Restaurant Ca Sergi — Restaurant in la Pobla de Farnals

Ca Sergi ha muerto de éxito! Hace unos años era un restaurante agradable donde la cocina y el trato estaban muy cuidados; ahora sin embargo ya no es así. El trato deja mucho que desear, anoche, 7 de julio fui a cenar con mi familia, pedimos mesa dentro para estar tranquilos y resultó ser todo lo contrario, había junto a nosotros una mesa de unas ocho personas que debían ser familia o amigos del dueño que no paraban de dar voces como si estuvieran en su casa, bueno, ni eso, yo en mi casa no hablo así, en ningún momento nadie les dijo que bajasen la voz. Había otra pareja junto a nosotros que estaban absortos, les sirvieron tardísimo y vi cómo cenaban con desgana. Aún así, dices, bueno, un hecho puntual, si la comida y la atención están bien... pero no es así. Ayer había un único camarero para unas 60 o 70 personas que estaríamos allí; el pobre hacía lo que podía mientras el dueño iba a carcajada suelta por el local, con sus amigos y/o familiares. Llegamos y la mesa donde nos sentaron estaba coja, no había mantel, la superficie estaba pegajosa, las copas y los cubiertos realmente sucios. Lo primero que nos sacaron era un plato de jamón ibérico y pan tostado, el pan lo sacaron media hora después de habernos terminado el jamón, los calamares estaban fritos con un aceite quemado, estaban oscuros y sabían raro, yo pedí solomillo y cuando ya habían servido a mis hijas viene y me dicen que no hay solomillo, me pido un entrecot y me lo sirvieron media hora después de que mi familia hubiese acabado y por cierto, parecía una suela de zapato. La pizza de mi hija estaba cruda.... dudo mucho que en cocina estén ahora las señoras que hace años hicieron de este restaurante un icono de la gastronomía mediterránea; este local tendría que bajar la persiana...

Hemos ido seis personas a comer, la verdad es que además de no permitirnos pedir menú dentro de la sala, sólo es para la zona terraza, ( sin habernoslo comentado previamente a la hora de hacer la reserva telefónicamente), la encargada a la hora de explicarnoslo no ha sido demasiado amable, más bien seca, aún comentándole que solo uno de los seis que íbamos a comer le apetecía el pescado que ofrecían en el menú, que además en carta no lo tenían. Me ha parecido poco profesional por su parte siendo la persona que se supone que está al cargo y es la cara visible del sitio. Luego la comida me ha parecido cara en relación calidad/precio y ejecución a la hora de cocinarla. Hemos pedido: Ensalada de tomate y tronco de atún. El tomate bastante corriente. Caracoles a la sal. Y nunca me los habían servido con una especie de salsa. Bravas. Que estaban buenas pero para seis personas algo escasas. Tres entrecot al punto y quitando uno, los otros dos estaban poco hechos, además de acompañados de unas patatas que se notaban que llevaban tiempo hechas y una rodaja de berenjena y dos de calabacín que ni fu ni fa. Paletilla de corderito a baja temperatura, que en un principio se han equivocado y han traído las de conejo y lo han rectificado, con la consiguiente demora a la hora de volver a servirlo. Y un Rodaballo, que estaba correcto. Y luego de los postres que he os pedido el que menos nos ha gustado ha sido la miloja que no tiene nada que ver con la de la foto de la carta. Al final hemos pagado unos 35€ por persona, demasiado para lo que creo que hemos comido, dudo mucho que repitamos en este lugar, habiendo muchísimos sitios más dónde estarán encantados de atenderte y...

Comida (muy buena).

Lo mejor: Los caracoles fritos, nunca los probé así y creo que son los únicos que me han podido gustar.

Lo peor: Las patatas bravas son una versión muy particular en la que usan pimentón picante en el aderezo de las patatas y la salsa es alioli. Yo no las llamaría bravas (aunque no estaban malas)

Las pizzas dan la impresión de ser totalmente caseras, masa incluida. Quedan algo pequeñitas (una para que cene uno está bien si se añade algo de picoteo)

Hemos pedido también sepia y calamares pero esto si que es algo estándar en la zona.

El local (hay que mimarlo un poco mas).

La decoración es preciosa.

Da la impresión de que estés patinando (real) y si vas descuidado resbalarse es fácil. De la salida del aire gotea la humedad condensada que cae junto a la mesa donde nos sentamos y se forman charcos en el suelo donde yo chapoteaba. Estas mismas gotas a veces caen sobre las personas y es poco agradable. En mi opinión falta algo que bloquee esa caida de agua y la redirija a algún punto donde no forme charcos en el suelo.

Justo cerca a la salida de aire se ven zonas en el techo con mucho moho debido a la humedad. En cuanto lo quiten y pinten va a estar precioso.

El personal (pocos pero excelentes).

Se nota que es un negocio familiar, pues lo llevan entre pocas personas. Esto tiene como parte negativa los tiempos de respuesta dado que para atender a muchas personas se necesitan varios camareros, pero como parte muy positiva es la cercanía del dueño y se le ve que es una persona muy cuidadosa con los clientes y que se preocupa de que estén a gusto y que...