Sidrería Presta — Restaurant in Leganés

Edito la reseña. Ha mejorado considerablemente. La atención de 10 por parte de la camarera. Rapidez en servir lo pedido. Muy bien aconsejado por la camarera a la hora de pedir explicando los platos. Comedor y barra llenos. Lo que no ha mejorado es el ruido de la gente vociferando pero eso va en la educación de las personas no del local.

Sitio nuevo con una decoración muy bonita de sidrería, aunque si que sobran las cajas de plástico de las botellas de sidra. Se ve y se nota una limpieza de 10. Cuando llegamos (previa reserva) solo estábamos 2 mesas en el salón y aun así tardaron en tomarnos nota de la bebida y traernos las cartas. Nos trae el camarero la botella de sidra con el escanciador y tuvimos que llamarle para saber como funcionaba (a los otros comensales de la otra mesa también les paso lo mismo) Un poquito de empatía por favor. Pedimos 2 raciones de cada. Cuando traen la 2ª le tuvimos que decir que eran 2 de cada para compartir en la mesa. Cosa buena que tienen que si quieres pan lo tienes que pedir, no es el típico sitio que te lo ponen sin preguntar y luego te lo cobran. De las 4 raciones (x2) solo se salvan los calamares. Las bravas frías, y cuando las vuelven a traer vienen recalentadas en el microondas con la alioli incluida. La oreja insípida, sosa, y las tiras de pollo también frías. A las 23h cuando nos íbamos estaba el salón lleno con 5 mesas y con el mismo camarero el solo. Ahí radica el problema de la lentitud del servicio, pero cuando al principio estábamos solo 2 mesas no justifica esa lentitud... No esperes tampoco escuchar fluidamente lo que habléis en la mesa, al estar muy junta la barra con el salón, sin separación ninguna y la barra llena de gente el ruido propio de bar, los gritos de publico y camareros se hace ensordecedor. Espero que cambien porque el sitio...

Era mi lugar favorito hasta hoy!

Mi experiencia: Entro para coger mesa y de entrada la encargada de mesa no fue amable, nos sentamos en una mesa alta pero decidimos cambiarnos ya que las dos mesas altas no son estables (necesitan ser ajustadas) teníamos pensado pasar la tarde noche allí cómo ostras veces ya que me encantaba el lugar. Un camarero muy amable me ofreció la mesa que esta justo donde están los barriles de cerveza, que por experiencia anteriores si tienen que cambiar el barril te tienes que quitar ( la mesa esta bien para el que esta de paso, nosotros queríamos pasarlo bien, cenar y seguir disfrutando de la cena como en ocasiones anteriores) El camarero muy amable me ofreció otra mesa al lado, la cual una vez sentada nos quito la encargada de mesas añadiendo que está “reservado” típica estrategia de camarero, me moleste porque esta casi que regaño al camarero por ser atento y servicial. Como ya le había pedido al camarero lo que queríamos, por respeto quise quedarme a tomar solo esa. Sin embargo el ambiente fue a peor, era mas un club de camareros ocioso con poco trabajo. Risas a todo pulmón, el de barra cantaba como si de su casa de tratara y la que supongo que era encargada de mesa ya que daba ordenes a todos no hacia nada al respecto y seguía la juerga. Acto seguido un cliente pregunta si le a tienden en terraza y ella contesta “aunque los camareros estemos enfadado le atenderemos” Ciertamente este personal deja mucho que desear, me gustaba mas cuando los camareros eran mayores y respetuosos. El nuevo ambiente es semejante a un bar de barrio cualquiera.

Este era mi lugar favorito y me encantaba presumir de èl ya que esta en mi barrio ahora me lo pensaré si...

Hice una reserva para 10 personas a las 20:00 y a las 21:00 nos dijeron que teníamos que pedir ya aunque estuviéramos consumiendo bebida y que había turnos de cena cuando en ningún momento se especifica a la hora de realizar la reserva. La razón que nos dio la camarera fue que es que tenían una reserva de 15 personas también y que sino se les juntaban las comandas, cosa que no era nuestro problema ya que si dejas hacer reservas de tanta gente se supone que estás preparado para ello. Además de eso, la camarera morena era muy desagradable diciendo las cosas de malas maneras y atendiendo la verdad que bastante lamentable. Pedimos dos botellas de sidra y cuando estábamos bebiendo con el aparato para escanciar nos dice que solo se puede uno por mesa y nos lo quita sin haber terminado la botella ni dejarnos decir nada. Evidentemente, no es lo mismo una mesa de 4 que de 10 a la hora de repartirlos. Hubiéramos agradecido que al menos nos hubiera dejado terminar la botella y no quitarnos el aparato de malas maneras. Es una pena porque el sitio está genial y siempre que he ido me han tratado bien pero la verdad que con este tipo de experiencias se te quitan las ganas de ir y menos para celebrar tu cumpleaños. El resto de personal del bar fue agradable en todo momento así que es una pena que por gente así tengan...