Tenía mucha ilusión por conocer este nuevo lugar, y mas sabiendo que su cocina está abierta todo el día, pero la experiencia no fue la esperada. Fuimos dos personas, a eso de las 16.30. Solo habían dos mesas ocupadas en la parte de las sombrillas, el resto estaban todas todas vacías. Pedí amablemente a dos camareros si por favor podíamos estar en una mesa que estuviera frente al mar, nos daba igual si era en las sombrillas o en la parte "interior", ya que teniamos una reunion especial. Le preguntaron a la chica que coge el teléfono y dijo rotundamente no, que estaban reservadas. Los camareros amablemente nos dijeron que no podía ser, que estaban reservadas y que los clientes no tardarían en llegar. (No me lo creí, quién reserva para cenar a las 17.00??) Nos sentamos en una frente a la barra. No nos gusto nada la experiencia, el restaurante estaba vacío, habían más de 10 empleados sin hacer nada, dando vueltas y hablando de sus cosas. El teléfono no paraba de sonar y la chica hablaba demasiado alto, tanto que pude escuchar que sus reservas comenzarían a llegar de las 19.30 en adelante, eso ya me mosqueo bastante por que sabía que yo terminaría de comer y las supuestas mesas reservadas apunto de llegar, seguirían vacías. La comida no es de 5 estrellas, pero está bien por el precio. OJO con las botellas de agua rellenadas, la nuestra contenía jabón y el camarero nos la tuvo que cambiar. Y así fue, como terminamos de comer y las mesas seguían vacías, tanto en la zona de sombrillas como en el interior. Nos molestó bastante que con todo el restaurante vacío, la chica del teléfono se pusiera a darle prácticas a un nuevo camarero, y se sentase justo detrás de nosotros, hablando a todo volumen, simulando que le hacía un pedido al nuevo empleado. En resumen: no me gustó la falta de empatia de la chica del teléfono por no dejarnos sentar a las 16.30 en una de sus mesas reservadas de las 20.00 en adelante, también nos molestó el no tener ojo al sentarse detrás nuestra a darle practicas al nuevo empleado. Para mi punto de ver, exceso de personal para un lugar que no es tan grande, eso provoca demasiadas personas dando vueltas y molestando a los clientes. (Tuvimos a un chico dando vueltas durante mas de 1 hora por nuestro al rededor, barriendo una y otra vez el suelo, en una sala que máximo se tarda 10 minutos en barrer a fondo) La comida no está mal, pero se puede mejorar algunas presentaciones, por ejemplo la de los calamares. La botella de agua tenía jabón dentro, le pedimos al camarero que la cambiase por que tenía espuma y el mismo nos dijo que teníamos razón que El también estaba viendo la botella con espuma. Tengo un video que hice desde mi mesa y enfoco el mar y se puede ver todo el restaurante vacío. No me deja adjuntar El video pero adjuntaré una captura de pantalla. Los camareros un 10. Le pongo una estrella por la falta de...
Read moreThe renovation really improved the location, but in the first row some more shade would be helpful. The food was good, but not excellent. The patatas bravas were a bit lame, probably could have been fried. The tenderloin was great quality, but the hot stone is rather a gimmick. It would be great to have some more sauces. The fries would have needed some more time. The beef tartar was really good, same for the muscles. The salads need more flavor or love. The service was as with the previous generation slow and with low attention even though the restaurant was almost empty. It felt they were more taking care of themselves instead of the clients. It took a while that the drinks came, the empty plates took a long time to be cleaned. We hope this was just due to some starting problems after the re-opening. Cala Blava deserves a great restaurant and the location has so much potential. Please keep improving and start engaging with...
Read moreEntré en NAIKIRI Experience con curiosidad: ese nombre suena moderno, con aire de concepto gastronómico o de vivencia elegante. El local me recibió con estética minimalista: tonos oscuros, iluminación puntual, detalles decorativos que sugieren buena inversión en ambiente. Me sentaron en una mesa con vista parcial al interior, plantas, líneas limpias, algo de juego de luz y sombra.
Para empezar pedí una entrada creativa, algo como un ceviche o tartar elegante. Luego pedí un principal que imaginé con estilo contemporáneo: quizás un pescado “de autor” con guarniciones cuidadas o una carne elegante con salsa rica, acompañamientos finos. Y de postre escogí algo ligero: mousse de chocolate blanco con frutas exóticas o sorbete delicado.
La comida llegó bien presentada, con detalles visuales que llamaban la atención. El entrante tenía texturas distintas, el plato principal estaba cocinado con precisión, el postre era bello y sabroso sin ser pesado. El servicio fue profesional: me explicaron los ingredientes especiales del día, me sugirieron vino que armonizaba, me ofrecieron mover la mesa si llegaban personas y cuidaron de que mi copa no quedara vacía. En un momento, con el local más concurrido, hubo un leve desfase entre platos, pero no mucho.
El ambiente era elegante pero relajado: música ambiental suave, mesas bien separadas, luz cálida que no molesta. Ideal para cenas especiales, amigos que buscan diferencia, parejas que quieren algo más que lo típico.
Mis 3 “platos top” que pediría ahí
Entrada creativa tipo tartar o ceviche con toque moderno
Plato principal “firma” con pescado o carne con guarnición innovadora
Postre delicado tipo mousse/sorbete con toque visual elegante
Y de bebida: vino de calidad, copa bien servida, quizá cóctel de autor...
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