El Pernil Extremeño Bar

Mi experiencia en este restaurante empezó fatal, hasta el punto de querer salir corriendo de allí.

Resulta que me dispongo a comer y no hay casi nada del menú. Pregunto si hay carta y me dicen de muy mala gana que solo tienen un plato combinado. Me tiran la carta de mala manera. Veo que el jefe o encargado se me queda mirando. Se acerca y me presenta un menú de casi 20 euros, diciéndome que comería muy, muy bien con unos pimientos rojos y unas chuletas de cordero de Titurcia. Lo miro y le pido cambiar las chuletas por un entrecot. Y la verdad, comí de maravilla.

Me recomienda de postre un pudín que dice que hace él mismo. Me lo presenta con nata y un poco de canela. La verdad es que después de una semana, sigo recordando el trato que recibí y cómo me sentí al salir de allí. Creo que salí muy satisfecho y un poco arrepentido de cómo me comporté con una persona que se preocupó por que saliera satisfecho del restaurante. Desde aquí le pido perdón y recomiendo ese pedazo de pudín hecho por usted.

Cuando pase por Madrid otra vez, volveré por allí y le pediré perdón personalmente. Muchas gracias por ese pedazo de pudín, que sigo saboreando desde aquí. Y por favor, cuide a su personal, que será muy grandote, pero muy mal educado.