L'Eixida Restaurant Gastronòmic — Restaurant in Forallac

Came here for my partner’s birthday and was hoping for a memorable meal. I really wanted to like this! The food was ok at best for the price point. The menu writing was brilliant but it left us hoping for much better than we actually got. The service was tragic. Here all the things that went wrong: plenty of staff hanging around, we were left at the door for close to ten minutes without anyone acknowledging us (we had a reservation) I was brought the wrong wine (didn’t ask just started pouring) was getting eaten alive by insects, asked for an insect spray, waiter said he would bring it and never did I asked for bread, it was served 45 minutes after when I didn’t need it anymore my partner and I each ordered two courses, me two starters and him a starter and a main. They brought my two starters and didn’t bring anything to my partner (probably thinking these were starters for the both of us) and left him waiting for food for the next 30 minutes they got our drinks and food from the table before we had finished them, without asking we paid extra for bread and small appetizers, which were tiny, only got one single slice of bread, also the table next to us got chocolates with their bill, and we didn’t some water was dropped on the table and no one came to offer help or a towel no one presented the courses no one asked us how the food was, to which we would have shared the content of this review no one apologised for the many mistakes that were made not even an offer to comp the wine or offer a free dessert for the trouble and while we are tourists I speak fluent Spanish so there was no language barrier problem, just simply terrible service

It’s worth to notice that the place was not very busy, so these mistakes could not really be justified by the business...

¡Mucho cuidado en un futuro!

Descubrí L'Eixida el verano del 2019 casi por casualidad y desde un principio se convirtió en uno de mis favoritos de la zona junto a mi pareja.

La cocina era espectacular. Muy buen producto, bien elaborado, una terraza con encanto, precio algo caro pero asumible, poco concurrido y en definitiva, de lo mejorcito de la zona. La cocina corría a cargo de un equipo joven y entusiasta encabezados por Zigor, María y Manu. Y se veía que aunque eran jóvenes, tenían mucha experiencia en los fogones, dominaban la técnica, conocía el producto y sabían muy bien qué era lo que querían y cómo iban a conseguirlo.

La sala era un tema que al principio cojeaba un poco. Una carta de vinos muy básica y comercial y un personal muy joven e inexperto que muchas veces se le veía algo perdido y que maquillaban su inexperiencia con amabilidad y rapidez.

En otoño llegó Oscar, un maitre de la zona, con experiencia y que además de aportar el saber hacer en la sala con un servicio fluido, nada atropellado y con un conocimiento de lo que estaba sirviendo, rehizo la carta de vinos. Seguía siendo una carta algo corta en referencias, pero se incorporaron verdaderas joyitas enológicas de esas no tan conocidas que son las que nos gustan encontrar en estos tipos de restaurantes gastronómicos.

Se cerraba la temporada 2019 antes de Navidad y L'Eixida parecía que ya tenía los mimbres perfectos para ya no sólo ser el restaurante nº1 de Peratallada, sinó también ser uno de los referentes gastronómicos de la zona. En apenas 7 meses se habían dado a conocer con una carta de verano fresca, innovadora y muy apetecible que mostraba su potencial y habían dado un paso adelante con una carta de invierno muy madura, llena de sabor y coherencia, además de resolver el tema del servicio de sala, de lo que pecaron en un inicio.

De todos es conocido que a principios de este 2020, la Covid ha hecho modificar mucho los planes de casi todos los negocios de restauración, pero hacia junio, cuando L'Eixida volvió para iniciar la nueva temporada, nuestra sorpresa fue que Oscar ya no estaba y en su lugar estaba la propietaria, Cristina, todo voluntad y amabilidad, pero que no era capaz de mantener el servicio en los cánones de discreción, saber hacer, humildad y a la vez conocimiento del producto y sus clientes como lo hacía Oscar.

La cocina no obstante no defraudaba. Aunque he de reconocer que esperaba algo más puesto que muchos platos volvían a ser los mismos que el pasado verano o simples variaciones en las guarniciones y salsas. Aun así, el buen hacer de Zigor, comandando el servicio junto a María en los entrantes y postres y Manu en los platos calientes, hacía que mereciese la pena volver una y otra vez.

Mi sorpresa ha sido enterarme a principios de este mes de diciembre, días antes que cerrasen esta convulsa y complicada temporada 2020, que los propietarios han apostado por prescindir para la nueva temporada 2021 de los servicios de Zigor, María y Manu, como ya hicieron el año pasado con la no renovación de Oscar.

Toni y Cristina están cometiendo un error tan grave que seguro que se arrepentirán antes de lo que creen. No se puede echar por la borda un esfuerzo de dos años, con lo que cuesta arrancar nuevos proyectos gastronómicos.

L'Eixida seguirá siendo un restaurante pero ya no tendrá el alma de Zigor, el verdadero artífice de que esa fórmula funcionase. ¿La próxima temporada qué harán? ¿Volverán a hacer los mismos platos sin innovar nada? ¿Volverán a apostar por un equipo más familiar pero inexperto que no conoce las premisas que se marcaban en la carta?

Me decepciona mucho ver cómo el talento de unos pocos elegidos no es valorado por los propietarios que con el fin sólamente de los números económicos no se dan cuenta que un restaurante como es este caso, no es sólo servir comida, sino que hay que explicar una historia, hay que vestir la experiencia gastronómica con algo más que unos alimentos bien cocinados y servidos en una...

L'Eixda is an expensive restaurant with a very creative chef who sometimes succeeds in producing delicious and delightful dishes, and sometimes swings a bit too hard (and misses).

Menus like this one can be a red flag. Dishes that sound overly complicated or precious can sometimes be a disaster, or signal a meal filled with tiny tastes that don't add up to much. That's not necessarily the case here, but you have to order carefully. The ceviche shines. The pumpkin was the most satisfying vegetable dish I've had in a long time. The shrimp carpaccio is both beautiful and delicious.

Other items are a mixed bag. The meat dishes we've tried (including the squid stuffed with meat) have been rich but dull. The vegetable rice is just bland -- not terribly creative or interesting.

The dining terrace and the service...