Taberna La Cepa — Restaurant in Lorca

Ayer visitamos "La Cepa" en Lorca y la experiencia fue excelente. Aunque somos de fuera y nos costó un poco encontrar un lugar, después de ver algunas reseñas decidimos darle una oportunidad a este restaurante. Desde el momento en que llamamos para reservar, el trato fue muy atento y amable.

Al llegar, nos encantó la atmósfera del lugar: un ambiente tranquilo y encantador que invita a disfrutar de lo más importante, la comida. Hacía mucho calor, pero encendieron el aire acondicionado para que estuviéramos cómodos desde el primer minuto. La atención fue inmejorable en todo momento.

La carta es variada y además nos ofrecieron algunas opciones fuera de carta que no pudimos resistir. La comida es especial, con sabores que sorprenden desde el primer bocado hasta el último. Las recomendaciones del chef son un acierto seguro; probamos el taco y el canelón de morcilla con manzana, y ambos fueron excepcionales. La calidad de los ingredientes se nota en cada plato y los precios están bastante bien para lo que ofrecen.

Los camareros estuvieron siempre atentos, trayendo los platos con el tiempo justo para disfrutar de cada uno con calma. Además, tienen una variedad de panes caseros que están deliciosos. Es evidente que apuestan por productos de la región, lo cual se agradece.

Probamos unos diez platos en total, incluyendo los postres, y ninguno nos decepcionó. Los postres que probamos, ambos en carta, son imprescindibles. Las marineras, las chirlas, el taco, el canelón de morcilla, las almendras garrapiñadas, las zamburiñas y la carne, todo estaba riquísimo. Y el chupito de la casa fue una grata sorpresa.

En resumen, "La Cepa" ha pasado a ser uno de nuestros esenciales en Lorca. El ambiente, la música, los camareros, el chef, la limpieza y el lugar en general están a la altura de los mejores restaurantes de la zona. Recomendado al 100% y sin...

He dejado pasar unos días desde nuestra experiencia aquí para poder compartirla con más calma. Para mi esta visita resultó ser la segunda oportunidad ya que la primera no fue agradable, tenía la esperanza de que fuera algo mejor por los cambios en la carta y demás. El problema es que los modales del jefe no han cambiado, sigue mostrando aires de superioridad e insistiendo en cada mesa para encasquetarte los platos que a él le interesan. No obstante, he puntuado el servicio con dos estrellas porque el resto de camareras que había mostraban una actitud positiva y eran agradables, se las veía incómodas pero supieron resolver la situación de forma correcta. Fue este mismo hombre que he mencionado al principio quien en ningún momento se acercó a la mesa para dar la cara. Respecto al ambiente he dejado una estrella porque no eramos la única mesa incómoda, al contrario, una pareja se levantó a mitad de la comida dejando los platos sin tocar sobre la mesa. Y en cuanto a la comida... No sé ni por donde empezar... La pechuga de las niñas estaba cruda, el calamar lo tuvimos que devolver porque venía frío, crudo y sin limpiar, el "tartar" que nos trajeron en lugar del calamar por decisión de la cocinera (y por el que nos acabaron cobrando 20€) con únicos ingredientes atún y un huevo frito, el arroz incomible, menos mal que pedimos croquetas de jamón y merluza, por ahí nos salvamos. Me sorprende mucho leer las reseñas tan positivas que hay sobre este restaurante en comparación con nuestra experiencia porque fue decepcionante. Me dejo algunos detalles porque nos tiramos sentados en la mesa más tiempo del que nos hubiera gustado estar por la lentitud del servicio pero creo que con esta info. ya os podéis hacer una...

La experiencia fue muy desagradable. Debido al pésimo servicio o gestión del mismo. Nos sentamos en una de las tres mesas que estaban libres en la terraza, entro dentro del establecimiento y les indico que nos hemos sentado fuera en la terraza. Después de esperar 45 minutos y tras ver que sirven a todas las mesas que se sentaron posteriormente a nosotros. Nos indican que, posiblemente no nos darán servicio, alegando que nos habíamos sentado en la terraza sin pedirles permiso algo totalmente incierto ya que entré nada más llegar y le solicitamos al camarero y camarera que nos tomara nota en varias ocasiones. De echo recogimos los cubiertos que estaban en la mesa y se los llevaron, es decir sabian que estabamos allí. Finalmente salió el gerente y nos dicen que nos servirán pero que no iban hacer tapas y que no saben cuánto tardarían en servirnos. Evidentemente nos fuimos a otro lugar que nos sirvieron de maravilla tras imponer una reclamación. Que también dificultó su tramitación ya que se quedó la copia que se ha de entregar ante las...