Después de dar un paseo con mi familia por el jardín Histórico del Capricho, nos vimos en la obligación de dar un alto en el camino debido a las altas temperaturas y con la necesidad de beber algo rápido y fresquito para reponer fuerzas. Aclaro que mi familia ese día constaba de dos señoras de 70 años y dos niños (una niña de 1 año y otro de 4). Al llegar, una chica jovencita, morena de pelo, nos atendió diciendo que sólo nos podíamos sentar en unas mesas con sillas altas en la zona exterior a lo que contestamos que, debido al agotamiento de las dos personas mayores y de los niños que venían conmigo, que por favor nos permitieran sentarnos en una mesa baja no sólo por comodidad, si no por dificultad para el descanso con niños tan pequeñitos y señoras mayores que buscaban descansar la espalda en una silla con respaldo. Prometíamos un refresco rápido, era tarde para los niños, y necesitábamos ir a casa lo antes posible. Su respuesta no fue sólo negativa sino que fue hostil y desagradable. Me faltaba decir que esto era sobre las ocho de la tarde, y que no había absolutamente nadie en el bar, ni dentro, ni fuera (adjunto foto como prueba). Al ver que intentábamos explicar nuestra situación a la camarera, su compañero Javier, se sumó a su negativa y con la misma actitud. Tajante, radical, grosero y sin dar pie a una explicación coherente, amable y educada al cliente dadas nuestras circunstancias en ese momento. Al cabo de unos minutos de tirantez y tratándonos como si no mereciéramos respeto Javier dice que bueno, que nos podíamos sentar en una mesa perdida al fondo, sin mantel, sucia y sin un mínimo de decencia. Por necesidad y obligación, aceptamos la mesa y nos sentamos a beber algo. Nuestra estancia duró no más de 20 minutos en los que no apareció absolutamente nadie. Ni a cenar, ni a tomar algo. Y yo me pregunto, Javier y compañera (de la que no recuerdo el nombre) ¿les hubiera gustado que alguien hubiera tratado así a sus madres, hijxs o sobrinxs ? Todos trabajamos ahí fuera y sabemos lo que son las reglas, pero ¿no es cierto que la amabilidad debe ser fundamental en el servicio al cliente antes que cualquier mesa con mantel o sin mantel? me pregunto! Aquel día se permitieron el lujo de tratar a una familia que sólo buscaba un poco de resguardo y descanso de una manera ofensiva sin ningún motivo, ni razón. Nos hubiera encantado haberles escuchado los motivos tan importantes que les impedían tratarnos con el respeto que nos merecíamos al ser igual que cualquier otro cliente que cruza la puerta de su restaurante si la educación hubiera sido su carta de presentación. Pero nos lo pusieron difícil. La amabilidad es el lenguaje que los sordos pueden oír y los ciegos pueden ver, pero en este restaurante me temo que es algo imposible. Gracias a ambos, un lugar para no volver y...
Read moreLa verdad es que viendo las otras reviews tan positivas me llevé una decepción, me esperaba mucho más. Este restaurante tiene sitios dentro y un patio exterior con dos pisos. Lo mejor es la ambientación, y poco más. Vinimos con reserva y aunque al momento de llegar estaba vacío, nos colocaron en la única mesa al que le estaba dando el sol. Aunque abrieron las sombrillas, el sol seguía dando en parte de la mesa y estaba la mesa y sillas ardiendo por haber estado el sol dándole toda la mañana. Cuando les dijimos que por favor nos cambiaran de mesa porque era insoportable (ayer hizo casi 30º) , la única solución que nos ofrecieron fue mover las sillas de dos de los comensales. En cualquier caso, en esa terraza hace un calor tremendo a pesar de los toldos, y esto en mayo, no quiero ni imaginar como es en julio o agosto. En cuanto a la carta, la variedad de platos deja bastante que desear, con pocas opciones y bastante caras, aunque al menos la comida es correcta, sin ser nada del otro mundo. La sepia que probamos estaba dura y la hamburguesa (única que tenían) estaba rica pero las patatas gajo estaban duras, probablemente por ser un corte enorme. En vez de poner muchas cortes pequeños, ponen literalmente 3 o 4 enormes. Pero lo peor sin duda fue el servicio, muy errático, dubitativo y lento. Además del asunto antes mencionado del sol y el toldo, al pedir una ración como plato para uno de nosotros (en vez de para compartir) casi cortocircuitan, diciendo que al ser plato único iba a tardar más (???). Al pedir la hamburguesa nos advirtieron que iba a tardar bastante porque se hacen a la brasa (???), pero al preguntar que más o menos cuánto se refería tuvieron que irse a preguntar (al jefe o a cocina supongo), durante 5 minutos, para luego volver a decirnos que serían unos 20 minutos. Además pedí la hamburguesa sin tomate y me la traen con tomate. Y luego tuvieron que traer la cuenta dos veces porque se les olvidó meter el agua, que por cierto era una botella que trajeron ya abierta, es decir rellenada, por el módico precio de 3,5€. En resumen, desde luego no volveremos, no merece nada la pena, caro, poca variedad y...
Read moreUna pena, han cambiado la gestión del restaurante y obviamente la carta. Ha pasado de ser un lugar cercano y de barrio a un sitio de postureo con una carta mediocre. Mucho nombrecito, pero la parrillada de verduras está hecha previamente y solo la calientan para servirla. Los escalopes del menú infantil nos lo sirvieron crudo y las patatas de guarnición son tan grandes que no son para que un niño las coma (ver fotos). El resto de platos tienen un nombre más largo que cantidad de comida viene en el plato. Y para más inri, ni siquiera tienen todos los platos de la carta. En definitiva, lugar demasiado pretencioso. He estado dos veces aquí recientemente (con los propietarios anteriores muchas más y encantado) y esta ha sido la última.
RESPUESTA AL PROPIETARIO: No sabía que fuera necesario consumir mucho para recibir un mejor cuidado en el plato pedido, gracias, os define muy bien. Aunque creo que no es de vuestra incumbencia, esos 4 (no 5) adultos ya habíamos cenado previamente y hemos acompañado al resto del grupo e intentado que el niño cenara. Creo que si tenéis un límite mínimo de consumición para mejorar la atención en las comandas, lo deberíais indicar. Obviamente mi opinión está fundamentada en alguna visita anterior, donde tuve oportunidad de "deleitarme" con la frescura de vuestros platos y de la gran cantidad de visitas realizadas con la anterior gestión, cuando, por cierto, un domingo de verano, tenía muchísima más gente (lo mismo no soy el único que ha decidido no volver). Mi consideración con el escalope es la de un padre al que no le parece normal que a un niño le presenten carne casi cruda, así que el valor que le puedas dar o no me da exactamente igual. Por cierto, de la atención recibida no he dicho nada porque no ha sido mala en ningún momento, el problema no lo tenéis en el servicio sino en buscar impertinencia donde no la hay, justificación de mi crítica en lo económico y no veis más allá de las amplias definiciones de los platos en vuestra carta que "cohiben" a vuestros ex-clientes (esto último es sarcasmo, por si...
Read more