Embassy — Restaurant in Madrid

Tenía muchas ganas de probarlo porque me habían hablado muy bien de él, pero el establecimiento de Aravaca deja un poco que desear en cuanto al personal. Para empezar uno de los camareros le trajo a mi marido la cuenta sin haberla pedido. Él me estaba esperando a mí con mi hija mientras yo salía de la Universidad y parecía que quisiera echarle. Cuando yo llegué nadie venía a atendernos, tuve que entrar y preguntar. Cuando pedí un capuchino con leche sin lactosa lo normal es que no le echen canela por encima. Cuando me lo trajeron a la mesa se lo dije al camarero cuando vi los pollitos encima de la espuma, él me dijo que era Colacao, que justamente se les había acabado la canela. Le dije que era alérgica. Pero cuando lo olí, olía a canela, tuve que quitarlo con la cuchara y todo el borde de la taza llevaba canela. Con mi marido fue muy borde. Lo suyo habría sido ofrecerle algo más o preguntarle si se iba a quedar más, no echarlo. También había un gato negro mendigando en la puerta y una de las veces se coló dentro. El camarero que me había atendido lo sacó fuera y siguió atendiendo. Cuando fui a pedir la cuenta porque nadie pasaba por mi mesa, le pregunté a una compañera suya que por lo visto solo atiende dentro, no sirve mesas, le dije lo del gato y me negó que se uniera colado y mi marido y yo lo vimos claramente que entró y salió. Seguramente es un gato de los pisos de arriba porque se le veía bien cuidado pero es una cafetería con pastelitos, no sé hay que ser un poco más higiénicos!

Cuando pagué le dije al camarero su confusión de la canela. Me pidió disculpas muy educadamente, eso sí, pero si trabajas en hostelería debes saber diferenciar el olor de la canela y el Colacao, ya que el primero huele bastante fuerte.

La tarta de limón muy buena y también el café pero no volveré a esta sucursal. El personal deja un...

Llegamos a las 10.15 con intención de desayunar y cuando nos disponemos a sentar en la barra, la persona que está empleada que tiene la vista puesta en el móvil, nos pregunta qué queremos, sin levantar la vista, respondemos que desayunar, y nos dice que la cafetera necesita 20 minutos para calentarse y que no hay nada para desayunar salvo pan y pasteles. Tengo que decir que fuimos a embassy, por que dentro de la oferta que había en la zona, nos parecía lo más adecuado para nuestras preferencias, y gustos. Me considero clienta de embassy desde hace muchos años, y ha sido siempre una empresa de trato impecable, agradable, refinado y atento. Tengo que decir que en este caso el trato nos ha parecido inadecuado. Además me parece increíble que la persona que estaba atendiendo en el establecimiento no tuviera ninguna intención de trabajar un lunes a las 10...

Sentimental value drew us in as this small chain in Madrid is where we held our wedding reception, but we were pleasantly surprised by the "menu" and the reasonable price. Gourmet for sure. I really enjoyed their unique take on tebouleh salad. Was...