Restaurante Coconovo Beach — Restaurant in Chiclana de la Frontera

A PRETTY SCAM DISGUISED AS LUXURY AND EXCLUSIVITY 🚩❌⚠️🚩❌⚠️

Absolutely a scam site. They sell being the best beach bar and the experience could not have been worse. Since we arrived at the hammocks we were waiting for more than 1 hour for them to serve us a simple beer, because there were no cocktails at 1:00 p.m. since the cocktail person had not arrived. Later we discovered that it was not a cocktail shaker but a waitress who was already there when we arrived. We were there from 12:30 to 3:30 p.m. with a beer since it was impossible for anyone to attend to you in the place with the hammocks, although there were waiters hanging around and talking to people and what they would say...a minute and I'll go...and they never came, because of course...the hammock had already charged you. We got up to order at the bar since they were taking time and they didn't serve us at the bar, they told us to go to the hammocks that the waiter would go. An hour for a beer at 40 degrees!! A worthwhile service. At 3:30 p.m. we had a reservation for lunch. We thought that things would improve but it was not like that at all, the worst remained. The food is a real GARBAGE, we ordered a sweet rice with prawns and cuttlefish for two people (€50) that even I make much better at home. On my plate there were 2 literally counted prawns, the rice tasteless and on top of that the waiters have no knowledge of hospitality, they come with a paella pan and present it to you but once the presentation is done they serve you the whole rice on the plates, leaving you on the plate a monstrous mountain of rice, instead of leaving the paella pan on the table so that you can help yourself as you feel like eating more. As if they were going to feed the animals. As a starter we ordered some garlic clams (€22) which, counted, there were 10 clams, and from the taste I can say they WERE IN BAD CONDITION, dry, bad-tasting and on an oily orange background. and of dubious origin. The garlic and fine flavor of Chiclana was conspicuous by its absence. But to all this is added how incredible it was to arrive and eat in a place like this, with an air of luxury and VERY EXPENSIVE, and not being able to even chat during the meal because there are two singers hired by the place with live music that They walk around the tables, putting on the microphone for you to sing while you have lunch and with an excessive volume in the purest Benidorm karaoke style. I really have not had a worse time in a restaurant. They start dancing salsa next to your table, singing boleros at the top of their lungs. They need to pass the saucer asking for money. I don't understand how in a place that tries to be luxurious, a beach club on one of the best beaches in Cádiz surrounded by housing estates with great purchasing power has opted for this tacky concept and which in my opinion detracts from any singularity. The idea of ​​a place with live music in the beach bar area while you have beers or drinks is fine, but eating a paella loudly like in a disco is not well thought out. I chose this place to celebrate a birthday and I felt tremendously embarrassed , angry and deceived with absolutely everything. It's a cheat site for Germans coming down south. I do not recommend it, I hope people do not have to live the experience that we live and, above all, do not pay that money for it. The best thing we had was the beach and the crystal clear water, but that's a matter of Cádiz and its beaches, which are free.

Beers at €4 and not very cold. mediocre food Slow and disastrous service Music at...

La atención de ayer en el establecimiento fue sencillamente LAMENTABLE. En primer lugar, me contactan el día anterior a la reserva a las 19:30 de la tarde para confirmar la reserva, les confirmo y les pregunto si están disponibles algunas de las camas o hamacas en el establecimiento ya que me resultaba imposible reservarlas por internet. Me dicen que sí, que es cierto que por la página web, la pestaña funciona mal y es un poco complicado. Aún así, me aseguran que con mi reserva de la comida tenía incluidas dos hamacas con sombrilla. Me resulta extraño y le preguntó de nuevo, y él me afirma que está incluido en mi reserva. Pregunto por el resto de los servicios, y en ese momento, hay nueve camas disponibles pero decidimos no reservar ninguna. A la llegada al establecimiento, sobre las 12:30 de la mañana les decimos que tenemos una reserva y que nos habían comentado que teníamos dos hamacas con sombrilla. Nos niegan dicho servicio y nos dicen que no está incluido. Le indico lo que me comentó el compañero por teléfono el día anterior y que en ese momento todas las camas estaban reservadas. Bueno, dejamos pasar ese detalle, bastante importante, ya que llegamos a la playa sin sombrilla ni sillas porque dábamos por hecho que habría camas. Ahora bien, llega la hora de la comida. Nos percatamos al llegar, ya que nos pusimos muy cerca del chiringuito, de que DOS DE LAS CAMAS DEL ESTABLECIMIENTO HABÍAN ESTADO DESOCUPADAS TODA LA MAÑANA (desde las 12:30 a las 15:30), CAMAS QUE NUNCA NOS FUERON OFRECIDAS Y QUE AL PREGUNTAR NOS ASEGURARON QUE ESTABAN RESERVADAS. Pues bien, no es para peor nuestra experiencia que, según nos sentamos a la mesa, la camarera nos dice que PRÁCTICAMENTE LA MITAD DE LA CARTA NO ESTÁ DISPONIBLE, SOBRE TODO LA SECCIÓN DE CARNES. Pedimos lo que buenamente podemos, no lo que nos apetece, ya que no hay prácticamente nada disponible, y nos traen los entrantes. Pues bien, más de 50 minutos después de los entrantes (ya retirados de la mesa), nos hartamos y antes de que lleguen los segundos, pedimos la cuenta. Eran las cinco de la tarde y no habíamos comido, pero es que además al chico al que le pedimos la cuenta nos hace caso omiso, vemos cómo va a hablar con la camarera y el cocinero y nos echan una mirada matadora por exigir por lo que íbamos a pagar. Pues bien, no nos traen la cuenta. Llegan los segundos y les decimos que acabamos de pedir la cuenta. De nuevo, sin hacernos caso, nos exigen que de quienes son los platos, pero de nuevo les pedimos, tras ceder a que nos den los platos, la cuenta y una hoja de reclamaciones. La cuenta llega, la hoja de reclamaciones no. Tras esperar y pagar, pagamos todo por supuesto, los segundos incluidos, no nos hacen ni un detalle, ni una disculpa, ni nos invitan a un café. Tras esto, nos vamos, sin poner la hoja de reclamaciones que no nos traen y, honestamente, no insistimos para no buscar problemas. Adicionalmente, quiero dejar patente que la encargada nos trató con MUY MALA EDUCACIÓN al negarnos una mesa para esperar a tomar algo y cuando le dijimos el problema que tuvimos con las hamacas. Llevamos viniendo a este chiringuito cuatro años y nunca había sido el servicio tan pésimo, MUY MUY PÉSIMO, se notaba en el ambiente, y era comentado por todo el mundo, la MALA ORGANIZACIÓN, EL SERVICIO y LA PÉSIMA CALIDAD DE LA COMIDA. En mi opinión, se nota que goza el lugar de una situación privilegiada pero esto no da derecho a tratar así a sus clientes, menos aún cuando les prometen unos servicios que luego no se cumplen y a los que no dan remedio, ni siquiera con una disculpa u ofreciendo algún tipo de solución. Con la educación que se merece, espero que este lugar mejore sus condiciones y que se tomen responsabilidades en cuanto a estas actitudes ya que nunca habíamos tenido un servicio tan malo, insisto, a pesar de las repetidas ocasiones que lo habíamos...

