La comida bastante bien, a excepción de la pasta de mi pareja que estaba bastante al dente y sin apenas sabor. Las gambas eran enanas y estaba el fondo del plato lleno de aceite. El postre bastante caro para lo que era. 7,90€ por un par de profiteroles con un poco de chocolate y nata. Además no nos trajo carta para los postres, directamente nos dijo que sería sorpresa. Las sugerencias de Andrea están bien, pero da la sensación de que te saca lo que él quiere y tiene. En una mesa de al lado sacó y sugirió el mismo postre. Por otro lado, un detalle feo es el del pan, que te ponen sin preguntar y te lo cobran a 1,60€ cada uno. Y además es ilegal porque no lo especifican en ningún sitio en la carta. Si tiene coste, tiene que ponerlo. La botella de agua llegó abierta así que así no se sabe tampoco si es nueva o directamente rellenada del grifo. La atención del chico joven fue correcta y amable en todo momento. Andrea también fue amable, pero la forma en la que se dirige a las mujeres puede que las haga sentir incómodas. No creo que volvamos al restaurante de arriba, el de Andrea, y es una pena porque el local es muy bonito y acogedor. Ah, mención también para la señora de la barra del bar de la planta baja, que fue muy amable y simpática también. Ahí puede que si volvamos a probar la pizza, que creo que preparan.
*Edito: no me llevé el ticket, por lo que no me lo he inventado. Hablaba de memoria, y me he equivocado. Sea 0,80€ o el precio que sea, si no está especificado en la carta es ilegal cobrar el pan. Sobre esto no comentas nada.
Y si, me comí mi pan y el de mi pareja que es distinto que repetir. Das a entender que pedí otro. (Quién se inventa las cosas?) Me comí el pan porque estaba bueno y tenía hambre. ¿Qué tiene esto que ver con que sea obligatorio poner en la carta su precio si lo vas a cobrar después? El hecho es que nos sacaste el pan sin ni siquiera pedirlo, porque no lo pedimos. Y sin poner que se cobra, nos lo cobraste. Ese es un detalle feo al que no contestas. Claro, esto si te lo decimos allí nadie más se entera y puedes seguir haciéndoselo a todo el mundo y eso no está bien. Es un detalle feo.
A la cara, como dice mi pareja es incómodo hablar de según qué cosas. Y como decimos esto lo que pretende es ser una crítica constructiva. Además, viendo las opiniones vemos que tanto lo de dirigirse así a las mujeres como lo de las sugerencias lo comenta bastante gente. Bien podríais hacer en tenerlas en cuenta y utilizarlas para mejorar y no echar balones fuera o contestar solo a algunas cosas y esas otras omitirlas, porque os iría mejor yo creo, y sobre todo la imagen que daríais ante quien mira las opiniones antes de ir a comer, sería mucho mejor. Y podéis no estar de acuerdo pero la forma de contestar es muy importante para la confianza que generáis en...
Read moreEs la tercera vez que veníamos al restaurante de Andrea pero creo que será la última. Enseguida nos ha preguntado si nos dejaba que nos hiciera sugerencias para pedir, y le hemos dicho que sí. Pero yo pensaba que serían eso, sugerencias y no ya directamente os voy a sacar lo que me apetezca a mi. No me ha dado tiempo de leer ni la mitad de la carta antes de las sugerencias así que difícil elegir algo que no propusiera Andrea, que tampoco daba mucha opción a ello. Al final el entrante ha sido una focaccia que no está en carta a 4€ más cara que la de mayor precio de la carta. Y con el principal mi sentimiento ha sido de no haberlo elegido, de haber leído bien la carta habría pedido otra cosa. Los ingredientes me gustaban pero le faltaba sabor y la pasta nadaba en aceite. Para el postre lo mismo, ni ha traído la carta, directamente te dice que va a ser sorpresa. Pues la sorpresa a mi pareja, que es quien ha pedido postre y le encantan los postres porque es goloso, no le ha gustado. También él habría pedido otra cosa. La forma de dirigirse a las mujeres tampoco me gusta, todo el rato llamándote guapa y principesa. Andrea, le preguntarías a mi marido: ¿qué tal todo, guapo? ¿Te dirigirías a él como príncipe? Si la respuesta es no, que lo es, porque no lo haces (en ninguna de las 3 ocasiones en las que he estado lo has hecho con hombres), es preferible no tener ese trato hacia las mujeres, porque puede resultar muy desagradable. Espero que esto se tome como una crítica constructiva y pueda servir al local. Respuesta: La focaccia de 22€ desde luego si estaba en la carta no estaba en el mismo apartado que el resto de focaccias. Y es lógico que en una carta de más de 100 platos dirijas a los comensales a qué comer porque no se puede tener tanto ingrediente fresco para poder abarcar eso. Y la grasa de la pasta no sería aceite pero era eso, grasa. Mucha. He dado 3 estrellas, no una. No pretende ser un comentario destructivo ni mucho menos. Pero para mi esa noche hubo claro-oscuros. Y sí, te puedo decir allí que no me llames guapa ni principesa pero tener que aclarar eso, a alguien que me llama de esa forma sin conocerme,...
Read moreEstuve anoche. Llegamos, y “Andrea” nos recibe muy bien. Muy amable. Él y el otro camarero. Les pedimos unas cervezas y nos las ponen. El servicio y la comida, muy bien. Sin embargo, tras 15 minutos dándole vueltas a la carta mi pareja y yo, decidimos pedir una pizza capricciosa y una lasaña boloñesa. Nos viene el tal Andrea muy simpático, y nos tomó por tontos: “Muy bien que queráis esto, yo os lo voy a cambiar todo… ja, ja, ja”. Total, que nos dice que pizza no. Y que la lasaña tampoco. Le digo que tengo antojo de pizza, y me dice que me va a poner a modo de entrante algo parecido, y lo demás sorpresa. Total, que cedemos. Nos pone una piadina con jamón, rúcula y tomate, una pasta con frutos secos, y otra pasta rellena con salsa de boletus. Platos pequeños. En total 3 platos para compartir, pero con poca comida en los dos últimos. La piadina del tamaño de una pizza individual. Le pedimos la cuenta, y nos dice “No, por Dios, antes de la cuenta un limoncello”. Nos trae dos chupitos de limoncello, y una cuenta que pasó de 40-50€ máximo, a 70€. Por toda la cara. Me sentí ESTAFADA. Dicho todo esto, como la comida y servicio es bueno, simplemente no os dejéis estafar, ni engatusar por el tal Andrea a quien le deseo que, el dinero que se ganó tomándonos el pelo, le sirva para medicinas. Pedid a la carta y, si os dejáis aconsejar, que os diga antes el precio… porque vaya tela que existan...
Read more