Can Xicoy — Restaurant in Camprodon

Buena y económica opción en Camprodón

El restaurante Can Xicoy de l’avi, lleva bastantes años funcionando en Camprodón. Localizado fuera de las zonas más comerciales de Camprodón, pero cerca de la estación de autobuses y la rotonda principal de entrada a Camprodón. Si vas en coche, detrás hay una amplia zona de aparcamiento.

Un domingo de puentes, después e una jornada montañera en el Coll d’Ares, se nos hizo tarda. Así que, recordando que unos 7 años atrás habíamos comido en Can Xicoy de forma correcta, decidimos ir directos. Tras 15 minutos de espera tuvimos una gran mesa redonda para 8 a nuestra disposición, en un local lleno, con mesas reservadas.

Nos presentaron el menú del día, con alguna posibilidad de cambios en las opciones de primeros y segundos. En apenas 10 minutos ya teníamos los primeros en la mesa. De primeros, platos de cocina de mercado con alguna opción mñas autóctona Catalá, como las habas, los” calçots” rebozados o la “escudella con carn d’olla”. Buena opción la última para combatir el frio y llenar la panza. A parte de la escudella, buen rebozado dels calçots con romesco y detallazo del pincho de butifarras que le acompañaba . Se les acabó el risotto, pero los espaguetis a la carbonara estaban más que correctos (sin crema de leche y con huevo).

De segundo, opciones de carne ala brasa, donde lo mejor fueron las butifarras, difícil no encontrar buena alguna butifarra autóctona, y las costilla de cordero. De postre casero, nos gustó la tarta de mató, lástima que el trozo no era muy agradecido, y la crema catalana.

Con vino, mejor acompañado de gaseosa.

Un precio correctísimo para la cantidad, calidad y día de la semana (domingo precio del menú sobre los 14€). Del espacio: dos comedores, uno a la entrada, con apenas 3 mesas y uno interior más acondicionado para unas 12 mesas.

Espero no volver a tardar 8...

Después de reservar por la mañana, a la hora de llegada mi reserva se había perdido... Una hora después de la prevista por la reserva perdida, nos sientan en una mesa.

Medidas Covid inexistentes... Separación entre mesas de medio metro, camareros con la mascarilla por debajo de la nariz, mesas que se recogen y ya no solo no se desinfectan, si no que se pone el papelito cubremesas encima de la mesa manchada sin siquiera pasar un trapo húmedo previamente (Ya ni hablemos de productos desinfectantes), muy chabacano y poco higiénico todo.

Media hora después toman nota, los camareros con 0 empatía, muy poco oficio, jugando a no cruzar miradas para no tener que atender... Destacar que no sé si han cambiado de propietaria o sigue siendo la misma que cuando hicieron el programa de Joc de Cartes (TV3), pero desde luego, nada parecía presagiar lo experimentado... Hay un descontrol muy grande, y en todo momento da la sensación de que van sacando el servicio tropiezo tras tropiezo. El menú de fin de semana ha subido de los 18 a los 20€ y de la tapa de bienvenida que pone en la primera línea os podéis ir olvidando... Ni a nuestra mesa ni a las de alrededor se la sirvieron, no la pedimos por el simple hecho de que si para pedir unos cubiertos ya tardaron 20 minutos con el primero servido en la mesa, para un aperitivo anunciado que ni sirven, podíamos esperar algo proporcional. La comida no estaba mala, pero tampoco valía lo que se pagó por ella, como nota positiva, los postres si que estaban a la altura del precio del menú.

Recomiendo probar otras opciones para hacer una pausa, yo desde luego... En futuras visitas al precioso Camprodon, no...

A continuación nuestra decepcionante experiencia personal en este local: Reservamos mesa a las 15:00 de la tarde, al llegar al local nos ignoran cerca de un cuarto de hora, reclamamos que estamos esperando que nos atiendan, preguntan el nombre de la reserva y nos dejan allí, sin decirnos cómo o si debemos acceder a la terraza, dónde teníamos la reserva o si nos acompañan ellos. Al llegar a terraza nos encontramos con unos camareros muy enfadados y sobrepasado por el volumen de faena, incluso nos comentan quejas que tienen en el momento tanto de clientela cómo de personal, otro largo rato esperando entretenidos con semejante circo nos sientan en una mesa, una carpa en la que han aprovechado cada milímetro de espacio, todas las mesas tan próximas que podríamos formar una cadena humana sin levantarnos, posibilidad de incluirte en la conversación de cualquier mesa, todo muy covid friendly... Eso sí cómo discoteca de día perfecta.Nos sientan en una zona de paso ya que claramente las reservas las ignoran u olvidan. Obligación de menú escueto,la carta sólo para las noches, que se ve que es mas guay, desconocimiento total del significado de la carne al punto, aunque probablmente de deba más a que llevabamos más de una hora allí y todavía no se habían acordado de hacer nuestra carne, han servido los platos a destiempo en la misma mesa, hemos comido casi por separado. Ni cafés ni postres, sólo ganas de salir corriendo y no porqué haya que bajar la comida...