Se ha hecho una reseña desde el grupo acudió a una cena "bajo el mar" que ya ha sido contestada por el propietario Intentaré replicarlo.
Nos hemos sentido muy bien tratados por todo el mundo en Gijón durante todo el fin de semana, excepto el sábado entre las 21.30 y las 23.30. En esa hora un grupo de 12 amigos habíamos reservado y pagado por adelantado, con la misma tarjeta de crédito, una cena bajo el mar. No era muy difícil adivinar por parte del restaurante que nuestra intención era cenar juntos. Pues no: nos separan de 2 en 2, y pese a que se solicita un sencillo cambio para acercar las mesas, no solo no acceden a ello, sino que no dan explicaciones de por qué no era posible. Ninguna información ni nota sobre la inexcusable obligación de cenar en pareja existe en la web, ni en ningún otro lugar.
Se ha reprochado en la contestación del propietario que acudimos 20 minutos antes. Cierto: pretendemos ser puntuales como se exige (esto sí) en la web.
Se nos dice que llegamos con evidentes síntomas de estar bebidos. 8 de los comensales aparecen en el restaurante directamente después de haber viajado en coche durante 3 horas. Nos sentimos ahora muy ofendidos por un comentario público como éste, directamente injurioso y que solo pretende justificar su posterior actuación.
Se nos dice en la contestación que insultamos al personal. El cariz de los acontecimientos con la actitud del personal de sala (que amenazó con llamar a la policía si a las 23.30 no habíamos terminado de cenar) nos animó a grabar la escena. Entre lo destacable de esa grabación, la manifestación de un camarero (señalado por la jefe de sala como víctima de los insultos) de que él no había sido insultado. No importa, se dice públicamente. Calumnia que algo queda.
No se nos dio la posibilidad de tomar un café porque se había rebasado la hora. De hecho, esta premura por acabar a las 23.30, debe de ser la causa por la no nos han servido el prepostre incluido en el menú (según información contractual en página web).
Se nos ha impedido salir a fumar durante el servicio porque la salida a la calle se efectuaba por la tienda del Acuario y expresamente se nos dijo que podríamos sustraer algún artículo de esta tienda. Es decir, el camarero que te está sirviendo te tacha de sospechoso ladrón (por suerte no prohibieron ir a los aseos, que también estaban junto a la tienda).
Así pues, creímos necesario expresar una queja a través de las hojas de reclamaciones. Las pedimos y nos dijeron que volviésemos al día siguiente por ellas. Ante la lógica negativa, y nuestra posición de que no teníamos inconveniente en esperar porque esas hojas deben estar allí, el personal de sala avisó a la Policía Local, que acudió en masa (8 efectivos para solucionar este problema). Tras exponer la situación a los agentes aparecieron las hojas de reclamaciones, que, "anda, estaban aquí, se me habían traspapelado", según se escucha en la grabación de la escena.
Seguramente al lector le interese más saber si va a comer bien. En mi opinión la comida no es especial como se espera de una “experiencia”. Dos platos (bogavante y atún) no estaban bien cocinados, y otros no justifican el precio. La bebida, incluida en la tarifa, debe ser suplicada a los camareros. Y no hablo del vino (que también), sino del agua, que una vez acabada debió ser pedida muchas veces con muy poco éxito (no repusieron la botella). Seguramente estuviesen más pendientes de cumplir el horario que de servir. Además, uno de los comensales de nuestro grupo no encontró uno de los platos en su adecuado punto (un bogavante excesivamente pasado, evidente a simple vista). Se pidió que lo cambiasen, y se le dice que no pueden porque no tienen más. Le cambian bogavante por lubina. ¿Es admisible en un restaurante de este precio y de esta supuesta categoría?
Supongo que se me responda en un tono similar alegrándose de no verme más por allí. Hay empresarios que se preocupan cuando pierden clientes porque les intentan cuidar; y otros que se alegran de perderlos. Es una decisión de cada uno cómo se trata a...
