Recientemente tuve la oportunidad de disfrutar de un delicioso arroz con bogavante aquí, y puedo decir sin dudar que fue una experiencia culinaria memorable.

Ambiente y Servicio: Desde el momento en que entramos, fuimos recibidos con una cálida bienvenida y un ambiente acogedor. El restaurante combina una decoración elegante con toques marineros, lo que nos puso en el ánimo perfecto para un festín de mariscos. El servicio fue impecable, con un personal atento que estaba siempre dispuesto a explicar cada plato y a ofrecer recomendaciones.

El Plato: El arroz con bogavante fue la estrella de la noche. Presentado en una paellera tradicional, el plato llegaba humeante a la mesa, desprendiendo un aroma irresistible a mar. El bogavante, fresco y de un tamaño considerable, estaba perfectamente cocido, con una carne tierna y jugosa que se deslizaba fácilmente de la cáscara. El arroz, por su parte, estaba en su punto exacto, con una textura suelta pero consistente, impregnado del sabor del bogavante y un sofrito de tomate, pimiento y ajo que añadía profundidad al plato.

Sabor y Textura: Cada bocado era una explosión de sabores. El sabor dulce y delicado del bogavante se complementaba a la perfección con la riqueza y la complejidad del arroz, que absorbía todos los jugos del marisco. La adición de un toque de azafrán y un ligero sabor a fumet de marisco realzaban aún más el plato, haciendo que cada cucharada fuera un placer.

Relación Calidad-Precio: Aunque el precio puede parecer elevado, la calidad de los ingredientes y la maestría en la preparación justifican plenamente el costo. Este es un plato que vale cada euro, especialmente para una ocasión especial.

Conclusión: El arroz con bogavante de este sitio es una auténtica delicia que no debe perderse ningún amante de los mariscos. Es un ejemplo perfecto de cómo un plato bien ejecutado puede convertir una cena en una experiencia inolvidable. Sin duda, volveré para disfrutar nuevamente de esta joya culinaria.