Undoubtably Gijón's best restaurant. I cannot fault this place, it excels in every possible way. I have eaten at many of the best restaurants in Gijón and none can beat El Recetario in terms of value for money. Our bill was quite literally half the price of similar restaurants in the area, and the same, if not better quality food. I absolutely recommend to order many half portions off their menu and try a variety of dishes! Top recommendations would be the seafood meatballs and the lemon sorbet dessert, you can't leave without trying it!
The staff are incredibly friendly and welcoming, they are always respectful and accommodative. They are more than happy to advise you on portion sizes and recommended dishes. The interior is welcoming, with a dedicated wine bar area and a more purpose-fit dining area as well. It's great to sit by the window and...
Read moreEl local está fantásticamente ubicado entre el puerto deportivo y la playa de San Lorenzo, Justo al lado de la plaza mayor. Aunque la sala es amplia y luminosa, no parece disponer de gran superficie a primera vista, más alberga una sorpresa en el piso inferior: un comedor espacioso y luminoso, subterráneo, accesible por una escalera suficientemente cómoda, que no aparenta estar bajo en nivel de la calle.
Por supuesto, alguien con problemas de movilidad deberá ser atendido en la planta superior donde también hay una barra de bar y los aseos, uno adaptado, que sin estar mal mantenidos podrían estar mejor. Por ejemplo el pestillo del cubículo del inodoro estaba estropeado. El confort acústico era suficiente, sin que se apreciase ruido excesivo ni reverberación, aunque es verdad que en las dos ocasiones había poco público.
El comedor es cómodo, con sillas tapizadas y acolchadas que permiten permanecer sentado confortablemente durante una larga cena de un par de horas. Las mesas son amplias y están convenientemente espaciadas para el acceso y deambulación tanto de los comensales como del personal.
La atención es amable, atenta, agradable y discretamente cercana. Sirvieron con una cadencia adecuada, estuvieron atentas a rellenar las copas y no interfirieron las conversaciones. Aunque era tarde y nos alargamos, ni siquiera lo insinuaron y nos permitieron prolongar la charla razonablemente.
No ponen manteles pero sí servilletas de tela y unos soportes inclasificables para reposar los cubiertos sin contacto con la mesa. La vajilla es correcta y ponen un plato para el pan. La cubertería era variada y suficientemente específica para lo que comimos. Cristalería adecuada también. En general diría que las calidades son suficientes, ligeramente por encima de la media.
No vi la carta de vinos porque otro se encargó de elegirlos. La de platos era escueta, más nunca diría que insuficiente o escasa. Todo lo que comimos y bebimos estaba bueno, sabroso, de texturas agradables, temperaturas perfectas… acaso diría que uno de los caldos tenía un regusto a madera húmeda no del todo agradable, más no me quejé por deferencia con quien lo probó, y me lo tomé para no parecer descortés. Tampoco estaba tan mal. Lo demás estuvo bien, incluso el pan, el agua, los cafés.
No pagamos poco, más tampoco diría que fue demasiado. Volveré a probar alguna cosa más. Recomiendo este lugar sin duda...
Read moreCena para dos personas, solicitamos el menú degustación II (tienen uno más corto y el 2 sería un poco más amplio). El menú incluye 7 platos principales y un poste, no tiene maridaje a parte, dentro del menú te ofrecen dos opciones de vino, uno blanco y otro tinto de su elección. No puedo valorar como es el comedor de la planta baja ya que cenamos en la superior que es la que estaba pie de calle. Decoración en mi opinión quizás extremadamente minimalista que puede pecar de frialdad, pero cierto que tienen una cava en la entrada muy decorativa y buena bodega, trabajan también el formato de botella mágnum lo que indica una buena rotación del producto, destacar que tienen entre sus estanterías el vermú "la trucha cautiva" (maravilloso vermú con origen cangues que es un deleite para el paladar el cual recomiendo probar encarecidamente). Respecto a la comida, el menú se te hace corto ya que trabajan rápido no haciéndose pesado. De cantidad la justa para una degustación. Pese a que no soy debota de la casquería, recomiendo las mollejas de ternera con el huevo escalfado, curiosamente el plato que más me gustó de los 7. Destacó también las croquetas y el maravilloso puré que acompaña a la vieira, es meterte un bocado de Galicia en la boca. La mayonesa de azafrán otro espectaculo, que hace que la empanilla pierda totalmente el protagonismo del plato. La pizza de foie y el pixin en mi opinión no fueron platos que me preoduciesen ninguna sensación. Y el postre me falto unión en los elementos y sabor, salvo el praline de avellanas, el resto son demasiado suaves en sabor. Respecto al trato y al personal, en nuestro caso fue bien y correcto, pero si te trasladan prisa cuando las ves correr por las escaleras o van aceleradas. Y si empatice con la camarera como familia de hosteleros de la que provengo, que los clientes pueden ser insufribles y maleducados como la situación que vivimos ayer con los comensales que nos rodeaban, llegando tarde a las reservas, esperando a indicar que son celíacas... los clientes respecto a la hostelería, en un gran %, tienen un concepto de "todo vale" y no respetan ni emparizan como lo harían con los horarios o trabajo de un baquero o un super. Por todo ello, recomiendo conocer este local y al menos una vez probar su oferta...
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