Read morePues tengo que poner una reseña muy negativa del lugar sin llegar a haber ido a comer, cuento mi experiencia. En enero de 2023 me regalan un bono para el menú degustación de pase largo, teníamos ganas de ir al restaurante desde que le habían dado una vuelta y nos pareció un regalo estupendo, por motivos laborales (trabajamos, mi mujer y yo fines de semana) y familiares (dos niñas pequeñas) no nos planteamos canjear el bono hasta pasado el verano. En el mes de octubre me pongo en contacto para reservar mesa y me comenta un persona muy amable (eso si) que el servicio de cenas esta cerrado por eventos hasta nuevo aviso, ofreciéndome la posibilidad de cambiarlo por las "cenas entre tiburones" abonando la diferencia. Tras pensarlo detenidamente y ver como era ese servicio, decidimos esperar y seguir con la idea inicial en servicio de comida y el pase degustación, las cenas no teníamos buena referencia y no encajaba mucho en lo que queríamos. A principios de diciembre vuelvo a llamar para ir, esta vez, a comer y una chica otra vez muy amable me comenta que no puede ser por desarrollarse un evento en esos días, le explico que es un bono regalo que tengo desde enero y lo mira y me dice que no me preocupe que hasta el 26 de enero tengo tiempo para disfrutarlo. Con ese dato me quedo. A mediados de enero, y al no poder cuadrar una fecha para ir a comer (solo hacen el menú en comidas viernes, sábado y domingo cuando no hay eventos...) vuelvo a ponerme en contacto para ver si existe la posibilidad de ampliar el plazo del bono, pues no tenemos manera de cuadrar las fechas y la chica (de nuevo muy amable) me contesta que va a consultarlo y que me darán una respuesta. Muy bien, concluyo. Un par de días después me llama un chico que se presenta como jefe de sala y me dice que el bono caducó el 31 de diciembre y básicamente que está perdido, que no hay nada que hacer. Le comento la fecha que me había dado su compañera como limite y que seria de tontos no haber llamado antes de que caducara, que me guie por ese 26 de enero que me dieron como referencia y que me parecía muy bien, lo perdería pero contaría mi experiencia por redes sociales, lo difícil que ponen el disfrutar el bono y la conclusión de mi aventura, sin bono y sin cena. Parece que al decirle que comentaría en redes sociales me dice entonces que no me preocupe, que vamos a buscar una solución y que ya me llamaría, que va a consultar como "solucionarlo". Esto fue a 16 de enero, el 5 de febrero no tengo contacto ni respuesta ninguna y por ello comparto mi experiencia. No hemos cenado con lo que la calidad de la comida no la conozco, el personal es muy educado al trato aunque no dan correctamente la información, el disfrutar un menú degustación se convierte en un tema muy difícil (solo comidas los fines de semana y no siempre) y la experiencia al final, pues muy...
Read moreRecientemente visité este restaurante para un brunch que tenía altas expectativas debido a su ubicación y decoración. El local está bellamente decorado, con una terraza que ofrece unas vistas espectaculares sobre la playa de Poniente, un lugar ideal para disfrutar de una comida tranquila y agradable.
Sin embargo, la experiencia gastronómica dejó mucho que desear. La comida en general fue muy normal, sin nada que realmente destacara. La única excepción fue la "vica gallega", el único plato casero elaborado por el restaurante, que sí mereció un reconocimiento.
El resto de la oferta gastronómica fue decepcionante. Los croissants y otros dulces y salados no eran caseros y tenían la calidad de productos comprados en una panadería barata. Además, el bol de fruta de temporada incluía manzana, pera y melón, frutas típicamente de septiembre, a pesar de que estamos en julio, lo que indica una falta de atención a la estacionalidad.
Los quesos tampoco impresionaron. El rulo de cabra parecía ser el de Lidl, simplemente decorado con elementos rojos, mientras que el queso fresco era insípido y básico. El queso manchego era algo mejor, pero seguía siendo bastante común y no destacaba.
Uno de los platos fue un huevo cocido a baja temperatura con crema holandesa y dos lonchas de bacon. Este plato fue el mejor de la experiencia, aunque el bacon no estaba bien hecho, no crujía y no aportaba nada al plato. Además, el menú en internet anunciaba tortilla de patata y tostada de semillas en lugar del huevo con salsa holandesa, lo cual resultó en una discrepancia decepcionante.
El plato principal consistió en un trozo de salmón rebozado sobre una tortita de taco con una salsa. Este plato carecía de elaboración y creatividad, simplemente freían el salmón y lo servían. La tortita del taco era comprada, una oportunidad perdida para ofrecer algo casero y distintivo.
Finalmente, el postre fue el aspecto más decepcionante del brunch. El mousse de mango era blanco y casi no tenía sabor a mango, decorado con elementos crujientes rojos que no aportaban nada al plato. El mousse pedía una base de galleta o bizcocho y un poco de mermelada o crema de mango para variar texturas y mejorar el sabor.
En resumen, aunque el ambiente y las bebidas fueron satisfactorios, la calidad de la comida no cumplió con las expectativas. El restaurante tiene un gran potencial debido a su ubicación y decoración, pero necesita mejorar significativamente la calidad y la creatividad de su oferta...
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