lles gustan as críticas cambien cousas. Porque o feixe de bombonas (8 neste caso) do pasillo ao comedor non axudan...
NOVA ACTUALIZACIÓN: Paréceme perfecto que pretenda sacar adiante o seu negocio, pero xa lle digo que mentindo non vai conseguir nada. A estas alturas a súa opinión dame igual, e se outros non din nada e comen esa cousa queimada, paréceme xenial, pero como camarera que son, xa lle digo que se un cliente deixa un prato habiendo só con probalo, polo menos preguntareille, pero o seu camarerio nin se achegou. E debo decirlle que o seu camareiro minte, entiendo que queira defender o seu posto, pero igual non é comigo con quen ten que falar. Por último, grazas a Deus, xa estou na miña casa, pero se algo teño claro é que voltarei a Calatayud, pero pola súa porta nin me...
Read moreUna experiencia horrible. Fuimos un grupo grande (de unas 40 personas), con reserva desde diciembre(la comida fue a finales de mayo) y menú cerrado desde entonces. El primer plato fue revuelto de champiñones. No sólo tenía champiñones de lata chiclosos, sino que también venía acompañado de una exquisita ración de pelos de la cocinera. De segundo una carne asada con patatas. A una compañera de viaje le vino una mosca. Esa mosca debía ser lo más fresco que nos habían puesto en el plato, pues la carne estaba congelada por dentro y las patatas, arenosas. De postre helado del verano pasado o leche con arroz. Sí, leche con arroz. Como asturianos sabemos lo que es un buen arroz con leche y eso era, en fin, arroz cocido con leche calentada por encima. Me tocó un sitio estratégico y podía ver la cocina. Un cubo de basura a rebosar, la cocinera sin redecilla y con el pelo suelto, más largo de la cintura, y los postres preparados en una meseta al lado de la basura. Los baños eran desoladores. Están mejor los del Insituto. Había de todo. Lo mejor es que nos clavaron la friolera de 25 € por persona. El trato del camarero era horrible. Si no nos comimos la comida fue por algo. Nos quedamos todos sin palabras en el mal sentido. No entiendo como este restaurante si es que así se le puede llamar tiene tan buenas críticas. Le doy una estrella porque no...
Read moreUna pena no tener las fotografías de la cena en este móvil. Pedí un plato combinado, si no recuerdo mal llevaba pechugas, huevo frito, patatas y ensalada. Me llegaron dos pechugas con patatas, nada más. Al comentárselo a la camarera me trajeron una ensalada que solo consistía en cebolla y lechuga sin aliñar, tampoco me trajeron el aliño por lo que tuve que ir yo a cogerlo. Cuál fue mi sorpresa cuando en el plato de la ensalada me encontre un papel, de estos que se utilizan para separar las hamburguesas CON UN PEDAZO DE CARNE CRUDA de hamburguesa. Cuando se lo comenté a la camarera su cara fue un poema, no dijo más que 'vale' y se llevó el plato. No trajeron un plato nuevo ni nada, me quedé sin cenar más que unas tristes pechugas con patatas. Puedo achacarlo a las prisas ya que el local estaba lleno pero ni siquiera tuvieron el gesto de sacar después un plato en condiciones. No sé si a día de hoy lo lleva la misma gente, por el nombre me figuro que así es. Un poco triste ya que le tenía cariño al local por el negocio que era en tiempos: un sitio regentado por una pareja que hacían unos postres para chuparse los dedos. Una pena, y una sorpresa que siga abierto, quiero pensar que es porque algo...
Read more