La reciente visita a La Única, restaurante situado en León, nos dejó una impresión muy positiva, aunque no exenta de matices. Optamos por la terraza debido a la imposibilidad de comer en el interior. Es cierto que el calor era excesivo, pero tampoco resulta sorprendente: en pleno agosto, el clima es un comensal más al que hay que invitar a la mesa.
Pasando a lo verdaderamente importante —la experiencia culinaria—, conviene destacar que con cada consumición ofrecen un aperitivo. En nuestro caso, unas patatas con mojo canario, correctas en ejecución pero sin deslumbrar. Un inicio amable, aunque algo tímido para un restaurante que aspira a situarse en un nivel superior. Quizá sea este detalle, junto con el reducido tamaño de las bebidas, el principal obstáculo que le impide alcanzar la excelencia plena.
El recorrido gastronómico ganó intensidad con las croquetas. Las de vieira resultaron memorables: una cremosidad única, casi voluptuosa, que se adhería al paladar con elegancia marina. Le siguieron las croquetas de wagyu, que no solo igualaban ese nivel, sino que añadían una potencia de sabor profunda, carnal y redonda. Dos bocados que, sin duda, figuran entre lo más destacado de la velada.
Las mollejas con boletus merecen mención aparte. El plato alcanzó cotas de refinamiento inesperadas: un sabor intenso y delicado a la vez, con ecos que recordaban por momentos al guiso tradicional de callos, pero ennoblecido por el aroma terroso del hongo. Un acierto que se queda grabado en la memoria gustativa.
El capítulo dulce lo cerró una torrija caramelizada acompañada de helado de vainilla. Una reinterpretación del clásico que, pese a un error inicial en la comanda, acabó conquistando. Crujiente en su capa exterior, melosa en su interior y equilibrada en dulzor: un final a la altura de lo esperado.
En cuanto al servicio, el trato fue siempre correcto y cordial, aunque faltaron ciertos detalles de profesionalidad: la confusión en el postre, la tardanza excesiva al traer la cuenta o la precipitación de retirar las copas antes de concluir. Pequeñas sombras que empañan, aunque no arruinan, una experiencia por momentos brillante.
En definitiva, La Única se erige como una de las direcciones gastronómicas a tener en cuenta en León. Una cocina con propuestas que justifican la visita —sus croquetas y las mollejas son platos de referencia— y que, con ligeros ajustes en el servicio y la atención al detalle, está en disposición de alcanzar la excelencia que su...
Read moreMUY BIEN, CON MARGEN DE MEJORA.
'La Única' se ha trasladado desde cerca de Boñar hasta el centro mismo de León, a uno de sus más hermosos rincones: la Plaza del Grano'.
Allí, cerca de la Iglesia del mercado, en una bonita casona, han plantado ahora sus mesas y manteles para desplegar su estupenda cocina.
Están aún en rodaje, y eso se nota en el tiempo que pasa entre plato y plato, y en la temperatura en la que llegó alguno. Pequeños errores que se subsanarán con el paso de los días.
La carta se ha reducido, supongo que de momento, y me ha parecido apreciar un leve incremento de precios que ha venido unido a una también leve disminución del tamaño de las raciones.
El comedor agradable, buena atención, carta de vinos con interesantes propuestas, y producto de primerísima calidad.
La ensaladilla de quisquillas muy sabrosa, las kokotxas con almejas delicadísimas (¡que sabor yodado a mar!), el tataki de atún muy rico, sobre un ajoblanco extraordinario, y la carne en su punto y también muy buena.
Todo acompañado por un Ondarre reserva de la DO Rioja (no tomamos ni postre ni cafés), costó poco más de 100 €.
Sin duda este restaurante se va a convertir en una de las sensaciones de este verano en León.
Les deseo suerte porque hacen las cosas muy muy bien. Termino indicando que en esta visita les puntuo con 4 ☆ por causa de los pequeños desajustes citados. ¡¡Habrá que volver!!
ESTA FUE LA RESEÑA DE MI PRIMERA VISITA: Magnífica experiencia.
Hacía tiempo que no encontraba un lugar como este, capaz de aunar una experiencia gastronómica de alto nivel, un servicio sobresaliente, ubicación muy agradable y precios muy correctos.
Hay que reservar porque de otra manera será difícil encontrar sitio, y luego ... disfrutar!!
Servicio muy atento y nada 'sacacuartos' (en nuestro caso nos aconsejaron pedir menos platos porque queríamos demasiadas cosas y no íbamos a poder con todo).
La carta de vinos correcta y sin precios desproporcionados (así da gusto), y la cocina ... impresionante.
¡Qué kokochas con almejas! ... una delicia. Las croquetas de cigalas gustosísimas. Las pochas verdinas con vieiras estaban pecaminosas. La carne soberbia y la torrija caramelizada, quizá la mejor que he tomado.
En fin. Le doy cinco ☆ y una sentida enhorabuena. Cocina bien hecha, muy sabrosa y todo a precios sensatos....
Read moreBuff no sabemos casi por dónde empezar, no lo recomendamos para que no vayáis y siempre tengamos mesa, porque necesitamos repetir como mínimo 3 veces más, para dar a basto, a probar todo, porque cada ración o plato está más increíble que la anterior en sabor, puntos de carne, etc. El servicio es maravilloso, gente comprometida eficiente, amable se nota que les gusta y disfrutan en su trabajo por el esmero en el trato al cliente. Volvemos a lo importante, la comida, tienen muchos platos y raciones elaborados con productos de temporada, combinando productos locales con los de temporada, ambos de una calidad extrema, las elaboraciones y combinaciones son tradicionales pero aplicando vanguardia en su ejecución las croquetas sean las que sean, todas estupendas tienen una carcasa suave, fina, exquisita pero a la vez adecuada para contener la explosión de sabor que albergan en su interior, no dejéis de probar los carabineros y gambas tanto a la brasa como en tempuras, Impresionantes, la elaboración de hojaldre con morcilla y compota de pera maridado todo con una sutil pequeña cantidad de queso de Valdeon es para comerla a pedacitos pequeños, para que dure lo más posible la experiencia de saborearla, la carne de momento, solo esta vez pedimos Wagyu y a parte del tipo de carne, el toque de plancha combinado con brasa y el punto en el que la presentan es de 10, por último los postres solo hemos podido probar dos porque no había sitio para mas, probamos la tarta de queso y aparte un coulant de chocolate, ambos a cual más ricos suaves. 21/03/25 De nuevo visítamos La Única para comer, esta vez en el comedor de arriba, ESPECTACULAR!!!!, recomendamos los pescados a la Brasa de lo mejor de lo mejor, las croquetas de cigalas estratosféricas, y el Tartar de Vieira con Tuétano de otro planeta, de los postres de lo bueno lo mejor enhorabuena seguir así.
Por último y mencionado antes el servicio de 10, nos hicieron un hueco porque el comedor estaba completo como es lógico, y nos acomodaron en la planta baja en una mesa alta al fondo en la que estuvimos muy cómodos y a gusto....
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