Reserve por mi cumpleaños con bastante tiempo de antelación porque éramos muchas personas. Específicamente porque son de los pocos Kagura que tienen ramen sin gluten. Al llegar y revisar la carta vi que la opción de fideos sin gluten lo habían colocado como no disponible. Lo hablé en la barra y la respuesta literal fue "lo pone en la web". Pero cuando yo reserve y llame si estaba la opción. Pregunté por opciones ya que tenían platos de arroz y respondieron que no tenían nada más, solo unos pequeños rolls de sushi de aguacate y edamames que de paso de sushi solo quedaba una porción que estaba en la barra. Sin más opción pedimos que los reservaran para nuestra mesa ya que por obviedad en todo este asunto había una persona celíaca.

Durante el servicio nos atendieron de forma fatal con todo el ruido que había la camarera nos hablaba desde la otra punta de la mesa en un tono de voz bastante bajo y no se escuchaba nada de lo que decía, tuve que pedirle que se acercará.

A la hora de traernos los pedidos desde las bebidas, tapas y plato principal todo fatal. Parecía que estaban atendiendo un comedor. Dejaban todo en la punta de la mesa y teníamos que pasárnoslo nosotros mismo. Vamos que un poco más y termino yo en la cocina haciendo el ramen.

En mi caso pedí específicamente Ramen de 400 gr. En toda la mesa de 10 que éramos solo dos pedimos esa porción y justo en el mío se equivocaron y me trajeron un ramen de 200 gr. Se lo reclamé a la camarera y literalmente me hecharon 100 gramos más en el mismo tazon y me lo han querido colar como ramen de 400 gr. En comparación mi plato en cuanto a cantidad y peso no tenía nada que ver con el otro que teníamos en la mesa. Como ya la noche iba bastante mal y no quería arruinarmela decidí no discutir.

La falta de atención y el poco detalle de los camareros era increíble. La chica que era celíaca estaba sentada en la punta de la mesa. Le sirvieron una salsa de soja cuando la soja tiene gluten. Se lo comento al camarero y al no haber seguridad de que la soja no tuviera gluten o no estuviera contaminada prefierio no tocarla.

Ya en este punto estaba clarísimo que había una persona celíaca en la mesa. Pedimos postre e increíblemente le traen su helado con una galleta ¿Que parte de que era celíaca no se entendía? Es que vamos no son ni la sombra de lo que eran cuando abrieron.

La atención fatal incluso el sabor del propio ramen a bajado la calidad al punto que ni siquiera pude tomarme el caldo cuando normalmente no dejo nada en el tazón.

No se quién estará a cargo ahora, pero sea quien sea me ha dado motivos para no volver.