Justo Parrilla Argentina — Restaurant in Málaga

Todo prometía a que sería una noche perfecta. La recepción que nos dieron fue muy buena pero en cuanto nos sentamos en la mesa todo cambió. Pedimos pocas cosas porque simplemente queríamos picar algo, pero es que ni siquiera pudimos conseguir eso. Pedimos una ración de croquetas, una de bravas, pulpo y 3 raciones de empanadas (cada ración trae 2 empanadas) Tardaron muchísimo en traer la comida, de hecho la camarera nos pidió disculpas en varias ocasiones y nos decía que pronto saldría la comida. Trajeron la comida y solo 1 ración de empanada. Tras esperar casi una hora, se lo comunicamos a la camarera y al rato nos dice que lo siente pero que desde cocina le dicen que no hay más empanadas, que se han acabado. Durante la espera estuvimos viendo cómo se servían empanadas al resto de mesas, mesas que incluso se sentaron más tarde que nosotros. Ni una disculpa nos dieron, solo que si queríamos la carta para elegir otra cosa. Si no llegamos a quejarnos por las empanadas es que ni se dirigen a nosotros para comunicarnos que no habían. Falta muchísima coordinación y comunicación en ese equipo y no estaría de más revisar los precios de la carta para el producto que se sirve. No puede ser que una mini pata y digo mini porque así lo era, más unas cuantas patatas hervidas y frías cueste 18,95€

Somos vecinos de justo al lado y teníamos ilusión por este nuevo local y tener un lugar de referencia en el barrio pero lo que era ilusión se ha convertido en decepción total. No volveremos y por supuesto no se lo...

Una experiencia culinaria memorable: recomendación absoluta El ambiente acogedor y cuidado invitan a disfrutar de una experiencia gastronómica con la familia o amigos. La estrella indiscutible de la mesa fueron las patatas bravas: crujientes por fuera, suaves por dentro y coronadas con una salsa que equilibra a la perfección el picante y el sabor ahumado. Es evidente que ponen dedicación y cariño en cada detalle. Las hamburguesas son, sencillamente, de otro nivel. El pan fresco, la carne jugosa y los ingredientes de calidad logran una combinación deliciosa en cada bocado. La variedad de opciones permite que cada persona encuentre su versión favorita, pero todas comparten ese toque único que distingue a una hamburguesa realmente memorable. En cuanto a la carne, cada corte llegó en su punto exacto, resaltando la textura y el sabor natural del producto. Se nota el conocimiento y la pasión en la cocina; las recomendaciones del personal respecto al término de cocción fueron, además, un acierto. Mención especial merece el servicio: el equipo fue amable, atento y siempre dispuesto a ayudar con una sonrisa genuina. En definitiva, este restaurante no solo destaca por la calidad de su carta, sino también por la calidez y profesionalismo de quienes lo atienden. Sin duda, repetiremos, una recomendación obligada para quienes buscan buena comida y un...

Horrible! Nos hemos sentado en la terraza y el chico ha tardado más de 15 min en traernos la carta y porque venía a recoger otra mesa. La comida (una milanesa y una hamburguesa, nada que sea de la parrilla y que se pudiese entender que tardase más) ha tardado en venir 50 min y según la otra camarera es que iba con retraso la cocina. Se ve que el retraso solo era para las mesas de la terraza porque en esos 50 min he podido ver mesas de dentro que se han sentado más tarde como les llegaba entrante, comida y postre. Y nuestra mayor sorpresa ha llegado con la comida. La hamburguesa con trozos de no sé si sartén u otro producto que hayan hecho anteriormente pero duros y negros como podéis ver en la foto y el plato de la milanesa con los filos llenos de ketchup seco de algún cliente anterior y al levantar el plato un nido de suciedad increíble como podéis observar en las fotos. A la hamburguesa, que ha sido devuelta, nos ha dicho que es que eso es normal (no se normal para quien) y del nido de suciedad del plato ya ni lo hemos comentado, solo queríamos irnos ya. La cuenta (en la que por supuesto nos han cobrado la hamburguesa) se ve que iba a tardar tanto en venir como la comida, hasta que nos hemos cansado y hemos entrado a pagar. Una vergüenza el pasotismo, la comida y la insalubridad...