Parque Miguel Servet — Attraction in Huesca

Si estás en Huesca y vas con niños es un sitio que no te puedes perder. Hay un estanque con patos en la que los niños se lo pasan genial tirándoles pan o comida. Un par de zonas con columpios ideales para niños pequeños. En el gigante de piedra (el monumento a los Reyes de Aragón), también es un buen sitio para que los niños se suban y jueguen. Hay una especie de telaraña para que los niños se suban y hagan gala de su equilibrio. Al lado de éste sitio hay un lugar para jugar a la petanca y una especie de juegos para que las personas mayores hagan ejercicio. Unas gradas con césped y cemento muy usada por los adolescentes en verano. Cuenta con 2 bares y varias fuentes. El Ayuntamiento instaló una zona para hacer teatro que no le da ningún uso, como mucho en San Lorenzo, pero ni eso. También puedes ver el Kiosco del maestro Sampériz (muy sobrevalorado por el Ayuntamiento), pero no es un kiosco, es donde toca la banda municipal en las fiestas. Las pajaritas es el monumento icónico de Huesca. No puedes visitar la ciudad y no hacerte una foto allí. Si te gusta el deporte, mucha gente va a correr y ponerse en forma dando vueltas al parque. Debo decir que reformaron una zona donde hay una fuente iluminada donde puedes hacerte fotos, pero no siempre está encendida y cuando lo está a veces no está iluminada. Yo llevo toda la vida en Huesca y no se los horarios del encendido. La gente se haría fotos allí si se supiera cuando está encendida. Es genial ver la casita de Blancanieves por fuera. Monumento típico para hacerse fotos. Si vas en verano con niños no pasarás calor, hay muchas sombras y se suele instalar una ludoteca allí. Por contra, puedo decir que hay una plaga de estorninos (son como gorriones) y a según que horas hacen un ruido infernal. Aunque el Ayuntamiento trabaja en su desaparición, no ha...

"El pulmón verde de la ciudad", se dice de él, es el mayor parque de Huesca y uno de los más antiguos, su construcción arrancó en 1.928.

La variedad arbórea que alberga: tejos, magnolia, sauces, castaños de indias, cipreses, tilos, acacias, cedros y más, merece visitarse y disfrutarse en cualquier estación.

Además, acoge uno de los conjuntos escultóricos particularmente querido entre una buena parte de quienes habitamos Huesca, se trata de "Las Pajaritas" de Ramón Acín. La razón de que hayan llegado hasta nosotros, no como lamentablemente, sucedió con otras obras de Acín, radica en que los gestores franquistas de la ciudad, asumieron que se trataba de un monumento para "niños", que no entrañaban amenaza alguna

Estaría bien que asumiendo la reciente condena del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 1, el Ayuntamiento retirase el busto de Vicente Campo, alcalde de la ciudad con Primo de Rivera, realizado en la tardía fecha ya de 1.995. Debería seguir idéntico camino a su retiro, como establecen las actuales Ley de Memoria Democrática y Ley de Memoria Histórica, el monumento de Ángel Orensanz "a los defensores de Huesca", levantado en 1.962 para conmemorar el fin del sitio Republicano a la ciudad.

Finalmente, cabría señalizar con la cartelería informativa y explicativa precisa, el refugio de la guerra situado...

Este parque ha ido mejorando con el paso de los años. Desde la infancia, recuerdo la casita de blanca nieves cómo el gran referente. Junto con el rey de piedra, el estanque de los patos y el rincón de las pajaritas. Hace poco que volví a pasear por este corazón neuralgico de Huesca y he podido observar como se ha ido modernizado y existen muchas zonas dónde poder pasar buenos ratos. Es un parque donde puedes ir sólo, en compañía o en familia. Los niños siempre van a agradecer el estar en este sitio. Para el tamaño de la ciudad, el parque ocupa una buena extensión. Hubo problemas en tiempos con los "estorninos" llegando a crear serios problemas para los visitantes. Tanto por los "regalitos" que te podían caer encima como por el ensordecedor ruido que emanaba de tanta cantidad de aves concentradas en un sitio. En la actualidad nada de eso ocurre. Pasó a la historia. Quedó como una anécdota. El parque merece mucho la pena...