La Toja — Restaurant in Castelldefels

Best meal we had during our time in Barcelona. La Toja is very charming for families and romantic couples. The staff are remarkable, and food was fantastic. Any question about the menu is answered with great detail and courtesy. They also don't allow smoking within the outdoor seating area, which is nice if you're not fond of it.

My wife and I shared the Tapas course menu. There's a two-person minimum, as is standard in most places, but it was a good amount of food.

Every dish was a hit. These are more creative and elevated takes on Catalanian dishes. The patatas bravas alone are worth it. The mussels were the most tender and flavorful; I didn't know it was possible. The croquetas were remarkable in taste and texture. Even the accompanying sauces held their own in flavor. The cream brulee and ice cream was so unique in flavor.

Our niece ordered steak and fries. It was cooked perfectly with tons of flavor. I've never seen her enjoy a steak so much.

This is officially my most recommended restaurant in Barcelona. Thank you to our server Jor (sorry if I misspelled that). She was very attentive and made sure we were satisfied. We...

Antes de nada comentar que venimos a menudo, pero hoy hemos recibido un muy mal servicio en el día de la madre, un auténtico caos.

Reservamos en el segundo turno de las 15h15 porque nos dicen que de reservar en el primero, a las 15h tenemos que estar fuera, y no queremos comer con prisas.

Llegamos puntuales a las 15h15, nos dicen en la barra que hagamos cola, que la maitre en orden de cola nos asignará una mesa mientras el primer turno salía. Tras 45 minutos esperando con mi hijo de 12 meses en brazos, y viendo como mucha gente se cuela por hablar directamente con la maitre saltándose la cola, me quejo y por fin nos asignan una mesa ipso facto, ya son las 16h. Pedimos una trona (estaba en la reserva, pero con el caos ni siquiera nos han pedido el nombre). Después de esperar 10 minutos decidimos montar nuestra trona portátil que llevamos siempre encima para emergencias, porque la trona nunca llegó.

Nos "tiran" los cubiertos y las servilletas a la mesa y tenemos que ponerlos nosotros, ya empezamos mal.

Durante esos 45minutos haciendo cola hemos visto online la carta reducida para el día de la madre, para pedir rapidito que ya eran pasadas las 16h cuando nos han sentado.

Nos sirven el entrante bastante rápido, tanto que no teníamos ni las bebidas, las cuales tenemos que reclamar en 3 ocasiones. El aceite de los calamares no tenía muy buen sabor, se notaba que llevaban un fin de semana movidito y el aceite necesitaba un cambio urgente.

Las bebidas las trae un camarero muy joven que se notaba que debía ser su primer día, se había olvidado el vaso para el agua, y no sabía abrir la botella de vino, lo ha visto tan apurado otro camero con experiencia, que le ha dicho que se fuese que ya lo hacía él, la verdad que nos ha sabido mal por el chico joven.

El segundo también llega bastante rápido, y en este caso la paella está muy buena.

No pedimos postre porque con tanta espera ya son las 17h30 y el bebé necesita dormir, pedimos unos cafés y la cuenta directamente a la maitre, que era conocedora de los 45minutos de espera por la mala gestión de la cola.

En la cuenta pone que nos han invitado a unas olivas de cortesía que nunca llegaron (que además suelen poner siempre, no como disculpa por los 45minutos de espera), nos comenta la maitre que ella las ha pedido, que si al menos si nos han traído los buñuelos con los cafés, a lo que contesto que sí han venido, pero es algo que siempre traen, no era algo especial. La verdad es que me esperaba algún detalle por parte del restaurante.

Para colmo, los precios de la comida no coinciden con los precios de la carta online reducida para el día de la madre que hemos visto mientras hacíamos cola, es verdad que las cartas impresas sí eran correctas, pero nunca las llegamos a ver (adjunto imágenes).

Resumen, entiendo que es un día complicado que esperas que el servicio no sea el mejor, pero tenían un descontrol enorme, gente colándose, 45minutos de espera para una reserva es demasiado, y más estando con un bebé. La maitre se ha disculpado, pero ni siquiera han tenido ningún detalle en la cuenta. No es lo que esperas cuando estás seguramente en el restaurante con el precio más elevado de Castelldefels playa, y esperas un servicio top que no ha estado a la altura. Sin duda hay muchas mejores opciones en Castelldefels playa,...

Fuimos a comer yo, mi hermana y mi cuñado, empezamos con un buen vino y buenos entrantes (no ibamos con intención de escatimar gastos sino de pasar una velada lo mas agradable posible y de comer bien). De segundo se nos ofreció un Sardo de "un kilo doscientos gramos" según la camarera. Nos pareció bien y lo pedimos. Generalmente se muestra la pieza antes de que te la sirvan, sobre todo en un restaurante de esa categoría, pero no lo hicieron. Cual fue nuestra sorpresa cuando nos sirven directamente el pescado ya emplatado y donde había tres finas rodajas de pescado sobre una base de verduras por cada plato. Le preguntamos a la misma camarera si ese era todo el pescado o venia mas cantidad ya que la pieza pedida era mucho mayor, fue a cocina a preguntar y a la vuelta nos respondió que eso era todo y que el resto ya lo habían tirado a la basura. Entonces le dijimos que desde luego en lo que nos habían servido no había una cantidad que se aproximara al kilo a pesar de quitar espinas etc. Nuestro comentario no fue en tono enfadado, ni de critica, sino pidiendo una aclaración, pero la camarera se lo tomó muy mal, se enfadó y sin nosotros pedirlo en ningún momento, nos retiro todos los platos y se marchó, dejándonos sin comida y diciendo que ya vendrían a tomarnos nota, cosa que no ocurrió hasta bien pasado el cuarto de hora o mas, por lo que decidimos pagar lo que se debía (que no fue poco, mas de 100€)e irnos. Esas no son formas de tratar a tus clientes, si tienes un problema lo hablas y lo intentas solucionar, pero en un restaurante de ese nivel casi sin mediar palabra quitarle la comida a unos clientes y después no hacerles caso es un insulto, y su reacción nos confirma lo que pensábamos, que no nos sirvieron ni de lejos una cantidad proporcional a un pescado de 1.2 kilos. Creemos que fue un error total por su parte, ya que de una situación muy fácilmente salvable, han perdido a tres buenos clientes que nunca van a...