Subo una nueva reseña, con otra cuenta pero con mi nombre completo, tras leer la respuesta del dueño, por motivos de espacio. Yo también estaba esperando tu respuesta, que me sorprende para bien porque tus palabras son mucho mas claras y potentes que las que yo escribí incialmente. No dudas en mencionar a mi grupo de amigos, también clientes tuyos, a tu conveniencia y para ilustrar tus opiniones. Su privacidad, su bienestar, la discreción que les debes ha durado exactamente tres líneas. Ese es el tipo de respeto que tienes a tus clientes, y el que los uses a tu antojo muestra tu verdadero rostro.
Pero vamos a tu ultimo párrafo. Todo ese rollo en plan “los demás clientes no sé que”, “seguro que piensas que los camareros son esclavos” es igual de torticero y barato que todo lo demás. Fantasías que te cuentas para darte la razón. Pero lo de mencionar a mi casa y a mi familia, ya es otro nivel. No puedes caer más bajo. Solo creces desde el insulto y el desprecio. Me das pena, pero tu ínfima calaña como persona no puede ser más evidente.
Y por cierto, no me pediste que me marchase de tu casa. Cuando tras habernos fastidiado la comida te fuiste hacia dentro, intentamos retomar la comida. Al cabo de un minuto volviste a salir vociferando como un cafre y me dijiste “déjame en paz tu”. Y yo me levanté y me fui. Ni pedirme que me fuera, ni gaitas. No te atribuyas unos modales y una dignidad que estás lejos de conocer. Me echaste a gritos entre insultos. Eso es quien tú eres en el ejercicio de tu profesión.
Respecto al amor que respiráis, como quedará demostrado, está basado en mentiras, ego, e insultos. De ese amor, te lo dejo todo y compadezco a los que lo disfruten.
Y respecto a los desagradable de la experiencia, esta no te privó de embolsarte la cuenta. Ofendido, pero no tanto. Te diré que yo llevo mucho más de cinco años comiendo en restaurantes de todo tipo, y la de ayer fue con mucho la más desagradable que he tenido, especialmente contigo. No he visto una exhibición de torpeza, falta de profesionalidad y total falta de respeto para el cliente como la tuya. Bastaba decir “es que lo acaban de cambiar, o tengo que actualizar la carta, o si no están conformes se lo cambio” ...algo así. Pero no. Tu único horizonte era tener razón y quedar por encima, ni el menor intento de escuchar a tu cliente. Eso en cuanto a la atención de la incidencia como tal.
Pero eso se queda en nada ante tu vociferante desbarre posterior, el cual me resulta totalmente inexplicable para una persona con un mínimo decoro profesional, y me hace pensar en una vida complicada. No abundo en esto porque, al fin y al cabo, estás intentando ganarte la vida con esto.
Te dejo ya, no sin ayudarte antes. Lamentabas no tener fotos que demuestren mis mentiras. Tienes la solución en tu mano. Nada debería ser más fácil para ti que coger otra botella del mismo vino Carravid Tempranillo 2020 y hacer un vídeo en el que se vean, en la misma toma, la etiqueta y la contra etiqueta en la que se demuestre que está clasificado como “CRIANZA”. Ojo, un video, no dos fotos. No me fío de ti, creo que eres perfectamente capaz de sacar las fotos de dos botellas distintas, una de ellas crianza, y hacerlas pasar por la misma. Si lo demuestras, no tardaré ni un segundo en disculparme. Si no, el mentiroso lo eres tú. Quedo a la espera. Hasta entonces, te sigo llamando mentiroso, por tus hechos, y entiendo que te moleste que te llamen por tu nombre.
En lo que se refiere a la mala calidad y preparación de la comida no saqué fotos, pero si tu único argumento es que miento, te dejo en la compañía de tus ilusiones.
Hasta nunca.
Pd. Te dejo las fotos de todas formas. Las dos primeras son las que anuncias, y la tercera es lo que vendes. Si te fijas, al fondo se ve tu...
