Restaurante Avenida — Restaurant in El Barco de Ávila

LA FARSA DE ÁVILA.

Cuenta la historia que en Ávila unos nobles coronaron a Alfonso de Trastámara, "el inocente" (hermano de Isabel la Católica). Destronaron a un pelele de Enrique IV. Pues bien, eso fue hasta el día de hoy, cuando acudimos al último restaurante con mesas libres (y con razón) del Barco de Ávila.

En primer lugar NO TIENEN MENÚ. Todo a la carta, porque "ELLOS NO PONEN COMIDA DE LA SEMANA PASADA", como dando a entender que los menús están hechos con comida restante.

En segundo lugar, tenemos un "camarero-dueño", antiguo conductor de autobús, que se lleva la Palma de Oro al peor hostelero 2018. Nos dice que si queremos raciones en el comedor, "que nos vayamos a la pizzería de su hermano". Se dirigió a un familiar nuestro como "MI NIÑA". Y la mesa estaba mal puesta, faltaban cubiertos, sillas. Nos hizo el favor de ponerle una silla a uno de los niños porque según él "poco iba a comer". se le pide LA CLAVE DEL WIFI y dice que NO LA SABE.

En tercer lugar, la comida... Tenemos platos de 15 euros, cómo el revuelto bacalao con cebolla caramelizada que lo hace con patatas paja. Sería que los huevos de corral estaban caros, porque si no, no nos explicamos un precio superior a los 8 euros. En las fotos podréis observar el tamaño de los platos y su excesivo precio. Se les pidió agua del tiempo y la trajeron fría. La comida es lo único que nos hace ponerle dos puntos a este restaurante, porque dentro de lo malo, comimos bien, aunque nos metieron un palo de 180 euros.

En cuarto lugar el establecimiento. NO tiene baños adaptados para personas con DISCAPACIDAD. El BAÑO de hombres (inodoro) estaba cerrado con llave. La limpieza dejaba mucho que desear. NO tienen CAMBIADORES. Un restaurante con escalones, cero accesibilidad y chapado a la antigua. No renuevan la estética desde que paró Franco a comer. Los cuchillos ni cortaban.

Pagamos en efectivo, así que desconozco si aceptan tarjetas.

NO RECOMENDABLE. NO VOLVEREMOS. Iremos a...

La peor experiencia de mi vida. Fuimos mi esposo, mi hijo de 2 años y yo a comer, nos pasa la carta el camarero q es un señor mayor (supongo el dueño) y empieza a gritar fatal a mi niño que estaba comiendo un chocolate, diciéndole que le iba a ensuciar la carta, cabe resaltar q las cartas son plastificadas, se puede limpiar con una toalla húmeda en dos segundos. Después de esto mi niño se asusta y se pone a llorar, con lo q le comentamos a este camarero q tenga un poco de tacto en decir las cosas que estaba siendo grosero y nos facilite la hoja de reclamaciones y este señor si se le puede llamar así, empieza a enloquecer, al escuchar esto, sale el otro camarero más jóven a decir q no iba a dar hoja de reclamacion y empieza a empujar y coger del cuello a mi esposo que llevaba al niño en brazos, vaya camarero con aires de matón, agrediendo físicamente a una persona que lleva un niño en brazos, en fin, tuvieron q meterse en medio otras personas q estaban comiendo para q esté camarero con aires de matón no hagas nada más. Por supuesto llamamos a la Guardia Civil y por supuesto los denunciamos, ahora está la espera de q pasa con está gentuza. No recomiendo para nada esté sitio, esté tipo de gente q trata a sus clientes con agresiones fisicas. LA VIDA DA MUCHAS VUELTAS Y...

This was the best restaurant we found in Barco de Avila for dinner service. We found it difficult to find places to eat for dinner in the off season in this town, but we’re happy to find this gem. The waiter was very friendly and the food was delicious. We ordered the bean stew (very typical for this area and town), steak, and ensaladilla rusa. All the food was house made and hit the spot in our cold...