Soy un visitante ocasional de Linares, y como cada año, aprovecho las fiestas para disfrutar de su oferta gastronómica. En esta ocasión, decidí probar Entreventanas, un restaurante que, aunque cuenta con una propuesta bastante atractiva, ha dejado una impresión ambigua que no puedo ignorar, sobre todo por un problema que, lamentablemente, no es la primera vez que me encuentro: las cucarachas.
A primera vista, el restaurante tiene un ambiente agradable, sencillo y acogedor, ideal para una comida tranquila en pleno invierno. El servicio es correcto y el personal, siempre atento y profesional, hace todo lo posible por que te sientas cómodo. El menú, aunque no es de una calidad excepcional, ofrece una excelente relación calidad-precio. Los platos son sencillos, pero bien elaborados y cumplen su propósito: satisfacer el hambre con comida casera y a un precio razonable, algo que se agradece en estos tiempos.
Sin embargo, el gran inconveniente y el motivo por el cual no puedo darle una calificación más alta es la recurrente presencia de cucarachas. Este no es un problema aislado, ya que no solo lo he experimentado en esta visita, sino que otros comensales comentaron también haberlo sufrido en ocasiones previas. Y si esto ocurre en pleno diciembre, con el frío y cuando las cucarachas suelen ser menos activas, me pregunto cómo será en verano, cuando el calor las hace mucho más abundantes.
Es una verdadera pena, porque Entreventanas tiene muchas cualidades positivas. Su relación calidad-precio es realmente buena, el servicio es amable y el ambiente, aunque sencillo, es agradable. Pero la presencia de insectos en el comedor, especialmente en un lugar tan frecuentado, es un factor que no se puede pasar por alto.
En resumen, aunque el restaurante tiene un buen precio y el servicio es cordial, la cuestión de las cucarachas es algo que no puedo obviar. No es la primera vez que ocurre y, si no toman medidas para solucionar el problema, no recomendaré este lugar a quienes busquen una experiencia gastronómica tranquila y sin sobresaltos. Ojalá que en el futuro se tomen las acciones necesarias para resolver este problema, porque, de ser así, Entreventanas podría convertirse en un excelente lugar para disfrutar de la buena comida en Linares.
Yo creo que después de la cantidad de años que llevan trabajando en el local, el sitio necesita que le den una vuelta ya físicamente, aires acondicionados, fumigación recurrente,...
Read moreSalí bastante decepcionado de la experiencia al igual que los otros 11 comensales con los que fui. Principalmente lo más destacable fue el tiempo de espera con el restaurante al 50%, ( a razón de media hora para unos huevos estrellados, 45 minutos para una alitas de pollo, por ejemplo), y la falta de opciones en cuanto a platos que se podían pedir, ya que sino te quedan ingredientes para preparar la mitad del menú, no los ofertes. La comida estaba aceptable, si obviamos que ciertos alimentos venían fríos o casi fríos, como la gula encima de los huevos rotos. En el apartado de servicio, el camarero fue amable, pero los tiempos de espera entre pedir una bebida y recibirla eran muy altos y si necesitabas algo mejor que te levantes tu mismo a cogerlo. Esto se puede deber a varias cosas , pero yo lo achacaría a que para ahorrar costes los dueños del restaurante han recortado plantilla y los empleados restantes cargan con un trabajo diseñado para más gente. Tienen buenos precios, pero el menú no describe los ingredientes de los platos ni tampoco sus alérgenos, por ello si eres alguien con alergias o intolerancias te recomiendo preguntar todo lo...
Read moreFui con mi mujer a este restaurante por recomendación de unos amigos de Linares y la verdad es que la comida nos sorprendió para bien, todo estaba muy bueno y los precios son bastante económicos.
Sin embargo, la única pega importante fue el servicio, en concreto el trato de una camarera una chica con coleta que servía las bebidas y la comida, que nos atendió con muy malas formas. Desde el primer momento su actitud fue seca, poco profesional y totalmente falta de amabilidad. Servía con mala cara y daba la sensación de que le molestaba tener que atendernos.
Sinceramente, no entiendo cómo pueden tener a alguien así de cara al público. Una persona con ese trato no debería estar atendiendo mesas, porque arruina la experiencia del cliente.
Es una pena, porque el restaurante en sí tiene buena cocina y bastante potencial, pero el servicio también cuenta, y en este caso nos hizo sentir incómodos.
Ojalá corrijan esto, porque con un personal y más amable y más competente el sitio...
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