Venta Mateo — Restaurant in El Bosque

Hemos tenido problemas con el servicio. Primero mi hija pidio una salsa para su plato la cual volvió a pedir porque pasaron 15 min y así en reiteradas veces hasta que su plato se enfrió. Y por ultimo y mas grave, mi hijo, el cual es diabético, pidió un plato de albóndigas con patatas. (Para quien no lo sepa los diabéticos tienen que pincharse insulina y comer a los 15 min, si no es así pasados los 15 min se comienza a bajar la azúcar que puede derivar en un bajón cercano al desmayo). Continuando con esto la camarera prometió tener el plato pasados esos minutos, mi hijo se pincho y no solo tardo un poco mas sino que después de repetirle 5 veces el problema de mi hijo tardo 1h. Mi hijo finalizo la comida con una gran bajada del azúcar y con una variación en el régimen que debe seguir una persona como el. Por lo tanto no recomendaría este restaurante jamas. Respecto a la comida no tengo nada que decir...

Vengo cada vez que puedo a esta venta desde antes de que abrirse y me explico: tenía antes en Benamahoma un restaurante llamado Mesón La Fuente que me encantaba y la receta de su éxito sigue siendo la misma: buen producto de calidad y buena relación calidad-precio: carnes de caza, chacinas y quesos típicos de la sierra gaditana, pescados y productos del mar traídos directamente de la costa gaditana y bien elaborados, con sencillez y cariño. En cuanto a postres me ha encantado su crema de yogur con tocino de cielo, riquísima. Lo único que me ha gustado menos que otras veces es el jamón ibérico que en otras ocasiones era cortado a cuchillo y rezumaba más grasa y sabor, esta vez estaba bueno también, pero insisto, en otras ocasiones me ha gustado más. Otra cosa que me ha fallado es un camarero que tenían está vez que se veía muy perdido... Aún así volveré en cuanto regrese...

Lamentable, he parado a desayunar y como si fuera invisible. He estado sentado en una mesa 30 min. la cual, he recogido yo. Cuando llegué saludé a los dos camareros, me senté y estuve esperando pacientemente a ser atendido, había gente pero tampoco estaban desbordados. Lo peor ha sido ver como las mesas a mi alrededor han sido atendidas llegando con bastante posterioridad los comensales. No sé el motivo o si el hecho de ser norteño me da algún poder de invisibilidad que desconozco, de todas formas me he mirado en el espejo de la moto por si tenía puesta una manta élfica pero no ha sido el caso. De la comida, no puedo hacer ninguna valoración ya que no he podido degustar nada... En resumen, hubiera preferido que hubiera sido caro y con la comida mala ha sentirme completamente ignorado. Pueden ustedes estar tranquilos que no...