Juana Paloma Casa de Comidas — Restaurant in Málaga

EDITO PARA QUE NO SE MIENTA EN LA RESPUESTA QUE HAN DADO DESDE EL RESTAURANTE: En ningún momento, bebimos todo lo que han comentado, se pidió una caña mientras esperábamos mesa y cuatro copas de vino Finca Resalso, nada del otro mundo…. en ningún caso 4 cervezas + 4 vinos + 2 vinos dulces; tampoco vinieron 4 croquetas ni 4 boquerones, por el precio te ponían UNA UNIDAD, siendo dos personas, tienes que pedir doble. EJ: croquetas = 2.2€/unid x2 pers= 4,4€, boquerón en vinagre 1.90€/unid x 2 pers = 3,8€….. se puede comprobar las porciones en las fotos de vuestro perfil, de ahí nuestra queja por la ridiculez de las porciones. De toda la vida, unos boquerones se compran frescos y en el mercado, sea el que sea de Málaga, para hacerlos en vinagre (lógicamente la pescadera no te los limpia) y el coste, es nimio, al igual que el de las croquetas…. Por mucha reducción de manzanilla que lleve. Al final, mucha palabrería para adornar, engrandecer y justificar unos precios que no están justificados. Lo siento pero no tenéis razón y cuando respondáis, no mintáis porque quedáis en evidencia inflando bebidas que no se han pedido y cantidades que no se han puesto cuando no ha sido real.

El lugar es bonito, acogedor y las camareras atentas y muy agradables. Llegamos sin reserva y esperamos a que pudiéramos sentarnos en una mesa, eso sin problemas. Por otro lado, la comida estaba buena sin ser espectacular pero era cantidades bastante justas tirando a ridículas, según qué platos. Pedimos la tapa de boquerón en vinagre y llego una sola unidad de boquerón en vinagre con patatas paja por 2€, lógicamente pedimos dos para los dos, 4€, pero es que por poco más te sirven en cualquier sitio media ración de boquerones en vinagre….. y pedimos también unas croqueta a 2,2€/unid, croqueta de toda la vida de puchero con una reducción de manzanilla, en la que venía otra única unidad sin nada destacable, posteriormente también pedimos pan de cristal… 6€ para una porción minúscula, que apenas pudimos saborear entre dos. Luego llegó el arroz que estaba bueno pero igualmente muy justito en cantidad sin tampoco nada que destacar y el postre, 7€ por una rebanada de pan de molde como torrija…. No acabamos llenos….Total 90€ con copas de vino incluidas pero sin dejar un sabor de boca a la altura de lo que te cuesta, porque al final no es el precio, es la experiencia final …. es que cuando te vayas, te haya sorprendido, enamorado y te deje con ganas de volver… pero no fue el caso y con esos precios, he probado sitios con los que me he quedado...

Ojalá mi reseña fuera buena, porque el usuario medio tiene una experiencia que no se ha brindado en las dos ocasiones en la que he podido ir.

La primera valoración tenía un 3. Comida de quiero y no puedo, con una buena carta pero con una elaboración mediocre (fritos mal acabados principalmente) debido a una cocina desbordada. Si no tienes una cocina para dar servicio a comensales, no aceptes tantas mesas. En cuanto a las bebidas, vino a un precio muy desorbitado (5€ por una copa de un vino de 8€) y en ese momento una cerveza de barril en mal estado, que se ofrecieronna cambiar. Lo único salvable, el postre que estaba muy rico.

Lo de la última visita no tiene nombre. Reserva a las 15:15. Nos ponen en una mesa al sol sin ningún tipo de sombra, la cual aceptamos por la hora; incluso teniendo sitio dentro que desconozco porque no se nos ha ofertado. A la hora de pedir la bebida nos traen un vino que no se ha pedido, y al decírselo al camarero nos la intenta colar diciendo que era el que habíamos pedido. Cuando se le recrimina su actitud nos dice que “es el que hay”. Luego le decimos que si podemos pedir y nos dice que “NO”. De verdad que nunca me había pasado… La excusa es que hay muchas mesas delante nuestra y que directamente NO ME VA A PEDIR LA COMANDA. Después de consensuarlo en la mesa le decimos al camarero que traiga la cuenta de la bebida, que nos vamos a otro sitio. Vuelve el camarero con una cocinera, que de muy malas maneras nos dice que “no podemos esperar que paralicemos la comida porque nosotros queremos comer ya”. Le indicamos que simplemente hemos querido pedir y se nos ha negado, que no podemos comer a las 16:30 como nos estaba indicando el camarero y nos íbamos a ir a otro sitio. En este caso la camarera al menos se interesa por lo que íbamos a comer, para darnos una hora más aproximada. Le decimos que, entre otras cosas, queremos pedir paella. Ya el acabose es cuando nos dice que “a la hora que es ya y con la gente que tiene no podemos pretender que nos vaya a preparar una paella”. De vergüenza vaya. En resumen, nos han colado una mesa a la que no podían dar servicio, nos han intentado colar un vino y encima engañarnos, nos han negado pedir y encima nos han dicho que no nos iban a cocinar lo que queríamos.

No se pueden aceptar reservas si no se va a dar un buen servicio. No se puede dar de comer a tantas mesas y querer hacerlo bien con una cocina tan pequeña.

Nos hemos ido a otro sitio y hemos comido genial y nos han servido en un tiempo aceptable y de muy...

Very small, cozy place with an interesting selection of spanish dishes. It's decorated in a minimalist yet tasteful style. The service was very professional and the staff was very courteous. As for the food, we started with some fresh sliced tomatoes, which were very delicious. We also had the leeks with Gribiche sauce, and they were excellent. Unfortunately, we were not as lucky with the chicken rice, which we found very average. It was not that bad, but it was not very tasteful either. The bottom line is that I'd go back to the restaurant, but I would order something...