Restaurante Pax Plaza del Grano — Restaurant in León

Fuimos tres personas, nos sentaron en el porche cubierto que tienen. Fuera, en el patio todo estaba un poco descolocado. Para beber pedí una copa de vino prieto tinto, no fue posible, solo sirven botellas completas. Tampoco nos dieron a elegir entre menú del día, que nos consta si que había, y carta. Como entrante pedimos croquetas, francamente son las más insípidas que he comido en mi vida. Creo recordar que venían 12, no estoy segura, pero a un precio de 15,50€ ración me parece caro no, lo siguiente. Después, precedidos por los comentarios pedimos arroz, que tienen de bastantes clases. Al ser tres tuvimos que pedir el mismo para los tres porque no hacen raciones individuales. En nuestro caso pedimos arroz con langostinos tigre,congrio y almejas. Para ser tres raciones el recipiente era pequeño, como para dos...algo que confirmé cuando vi que venían dos gambas. Y si, digo gambas o gambón congelado, del número 3 para ser concreta. Eso no eran dos langostinos tigre ni de broma. El congrio estaba pasado, malo, tenía un sabor como picante, pero no por la guindilla si la hubiera, bueno allí quedó, la verdad. Como postre mi padre pidió tarta de queso, seca no, lo siguiente. Mi madre y yo nos abstuvimos de pedir postre porque no sabíamos si estaría bien. Lo más decepcionante fue cuando recibimos la cuenta. Nos cobraron tres raciones de arroz con carabineros a 27 pavazos. Yo juro que no daba crédito, carabineros? Era gambón no es posible! Pagamos 108€ y salimos de allí estafados completamente. Yo insistí en hablar con la persona responsable, pero mis padres no me lo permitieron por no montar escándalo. En mi familia llevamos dedicados a la hostelería más de 20 años con negocios propios y trabajando en restaurantes y puedo decir que este, sin duda es el peor sitio donde he comido en toda mi vida. Me avergüenza que exista un lugar donde comas así, me avergüenza como profesional y como persona. Una total...

Sabemos que comer fuera de casa en León se está convirtiendo en algo prohibitivo, todos los sitios se han subido a la ola de precios desmesurados y es complicado encontrar un lugar que te ofrezca una buena relación calidad-precio, este restaurante no es la excepción ni mucho menos. El problema ya no es pagar precios más o menos inflados por ciertos platos, si no sentirte estafado y que se rían en tu cara. Tras una comida de 3 comensales donde compartimos como entrante una ración de chipirones entre los 3, con un segundo plato cada uno que consistía en una ración de lechazo y dos de arroz con manitas de cerdo, y dos postres a compartir, nos traen una cuenta de 140 euros o lo que es lo mismo ¡casi 47 euros por persona! La verdad que nos sorprende y más teniendo en cuenta que uno de los comensales bebió una caña, otro una botella de agua y el tercero una botella de vino pequeña de 37 ml. Tras analizar dicha cuenta vemos que cada rodajita de pan que se nos ha puesto se ha cobrado a 1,30 €, precio de barra de pan de panadería francesa, que la botella de vino pequeña se nos cobra a casi 23€ cuando esa misma botella se vende en Carrefour por 8€ y que uno de los cafés solos cuesta 1,90€ y el otro café solo con hielo 3,20€. Cuando el camarero trae el datáfono le decimos que creemos que hay un error en la cuenta con los cafés, que no puede ser que el hielo valga 1,30€, y tras revisar el ticket durante unos segundos nos dice que no, que todo está correcto. Nos reímos y sin ánimo de discutir llegamos a varias conclusiones, que hemos pagado 47 euros por persona por comer plato y medio, que no vamos a volver más y que las personas que vayan a ir en un futuro se aseguren de llevar el pan de casa y de no pedir granizados, no vaya a ser que el exceso de hielo les salga por un riñón. Si se tuercen en tobillo de camino al baño tampoco pidan hielo, aguanten un poco hasta...

Agradable sorpresa

Llevaba tiempo con ganas de conocer este restaurante, de los pocos de León que aún no había visitado, y tras comer allí he de decir que ha constituido una experiencia muy agradable.

Está ubicado en uno de los rincones más pintorescos y bonitos de la ciudad, en la hermosa Plaza del Grano, cerquita del Barrio Húmedo, en un antiguo convento, reformado recientemente y que ahora ofrece una hospedería, también muy recomendable, y un albergue de peregrinos frecuentado por caminantes de múltiples países.

El comedor es amplio, cómodo y muy luminoso. Tiene también una terraza acristalada en el patio, con sombrillas y grandes jardineras con lavanda y otras plantas, en donde se está estupendamente.

El servicio es muy atento. Cristalería, vajilla y menaje nuevo y bonito, y el servicio rápido y correctísimo. Disponen de menú (20€ en festivo, con tres primeros para elegir, otros tres segundos, pan, bebida y postre).

Nosotros comimos a la carta y tomamos dos raciones de arroz de verduras (13€ cada una), muy abundante y que estaba de notable alto; una ensalada mixta (11€) muy buena y enorme; unas chuletitas de lechazo (17€) de sobresaliente; dos postres (5'50€ cada uno) que nos resultaron lo más flojo y creemos que caros. Con el agua (2'20€ litro de Solán de Cabras), vino rosado de la variedad 'prieto picudo' típico de León, marca Pardevalles (12'50€), y los cafés, pagamos 85€ y marchamos muy satisfechos.

Le doy cuatro estrellas, (que son una nota muy buena, pese a que haya opinadores que dan cinco a una cadena de hamburgueserías o al bar cutre de su calle porque les pone un plato de cacahuetes...), y además recomiendo a los viajeros este lugar como una magnífica opción si pasan por la capital de viejo y noble Reino de León.

Seguro que...