Read moreReservamos una mesa de 12 personas para hacer una celebración familiar (con bastante tiempo de antelación) cuando llegamos nos encontramos con que en lugar de ponernos en una única mesa , nos separan en dos mesas contiguas pero separadas sin previo aviso y sin ningún fundamento. Nos disponemos a leer la carta y cuando pedimos resulta que faltan platos básicos como croquetas de jamón, y arroz con secreto, algo muy de extrañar. Por la escasez de platos y teniendo en cuenta de que 4 comensales eran niños menores de 10 años, pedimos huevos rotos con jamón. A los 10 minutos nos dice el camarero que no nos pueden servir el plato de huevos rotos porque ese plato al ser de zona de barra no se sirve en salón (2 semanas antes nos sirvieron ese plato en salón). Tras la escasez de platos y comida en general nos disponemos a pedir entre otros platos unos calamares que estaba duros, tortilla de gambas que nos la presentan 70% cruda y la calidad del resto de platos deja muchísimo que desear. Llegamos rápidamente a los postres con una mala sensación de que no tienen variedad y la comida no está buena. Nos dicen a elegir 3 postres( a la mesa de al lado le sirven un postre que a nosotros no nos han ofrecido) , pedimos y resulta que cuando estamos comiendo el postre nos dicen que tenemos que ir terminando porque tienen que ocupar nuestras mesas otros comensales, y que cuando hicimos la reserva ya lo habían dicho( esto es faltar a la verdad absolutamente pues eso no es cierto) , vamos que empiezan a recoger los platos y cubiertos sin dejar terminar los postres, nos entregan la cuenta y nos marchamos. Nos sentimos estafados, una cuenta de 270 euros, mala comida, escasez de comida y muy poca variedad de platos que además para lo que son resultan excesivamente caros y encima nos echan del restaurante con prisas de repente . A mi modo de ver en un restaurante tienen que saber dar de comer a todo el mundo, sean niños, alérgicos, con intolerancias o lo que sea y aquí les ha dado igual dejar a los niños sin comer porque no tenían nada que ofrecer . No recomiendo a nadie este restaurante , es una verdadera estafa y a nosotros es la primera vez que en un restaurante que se supone que es de una calidad media alta nos pasa algo semejante, mi conclusión es que no están a la altura para dar de comer a personas y no saben cuidar al cliente , no se ve que tengan experiencia alguna ni en sacar los platos de cocina ni en servirlos y nuestra experiencia ha sido pésima y nunca repetiremos . Hay muchísimos restaurantes donde elegir una buena comida y atención, y esos son los que elegiremos y no...
Read moreUn sitio a evitar. Pongo una estrella porque no deja poner cero. Para explicar el por que, debo dar algunos detalles. Lo que yo llegué a probar fue: Croquetas: No se de que eran. En la carta aparecen unas de jamón, pero estas eran diferentes. Diría que eran de carrilleras. Sosas y con un sabor ácido poco agradable.
Bao de calamares. Ok, sin mas.
Aguacate a la brasa. Medio aguacate pasado por la plancha brevemente. No vimos ni una sola marca de la parrilla en su superficie, y desde luego, no tenía el menor sabor a parrilla. Un aguacate templado y ya. No se si es por incompetencia, por dejadez o por que, pero esto fue solo el principio.
Magret de pato. Supuestamente "de la dehesa". El magret es una debilidad personal y lo pido allá donde lo encuentro. Nos pusieron un magret bastante grande de color rosa pálido y aspecto hinchado que no presagiaba nada bueno. Efectivamente, tenía la textura basta y la falta de sabor de la carne hinchada de agua procedente de granjas masivas y de mínima calidad. 35 eurazos. Por ese precio te comes un magret de verdad en la Esquina del Real, en pleno centro de Madrid. Me resisto a los calificativos por lo que mas adelante se podrá leer.
Presa y secreto ibéricos. Una carne hecha sin ningún cuidado por el punto. Los filetes de los extremos estaban grises y secos, y los del centro estaban meh. Igualmente, una carne sosa y basta.
Hasta ese momento, la cosa iba mal, pero no tardó en ir muy a peor. Pedimos un vino de su carta, el Carravid Crianza 2021, a 32 €, y nos trajeron un Carravid cosecha. La etiqueta era distinta a la de la carta, y la contraetiqueta, simplemente, exhibía el sello del Consejo regulador calificándolo como "COSECHA". Cuando se lo reclamé, vino el maitre y, por resumir, se puso a decirme que esa etiqueta de "COSECHA", quería decir que era crianza. Erre que erre con que ese vino era crianza mientras ambos mirábamos la etiqueta en la que ponía "COSECHA". Que yo no tenia razón, y que el sabía mucho por que había estudiado, y que el me lo explicaba para que yo aprendiese. Siguió enfrentándose a mi hasta que le dije que me dejase en paz, lo cual no hizo. Se alejó vociferando cada vez más hasta que me dijo "dejame en paz tu a mi". Vamos, que me echó. Después de darme de comer una comida mala mal preparada, de venderme un vino y darme otro, y de enfrentarse a mi (su cliente) a gritos, y en resumen, de arruinarme el día de punta a cabo, va y me...
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