RESTAURANT ZAS NÚRIA — Restaurant in Camprodon

El pasado martes, día 7 de deciembre, fui a comer ahí con mi hijo de 8 años y tuvimos una horrible experiencia. Para empezar, en ningún momento se me informó que en el restaurante sólo se preparaba un menú único y que no disponían de servicio de carta. No tenían menú infantil y tampoco me dejaron compartir el menú con el niño. El menú en un martes LABORABLE era de 24€ y aunque me pareció increíblemente caro, accedí a comer ahí, entre otras cosas, porque ya me habían servido el agua y unas aceitunas de aperitivo. De primero pedimos unas croquetas de cocido caseras que resultaron ser de todo menos caseras. De acompañamiento llevaba unas patatas fritas, medio tomate y un espárrago verde en conserva pasado por la plancha (reblandecido y sin sabor alguno). De segundo, el niño pidió costillas de cordero a la brasa (3€ de supl), las cuales no sabían absolutamente a nada, estaban duras y parecían corcho, acompañadas del mismo acompañamiento que el primer plato. Tuve que decirle al niño que dejara de comer eso. Yo pedí fideua de marisco y mi sorpresa fue que era más bien arena con fideos. Como marisco llevaba una navaja llena de arena (véase la foto). Esa navaja no fue ni pasada por debajo del grifo. Tuve que devolverla entera porque era incomible. Pedí otro plato, el único que recordaba ya que no me trajeron la carta de nuevo para pedir. Fue escalopa de pollo, con el mismo acompañamiento que los otros dos platos. Nada malo que decir del pollo, pero tampoco nada bueno destacable. Ante tan mala experiència, rechacé los postres y el café y pedí la cuenta. 51€ por unas croquetas, un cordero insulso y un pollo rebozado simple. Me quejé porque me pareció de mal gusto pagar tal cantidad sin haber recibido ni una disculpa y con bastante mala leche, me descontaron los 3€ del suplemento. Pagué 48€ con targeta en un detafono que dejaron a mala gana encima de la mesa y que no vinieron a recoger en almenos 10min (momento en el que me fui). Salí de ahí sin que hubieran comprobado que había pagado y sin que devolviera el adiós de mi despedida. Sin duda, no...

Llegamos al restaurante de casualidad, vimos una carta extensa a 22€ pero con suplementos en algunos platos. Nos sentamos en la terraza y pedimos Trinxat (siempre que estoy por la zona me gusta y lo pido) Eso que trajeron no era un trinxat bueno, estaba soso, no sabía a nada, el trozo de torrezno, panceta o lo que fuese estaba crudo, le dijimos a la chica que nos lo pasara más y seguía crudo ( No lo terminamos) tuvimos que pedir que nos trajeran el pan, de segundo butifarra con patatas caseras, la butifarra estaba pasada, dura, le dije al pedirla que me trajera alioli y tuve que ir a pedirlo a la barra porque el servicio es súper lento. Cuando recogió la butifarra que dejamos más de la mitad ni nos pregunto si estaba bien o mal. Lo único bueno el postre Mató con miel, pero OJO si no os gusta mucho la miel pedirla a parte porque te lo sirven todo junto. Cuando fui a pagar le dije que nosotros habíamos visto el precio y no me niego nunca a pagar lo que ya sé pero, que eso no valía lo que estaba pagando, que el jamón que acompañaba el Trinxat era de los que venden a 1€ de oferta en los supermercados, que están cortados por la mitad. No comes lo que vale y muy, muy lentas y al darles mi queja, indiferencia y despreocupación. Ni lo...

Es una pena que este restaurante esté tan mal, porque tiene unas lindas vistas al río, una muy buena ubicación pero cuando entras se ve dejado de la mano de Dios, con cosas por en medio que no deberían estar, la comida no cumplió ni la más mínima expectativa que tenía. probamos el menú de 22 euros. Escudella amb galets y pilota: una sopa con un color raro además de insípida y con unos galets que costaba verlos, un trozo de butifarra negra que ridiculizaba aún más el plato y sí habían dos pilotillas de les que venden en el Bonpreu RE-MINIS pusimos y pusimos sal, para que supiera al menos salado... Hamburguesa a la brasa: poca cosa que decir porque si ya te sale mal una hamburguesa a la brasa, acuéstate! Costelles de cabrit arrebossades: madre mía, insípidas a morir, el arrebosado iba por un lado y la costilla por otro... Quise darle una oportunidad a los postre y pedí una crema catalana que a todas luces eran Danone.

Ojo que no digo que el cocinero sea malo haciendo su trabajo, digo que no le dan los recursos suficientes para echar el día adelante! Del servicio ni una sola queja, muy amables, muy atentos, y muy profesionales, pero se les ve tristes trabajando, quizá están mal pagados... La diferencia de calidad con el precio del...