La Brasería is worth the detour and the stop in Cuéllar. They have their own “buey” meat, and from start to finish they care for the animal and control their growth. If you order the chuletón, they first show you the raw meat with the “ID” of the animal. You know all way through what you’re eating and how it’s going to be made. They have their own “punto” (doneness) - cooked literally to perfection. You can see 3 colours in the meat but melts once you bite and you can even smash it with your tongue. With an exquisite flavour to it. We mentioned it had been my birthday recently and our waiter came with complimentary starters - mussels, salchichón & chorizo de buey and croquetas de buey. The experience has been awesome and the service unbelievable. We’re already planning our next trip here and what...
Read moreMenú de degustación, para no volver. Fuimos a comer y a degustar un menú de 45 lereles. Penoso, realmente penoso: apertura, 1 ravioli de pasta fresca, para narices que hubiera sido pasta seca, pero es igual, duro, frío, sin sabor a algo, en 3 cucharadas de caldo de carne frío, tipo bobri. Cecina osmotizada en vermú, con mollejas y verduras. Cecina mala, dura, casi cruda, mollejas? verduras insípidas sin sabor, cantidad ridicula. Todo frío. Mil hojas de cremoso con rabo de buey y cerveza negra, una galletita de 2 x 2 centímetros, lo más grande era el nombre. No aprecié ningún sabor. Guiso de buey, unas lascas de carne, tipo corazón o así, frías, con salsa y una serie de cosas raritas sin sabor, todo ocupaba 3 centímetros cuadrados. Frio y preparado de hacía tiempo. Sorbete de mandarina como cortante, otra ridiculez de 10 gramos en copa, con poco sabor mal definido. Plato principal, carne de buey a la piedra. Para no volver, una cantidad ridicula, era carpacio a la piedra, duro, con muchísimo nervio, no se justifica el precio. De verdad penoso. Postre, opera terrabuey, no puedo decir más que era una ínfima porción dulce, no reconocí ningún sabor. Y nevaditos, una especie de polvorón de 2 CMS de diámetro, sin ninguna gracia. Sumale 2 botellas de vino Ribera roble normalito, cobrado como muy bueno. El año pasado estuvimos y era diferente, buena calidad y cantidad. Este año, muy escaso, unas entradas con delirios de grandeza, malas y pobres. Un segundo de carne mala dura y con nervios, para no volver. Deberían dejar de pretender emular alta cocina y dar platos que por lo menos estén calientes, ah y la carne, aunque sea de buey, se tiene que poder comer, en una degustación no se puede dar carne...
Read moreCon respecto a nuestras anteriores visitas, hemos observado varios cambios: principalmente, la carta se ha reducido y evolucionado para que prácticamente todo gire en torno al buey (de producción propia, etc.), de modo que, aunque hay que reconocer que la materia prima es de gran calidad, no es menos cierto que se ha resentido la variedad gastronómica. Antes era un sitio en el que existía la posibilidad de comer buey, pero también había guisos de carne, varios pescados, cordero... Ahora, casi todas las opciones llevan buey en diversas e imaginativas modalidades, mientras que sólo hay una ensalada, sólo un pescado, etc., lo que es interesante para quien acuda por primera vez pero limita mucho las posibilidades a la hora de plantearse volver. Por lo demás, hemos lamentado la desaparición de las verduras en tempura del menú y la extremada solemnidad del servicio hace que la posibilidad de una comida más o menos informal, sencillamente, no exista (aunque esto no es necesariamente malo y puede que haya quien, de hecho, lo busque). En definitiva, el sitio se ha arrogado la responsabilidad de ser el restaurante de más postín de la zona y, desde luego, lo ha conseguido: el local es elegante, los camareros dan muchas explicaciones y, en suma, se come bien (eso sí, las raciones son refinadamente reducidas). Pero se han quedado algunas cosas por el camino que quienes ya lo conocíamos quizás echemos de menos. NOTA: Al pedir la carne a la piedra, tened en cuenta que el precio que se indica es por comensal, puesto que la carta no lo deja...
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