La Barra — Restaurant in Madrid

Pésima atención y peor comida. Es mi segunda visita y si la anterior fue mala esta la ha superado con creces. No habrá una tercera. Podría extenderme mucho, pero voy a intentar ir al grano. Pedimos la bebida y nos la trajeron poco a poco, acsaltos y sin prisa, y no tenían unas patatas o aceitunas para pasar la media hora que estuvimos esperando la comida porque aún estaban esperando al proveedor. Cuando a algunos nos servían el segundo plato otros aún esperaban el primero. El arroz, que anuncian como paella, es casi como el agua: insabora e insípida, con olor a... ¿colorante? El gazpacho malo, malo y caro, muy caro. El pollo teriyaki seco. Los calamares, menos mal que eran escasos porque tenían la textura de la goma. La ensaladilla rusa, ni una cosa ni la otra. Y el postre, tarta de queso, hay que ser muy mal cociner@ para hacer esa aberración, un mazacote sin ningún sabor ni sentido. En cuanto al servicio, lento, descoordinado, poco amable y nada profesional, al menos los que nos atendieron a nosotros. Y un aviso importante: no se te ocurra quejarte porque corres el riesgo de que una señora, que dice ser la propietaria y que parece que se ha comido una pipa mala, se acerque de muy malas maneras y te invite a marcharte de su restaurante. Si no le gusta la gente se ha equivocado de negocio. Es verdad que, en estos tiempos de pandemia, hay que apoyar a la hostelería, pero algun@s no...

Para mí, este restaurante en Mirasierra es una opción fantástica que siempre recomiendo. Cada vez que voy, noto que la gente pide mesa con ilusión, segura de que va a disfrutar de una experiencia gastronómica estupenda. Su ubicación es privilegiada y muy accesible, no cuesta nada encontrarlo. Lo que más me gusta es la amplitud de su carta; es tan variada que siempre te quedas con ganas de volver para probar algo nuevo. Son especialmente famosos por sus tapas, que son una auténtica delicia. En cuanto a los precios, los considero muy razonables; es un sitio perfecto para comer a diario sin que suponga un gasto excesivo, con un precio medio que ronda los veinte euros. Además, ofrecen diferentes formas de pago, lo que facilita mucho las cosas. Eso sí, yo siempre aconsejo reservar con antelación para evitar sorpresas, porque suele estar muy concurrido. El ambiente es otro de sus puntos fuertes: una decoración elegante que te hace sentir a gusto nada más entrar. Se nota que es un lugar donde se celebran muchas reuniones familiares, y esa energía se transmite, haciendo que la comida sea aún más agradable. Para terminar, creo que lo mejor es echar un vistazo a las fotos que publican en sus redes sociales; dan una idea real de lo que te espera y te entran unas ganas...

Creo que lo de hoy es una de las experiencias más horribles que hemos vivido en hosteleria. Hemos estado varias horas consumiendo cafés, refrescos… y me parece bastante vergonzoso que venga la encargada y nos invite a irnos por llevar “demasiado tiempo” con argumentos como “estar tanto tiempo no es normal en hostelería”. Hemos Estado varias horas en el local, 3/4h consumiendo, desayuno, refrescos… y sin ser la hora de comer, sin que las mesas esten reservadas o algo, sin haber gente esperando, sin que vayan a cerrar…con el local practicamente vacio. De verdad que me parece vergonzoso. Os quejais de que necesitais ayudas o que no va gente…, que si la gente tiene que consumir para mover el negocio… pues con argumentos asi, sinceramente poco os pasa. Lo siento mucho por los camareros que eran muy majos pero deberian DESPEDIR sin duda a esta mujer. De verdad que ha sido HORRIBLE… totalmente surrealista. Obviamente ni lo recomiendo ni se lo recomendaria a nadie… luego esta señora dirá que es mentira, pero desde luego vamos a contarte a todo el mundo esta horrorosa...