Restaurante de comida tradicional española. Reservamos mesa para 5 comensales, hace aproximadamente un mes, para degustar el cocido madrileño. Este restaurante posee además, una carpa al aire libre, con calefacción. El restaurante interior está bastante amortizado. Se nota que sus salas han recibido y continúan recibiendo mucho publico. El restaurante exterior (carpa) es grande y bien preparado para bajas temperaturas. Mobiliario con sillas metálicas de las de toda la vida. Si llegas antes de tiempo, te puedes tomar unas cañas de cerveza, bien tiradas, con aperitivos ricos. Personal educado, muy eficiente y rápido. La mesa contenía todos los preparativos previos para degustar el cocido: piparras, cebolla cortada, aceite, vinagre y la salsita de tomate con cominos. Poseen pequeñas botellas de vino Marqués del Riscal. Antes de comenzar a tomar el cocido, te obsequian con una unidad de croqueta de cocido, muy bien preparada y sabrosa. A continuación, un camarero va sirviendo la sopa, No dejan una sopera en la mesa, como suele ser habitual. Puedes repetir. La sopa no era consistente. Bastante líquida. Como consecuencia, quedaban flotando las manchas de grasa roja del chorizo y morcilla. Los componentes no se habían podido integrar bien. Digamos que a la sopa le faltaba "fundanento". Citar el buen detalle, de traer una taza de garbanzos para poder servirte con la sopa. No así le pasó a los garbanzos. La presentación, espectacular. Fuente inmensa de barro con todos los componentes y un plato auxiliar con tres huesos de caña y un codillo de jamón. El tuétano de los huesos de caña estaba muy reducido. Quizás no los sacaron a tiempo de la cocción. La fuente de garbanzos, que era inmensa, contenía: • garbanzos bien cocidos y cremosos. • patata cocida, en su punto. • zanahoria bien cocida. • repollo rehogado, no col verde. • tocino bien terminado y en cantidad, para pringar. • chorizo adecuado para pringar con el tocino. • morcilla rica. • carne de pollo, en su justo punto. • carne de gallina. Buen detalle. • carne de res. Morcillo. Todos los componentes, muy, muy ricos. Quizás faltó la típica carne de falda, que tan bien acompaña a los garbanzos. Resumiendo, un excelente y abundante cocido, al que le faltó una sopa más consistente. Los tuétanos bastante mermados y la ausencia de la falda de res. Casi, casi, perfecto. Ricos postres caseros. Un buen detalle fue la preparación del el cocido que no fuimos capaces de terminar, en una bolsa envasada al vacío. Para preparar en casa una rica "ropa vieja". La cuenta, con iva ocluido, fue de 196,00 €; ncluida el agua y vino pequeño, tres postres y dos cafés. Media de 39,00 €/comensal. A mejorar: • sala y uniformidad • sopa • carne de falda Muy buen cocido. Recomiendo probar.