Los Pinos Casa de Comidas — Restaurant in Huétor Vega

Empiezo por decir que conocer la Casa de comidas Los Pinos es un privilegio. Desde que conocimos el sitio no hemos dejado de ir. Puedo decir que lo he frecuentado en todas las opciones y los horarios posibles y siempre la experiencia ha sido inmejorable:

He ido para cenar. Las cenas en verano son estupendas, el ambiente fresco, la comida perfecta, el trato del personal inigualable.

Lo he frecuentado para una comida rápida, y el resultado ha sido el mismo.

También he ido otros días en celebraciones, y la experiencia ha sido inmejorable.

He pedido comida a domicilio, y aún lamento no haber hecho fotos que sirvan de testimonio del mimo con el que preparan, por ejemplo, un buen arroz para llevar.

Tanto el servicio de todo el personal como la calidad de la comida es perfecta. Es el paradigma de un trabajo hecho con gusto, con mimo, con amor. Pensando en los clientes. Supongo que han estudiado mucho el trato y la calidad que les gustaría recibir en un sitio especial y es justo el que ellos dan. La carta, pese a no ser muy extensa, está siempre cuidadosamente estudiada para atender a todo tipo de comensales. Va adaptándose a las estaciones. Estudian y miman los productos locales, cuidadosamente seleccionados. El origen de sus productos es de proximidad y de la estación. La agricultura de la vega, los quesos granadinos o las carnes, por ejemplo, lucen en este restaurante como no conozco en otros. Además de tener una bodega excelente.

Aparte de los productos, la elaboración de los mismos es magnífica: desde los aperitivos y platos para compartir a los principales, a los arroces, o a los postres. Estos sí que son únicos: la tarta de queso, bizcochos de zanahorias, los helados, que también elaboran ellos, son buenísimos.

En definitiva, la Casa de comidas Los pinos representa el gusto por el oficio, el trabajo bien hecho, buscando por encima de todo la total satisfacción del cliente, tanto en trato como en comida. Y todo a un precio mucho más que razonable. Es una suerte conocer este restaurante y poder frecuentarlo....

Interior recientemente reformado, con mucho gusto y teniendo en cuenta la acústica (lo cual es muy de agradecer). En la terraza se está muy a gusto tanto al solecito en otoño-invierno, como con sus toldos echados en primavera y verano. La atención, además de profesional, muy amable y eficiente. En nuestra última visita, estando a tope tanto el salón como la terraza, la recepción y la primera consumición fueron inmediatas y con una tapita de bienvenida que siempre se agradece. La comanda se nos tomó aún saboreando la tapita. El entrante en su momento y los principales, de los cuatro comensales, todos a la vez y apenas concluido el entrante. Y, lo mejor, al menos yo lo valoro mucho, las segundas consumiciones eran atendidas y servidas sobre la marcha.

Los arroces son muy buenos, las croquetas y las albóndigas espectaculares, así como la pata de pulpo. Las carnes las elaboran muy bien. La ensalada de berenjenas buenísima y los puerros asados de diez. El postre elegido (tarta de yogur, frambuesa y mango) estaba bueno, pero echamos de menos algo más de variedad, tal vez se podrían añadir algunas preparaciones de reposteros acreditados de Granada (Tartas Cristina, Los Italianos, La Madre de Cris) o algún postre casero (tiramisú, tocino, flan, ...).

Un lugar para repetir sin lugar a dudas y en el que se puede disfrutar tanto de un buen almuerzo como de una cena no ya sólo por sus elaboraciones y trato, sino también por su privilegiada ubicación. Se aparca...

Almuerzo en compañía de amigos que de manera habitual nos reunimos para intentar encontrar en Granada un lugar donde comer bien a precio razonable, que según vemos es bastante difícil. El lugar de hoy Casa de comidas Los Pinos en Huetor Vega, la verdad es que no ha cubierto las expectativas despertadas en base a una recomendación de un amigo y de los comentarios de un programa de televisión, donde hablaban más que bien de este lugar. La comida de hoy ha sido bastante mediocre en cuanto a su calidad y excesiva en el precio a tenor de de la mencionada calidad Un arroz con bacalao y alcachofas duro ácido y con alcachofas mal cocinadas a modo de decoración del arroz Unas costillas de cerdo Laqueadas, que en ningun momento se ve el laqueado, es más costilllas ya cocinadas con anterioridad y recalentadas para servir, lo que se salva de la comida ha sido un entrante de puerros asados con salsa romesco, nada ortodoxa,y una croqueta pasable junto al vino que ha sido aceptable En resumen el lugar es agradable el servicio es amable pero la cocina deja mucho que desear Destacar las pésimas migas de sémola servidas...