Café Restaurant Durbán — Restaurant in Huesca

Ansiedad. Así es cómo describiría este local en una sola palabra. De primeras el camarero borde. Entramos mi pareja y yo y empezamos a buscar una mesita, había muchas con pegatinas de reservado pero encontramos una libre que no ponía nada. En seguida nos alcanza un camarero y nos dice que está reservada y que 'cuando entras en un bar siempre hay que preguntar si te puedes sentar'. Señores, ¿Quién pregunta si te puedes sentar en "x" sitio al entrar en un bar? Nos ha parecido raro no, lo siguiente. Además dicho de malas maneras y acompañado con una mirada rancia. Después, ¿25 minutos para una Coca-Cola? ¿En serio? Sin comentarios... No olvidemos, todo esto acompañado de malas miradas y respuestas tajantes. Al preguntar por nuestras bebidas, nos ha respondido: ahora os tomamos nota que hay cola. (¿Cola para pedir bebida?... Ni idea). La verdad es que el ambiente hostil se notaba en todos los camareros (he contado 4, sumando a los de la barra). Pero el peor con diferencia y fue quien nos sirvió, era uno de pelo largo con coleta. Señor, una recomendación, por su salud, vaya usted al psicólogo. Quiero remarcar que el bar/restaurante no estaba en hora punta ni estaba desbordado. En las mesas de afuera habían 4 que estaban ocupadas y dentro otras 3-4 también. El local no estaba ni medio lleno. No entiendo este trato... Como puntos buenos que tiene, para no parecer tan cruel en esta reseña: Buena decoración. Buena música...

Bueno , leyendo reseñas de este sitio veo que el problema no lo he tenido yo...servicio pesimisimo....encargado (creo que era el) no solo vale con que te digan que eres encargado si no con que lo demuestres sabiendo gestionar....cuando nos pusieron los platos después de 45 minutos .....eso puedo entenderlo !!!...nos traen todo sin haber montado ni si quiera un mantelito vale eso también lo entiendo, aunque viendo a algún camarero de la terraza que se dedica a hacer relaciones publicas imagino yo con amigos .... cuando montan todo pedimos la bebida y después de haber entrado 3 veces al interior del local para reclamar las bebidas ya enfadado y casi habiéndonos terminado la cena ....nos las sacaron y me viene el encargado que tenían mucho trabajo (yo le había visto recogiendo unas copas y unas tazas en vez de servir mis bebidas) y que me las sacaban pero que me había colado el a otra gente(este señor no sabe lo que es trabajo)....de todas formas mi más sentido pésame a quien haya contratado al señor este para la gestión del local....y te lo digo yo de rangos en terraza de 20 mesas por camarero y bandejas llenas en los buenos tiempos de San Lorenzo con Huesca llenísima (repito este no sabe lo que es trabajar)....claro también había otro tipo de camareros no de los que arrastran los pies por el suelo y no...

Muy mala experiencia. Tardaron más de 20 minutos en atendernos y, cuando entramos al bar para pedir, nos dijeron que solo se podía pedir fuera. El servicio fue lentísimo: tuvimos que recordar que nos faltaba una ración porque ya la habían servido a otras mesas que habían pedido antes y después.

Pedimos otra jarra y nos la trajeron con limón diciendo que era normal (cuando no lo era). También solicitamos un Aquarius de naranja y lo trajeron de limón; al reclamarlo, el camarero contestó de malas maneras diciendo que no se había especificado, cuando sí lo habíamos pedido claramente. No es raro que se equivoque, porque hay que repetirle las cosas una y otra vez, y no solo con nuestra mesa.

Para colmo, hasta para pagar hubo que entrar dentro porque ni eso gestionaban bien en la terraza. Un sitio muy desorganizado, con mal servicio y sin atención al cliente. Para no repetir...