Absolutamente una estafa de sitio. Venden ser el mejor chiringuito y no ha podido ser peor la experiencia. Desde que llegamos a las hamacas estuvimos esperando más de 1 hora para que nos sirvieran una simple cerveza, porque no había cócteles a la 13h ya que la persona de los cócteles no había llegado. Estuvimos desde las 12.30h hasta las 15.30h con una cerveza ya que era imposible que nadie te atendiera en el lugar de las hamacas, que por supuesto pagas previamente (25€). Nos levantamos a pedir en la barra dado que tardaban y no nos atendían en barra, nos dijeron que nos fuéramos a las hamacas, que el camarero iría. Un servicio de pena.

A las 15.30h teníamos reserva para comer. Pensábamos que la cosa mejoraría pero no fue para nada así, quedaba lo peor. Cuando llegamos nos sorprendió que ni siquiera nos habían puesto lo basico, cubiertos. Nos tomaron nota de la bebida y viendo que no la traian tuvimps que recoordarselo al camarero, el cual ni se acordaba. La comida es una auténtica BASURA, pedimos un arroz meloso de gambones y chocos para dos personas (50€) que cualquiera sin nociones de cocina, en casa, puede hacerlo mejor. En mi plato había 2 gambones contados, literalmente, el arroz insípido y encima los camareros no tienen ningún conocimiento de hostelería, vienen con una paellera y te la presentan pero una vez hecha la presentación te sirven el arroz entero en los platos, dejándote en el plato una montaña monstruosa de arroz, en vez de dejarte la paellera en la mesa para que te vayas sirviendo a medida que te vaya apeteciendo comer más. De entrante pedimos unas almejas al ajillo (22€) que, contadas, había 10 almejas, y de sabor puedo decir que ESTABAN EN MAL ESTADO, secas, de mal sabor y sobre un fondo aceitoso anaranjado y de dudosa procedencia. El sabor al ajillo y fino de Chiclana brillaba por su ausencia. Pero a todo esto se le suma lo subreal que fue llegar y comer en un sitio así, con aires de lujo y MUY CARO, y no poder ni siquiera charlar durante la comida porque hay dos cantantes contratados por el sitio con música en directo que se van paseando por las mesas, poniéndote el micrófono para que cantes mientras almuerzas y con un volumen desmesurado al más puro estilo karaoke de Benidorm.

De verdad que nunca lo había pasado peor en un restaurante. Se ponen a bailar salsa junto a tu mesa, cantando boleros a grito pelado. Les falto pasar el platillo pidiendo dinero.

No entiendo como en un sitio que intenta ser de lujo/prestigio, un beach club en una de las mejores playas de Cádiz rodeado de unas urbanizaciones de gran poder adquisitivo, ha optado por este concepto tan chabacano y que en mi opinión le resta cualquier singularidad.

Escogí este sitio para celebrar el día de cumpleaños de mi pareja y me sentí tremendamente avergonzada, enfadada y engañada con absolutamente todo. No lo recomiendo, ojalá la gente no tenga que vivir la experiencia que vivimos nosotros y, sobretodo, no pagar ese dineral por ella. Lo mejor que tuvimos fue la playa y el agua cristalina, pero eso es cosa de Cádiz y sus playas, que por...