Restaurante Casa Córdoba — Restaurant in Jaén

Nueva visita en Feb'23.

La verdad es que hoy en día es algo difícil encontrar hueco en un restaurante una noche de viernes en la que no haya reservado casi con una semana de antelación. Intentamos reservar mesa "sobre la marcha" llamando por teléfono; pero un robot nos decía que a partir de las 21:00 ya no cogían el teléfono y que sólo se podría reservar mediante internet 🥱. Por suerte, nos presentamos sin reserva y pudimos encontrar sitio. Había además otras 4 ó 5 mesas vacías (y hueco en la barra).

🟢 Cerveza 🍻: cerveza de copa (de Cruzcampo creo recordar). Servida en copa, estaba fresquita. Como alternativa sin alcoho, tenían la 0,0 tostada. Cerveza con alcohol. Precio: 2,50 € Cerveza 0,0 tostada. Precio: 2,80 € Un punto muy negativo es que te cobren la cerveza al mismo precio que en la barra, pero que sea SIN tapa. 🔴 Tabla de quesos 🧀: fallo, decepción y engaño. En la carta se presenta una tabla de queso compuesta por queso añejo Levasa con tres leches, vaca, oveja y cabra de Jaén; y sin embargo nos sirvieron una tabla de quesos es los que había un queso añejo al aceite y dos quesos de la familia de los azules. La presentación es horrible. Del primer tipo de queso se presentan 6 trozos, 4 del segundo y 8 del segundo. Acompañaba al queso un puñado de nueces. Precio: 16,00 €. Valoración: 3/10. 🔴 Parrillada Suprema 🥩: supuestamente recomendada para 3-4 personas, se trata de un plato de carne en el que no sabes que te estás comiendo. Todo sale ya trinchado de la cocina para que sea pinchar y comer. Es triste que lo más rico de una parrillada sea la verdura que viene de guarnición. Las fotos que acompañan a esta reseña hablan por sí solas. Precio: 52,00 €. Valoración: 2/10.

El restaurante ha dado un paso atrás en la calidad. No me gusta ver que un sitio clásico de Jaén retroceda en lugar de avanzar; pero no puedo dar más de ⭐⭐⭐. Tengo la sensación de que voy a tardar muuuuchos meses en volver a darle una nueva oportunidad

Sitio clásico de Jaén en una de las plazas de toda la vida. En la terraza no había mesas separadas por mamparas. En el interior te encuentras con un salón con mucha solera. Para comer, pedimos un flamenquín, las patatas casa Córdoba, el bacalao, el lomo de orza casero y la parrillada de verduras. Estuvo todo muy rico De beber había cerveza en caña muy fresquita y tenían tanto Alcázar como Alhambra milnov Seguramente será un...

Pésimo servicio.

Resumen: si no eres de Jaén, te van a discriminar, no vayas.

El camarero que nos atendió era súper seco desde el principio (parecía el dueño, lo cual tiene más delito, porque poco a poco sus camareros acabarán siendo como él, y entonces menuda fiesta de maleducados se va a montar). Prácticamente pasaba de nosotros, mientras que atendía a otras mesas estupendamente y con una sonrisa. No era nuestro caso, donde ni nos miraba a la cara.

Como dice otro comentario por aquí, parece que, o eres de Jaén, paisano o conocido, o te tratan como basura.

Cuando fui a pagar, le llamé la atención en la barra varias veces. Ninguna me miró, ni me hizo caso, y no parecía particularmente ocupado. Podría haber hecho un simpa y ni se habría enterado, pero tuve más decencia que él en atenderme e insistí en que me cobrara.

Finalmente, puso el ticket sobre la barra (de nuevo, evitando todo contacto visual) y siguió su camino a la terraza para quedarse parado mirando las mesas.

La comida estaba normalita, pero el servicio hizo que todo supiera a barro.

Todos tenemos nuestros días en los que lo único que queremos es llegar a casa y olvidarnos de todo, pero aun así, afrontamos el día e intentamos ser lo mejor persona posible de cara al público. Yo mismo tenía ese día una importante entrevista de trabajo y os aseguro que no me apetecía nada tener experiencias como la que tuve en este restaurante, y menos después de pegarme 4 horas de viaje hasta Jaén para llegar y encontrarme con esto. La entrevista bien, gracias, me...

Fui con unos amigos, y lo que sentí desde el principio fue intranquilidad. Al camarero que atendia en la terraza le molestaba todo y además ironizaba sobre ello. Uno de los platos tardó mucho en llegar y cuando llegó, en vez de decir algo agradable y simpático tipo "por fin ha llegado" o "perdón por la espera" dijo que había llegado cuando tenía que llegar y acto seguido soltó un vaso de tinto con casera de un golpetazo a 30 cm de mí. Un camarero puede tener más o menos gracia, ser más rápido o más lento, más o menos simpático pero nunca debería ser una persona que faltase el respeto a sus clientes. Todos tenemos nuestros días y muchos hemos trabajado detrás de la barra, pero jamás he visto nada parecido ni me han hecho sentir tan mal en un restaurante. Lo siento por Casa Córdoba, un referente en Jaén al que llevamos yendo toda la vida y al que no...