Restaurante Burgerheim — Restaurant in Logroño

Fuimos porque conocíamos el restaurante desde que abrió por primera vez en Logroño, vino mi familia de Madrid y no se me ocurrió mejor sitio para comer que allí porque me gusta su comida pero ayer nos quedamos muy apenados mi familia y yo al ver el trato tan desagradable que tuvieron las camareras.

Fue bastante incómodo para nosotros y el resto de clientes. No es lo habitual en un restaurante de Logroño que estamos acostumbrados al buen trato, educación y amabilidad en todos sus bares y restaurantes.

No volvería por eso y me da pena, mucha pena porque, repito, la comida es buena pero a nadie le gusta comer a disgusto, con mal trato, malas caras, malas contestaciones, sin ningún tipo de saber estar. Creo que un sitio tan especial requiere al menos de trabajadores que sepan tratar a los clientes. Nos regañaron de mala manera al llegar delante de los clientes por llegar 10 minutos más tarde de la reserva (cuando solo había un par de mesas ocupadas y el resto del restaurante vacío) no nos acercaron en ningún momento sal, aceite, vinagre, etc., tuvimos que buscarlo nosotros, nos pidieron que les diesemos los platos (un detalle feísimo), preguntaron a mi suegra que si quería así o mas vino mientras la echaban la copa (fue vergonzoso y lamentable) y lo peor de todo fue la forma de tratarnos. Una pena confiar en este sitio (que era tan bueno) en un día como san Mateo 21/9 para encima llevar a familiares de tan lejos. Espero que mejore porque mientras esas señoritas sigan allí trabajando yo no vuelvo...

Estuvimos cenando el jueves en el turno de las 22:30. Lo que no entiendo es que, haciendo turnos, sean las 22:30 y estemos con una fila “maja” en la entrada y el pasillo de la entrada. Me asomo desde la cristalera y veo mesas vacías (sin preparar)… Tardaron en sentarnos unos 14 minutos. Cuando pedimos, las patatas llegaron con un tiempo razonable pero las hamburguesas tardaron, creo que sentarnos todos los que estábamos en la puerta a la vez no ayuda luego en cocina o así lo percibimos. No obstante, la comida estaba rica , la Cezanne con carne de chuleta, de momento, no falla y las patatas Buegerheim, tampoco. Sí que recomiendo que actualicéis la carta de la entrada ya que algunos, al hacerse un poco larga (y fría) la espera, la miramos para entrar con la comida ya elegida. Por tanto, que coincida, al menos, en precio (que no en contenido) con el...

Probamos la Mary Cassatt y la Kandinsky, y ambas nos encantaron. La Mary Cassatt destaca por sus contrastes entre lo picante y lo dulce, con un pollo jugoso y perfectamente cocinado. La Kandinsky es pura intensidad umami, con setas, huevo y una deliciosa mayonesa trufada. De postre, la tarta tres leches fue un acierto total: bizcocho bien empapado, jugoso, con buena mordida y muy dulce, como debe ser. El personal fue muy amable y atento en todo momento. El ambiente es moderno, con decoración cuidada y temática original que mezcla el mundo del arte con las hamburguesas, lo que le da un toque diferente. Fuimos sin reservar y, aun así, nos atendieron sin problema. Pagamos unos 20 € por persona, una relación calidad-precio muy buena para la calidad de la comida y la experiencia. Ideal para los amantes de las hamburguesas creativas...