Restaurante Las Palmeras Gavà — Restaurant in Gavà

La comida ha empezado muy bien pero ha tenido un final de traca. Hemos empezado con unas croquetas de jamón (bastante buenas), montaditos (uno de ellos con langostino rebozado que se ve que lleva allioli pero en la carta no lo pone), huevos con jamón… hasta aquí todo bien. Finalmente nos han traído un plato (adjunto fotografía) de chipirones, según la carta, calamares a la andaluza. Hemos dejado el plato claramente porque no es lo que habíamos pedido y se lo hemos comentado al camarero (NO PARA NO PAGAR, sino porque creíamos que había un error en la carta o que nos han servido algo que no hemos pedido). ¿cuál ha sido nuestra sorpresa? Que los cocineros han salido diciendo que calamares es lo que pone en la bolsa y que eso es lo que es. Que nosotros estamos acostumbrados a otro tipo de calamar de menor calidad que la que tienen ellos. Después de explicarle cómo se sirve normalmente el calamar a la andaluza nos han hablado con un tono no muy correcto y para mi punto de vista un poco agresivo, así que hemos decidido dejar allí la conversación. Está claro que no volveremos a este local ni para tomar una cerveza, hay muchos platos del menú que no tienen y como he podido comprobar en fotos de otros usuarios de Google en algún momento han tenido CALAMARES pero no me parece justo ni lógico cobrar unos chipirones por unos calamares y que encima tengan las santas narices de querer tener la razón. Agradecer ÚNICAMENTE al camarero que nos ha atendido en la mesa, un señor alto con el pelo corto y moreno. Es una pena porque tiene muy buena ubicación pero no me extraña que el local...

Hemos ido confiados porque nos encanta Las Palmeras Viladecans. Vaya decepción. Para empezar, he solicitado un cambio de mesa porque nos ponían a 4 personas en una esquina a menos de 30cm de la espalda de otro comensal de otra mesa. El trabajador de gafas azules (que necesita un curso de atención al cliente) se ha puesto a refunfuñar y hacer gestos de negación con la cabeza. Nos íbamos pero nos hemos quedado por la camarera. Pues bien, las anchoas tan famosas estaban saladísimas, las patatas palmera no estaban crujientes como en Viladecans y la chistorra estaba dura (parecía recalentada). Ha entrado una paloma en el local que no habíamos visto, y ese camarero de gafas azules ha empezado a meter los pies por debajo de nuestra mesa sin decir nada, y luego intentando coger a la paloma me ha dado dos codazos en las costillas que me he tenido que apartar porque me iba a acabar haciendo daño. Aún espero unas disculpas. Una lástima, íbamos con las expectativas puestas en que sería igual que Viladecans, pero ni de lejos. Ojalá fuera igual de bueno, pero a la vista está que no. Seguiré yendo a Viladecans que es un sitio de confianza, y será el que seguiré recomendando, pero...

Me sumo a quien dice que fue caro y desepcionante. Servicio pésimo no, lo siguiente, el sitio estaba casi vacío y aún así simplemente no nos atendieron. Llegó una mesa después de nosotros y estaban ya comiendo cuando nosotros no habíamos ni pedido. Empezamos a pedir y: no esto no lo tenemos, ni eso di lo otro. Es error de la imprenta. Llegan las patatas y la camarera: ay que pena que no os haya atendido yo, que iba a sugerir otra cosa... Pedí una entrecot, estaba demasiado hecha finísima y sin sal, sabía a suela de zapatos. La camarera ni me quiere dejar el cuchillo, segun ella estaba cortada ya... Un bol lleno de fritura de gambas pequeñísimas y sin pelar. Fue más lo que tuvo que descartar que lo que comió. Repito que el sitio estaba más bien vacío, había unos 10 camareros y llegó uno con pan con tomate: no lo hemos pedido. Ah no? Pues de quien será...

Puertas abiertas de par en par, estar dentro o fuera no hacía diferencia, tienes que aguantar el frío y punto. Los baños: uno estaba sucio (10 camareros y 4 mesas sentadas!) y el de minusvalidos simplemente no cerraba el pestillo Vamos que pagamos 35 euros y salimos con hambre, riéndonos eso si, de lo absurdo...