Vaya por delante que no pretendo ni hablar mal de nadie ni criticar por el mero hecho de hacerlo, pero es que uno ya peina canas en esto de tomar cervezas, y me toca las narices cuando pretenden tomarme el pelo. Como digo, llevo mucho tiempo tomando cervezas, y debo reconocer que, puesto que soy natural de un sitio donde ponen tapa con la bebida, me chiflan los lugares donde hacen lo mismo. El lunes 21 sobre las 16 horas, cuando todavía había gente en la terraza, entré a tomar una cerveza al Stilo Costa de Motril, y me atendió, de los tres camareros que estaban, un muchacho educado con un poco de perilla canosa, Educado, amable, sin más. Elegí la tapa con la bebida. Hasta ahí todo bien. El problema es que me dio por tomar otra cerveza, y me atendió una señora de pelo corto, piel morena, la única mujer que estaba atendiendo en la barra. Le pregunté si podía tomarme otra, dado que vi que estaban empezando a barrer, y me dijo que sí, sin ningún otro comentario más. Lo sorprendente es que cuando iba a decirle qué tapa quería, empezó a hacerse la "longuis", a esquivar mi mirada, a hacer como que no me veía, vamos que me volví invisible para ella. Cuando decido pedirle la tapa a otro compañero suyo, me atiende un muchacho joven con barba, y me dice que la cocina está ya cerrada. Cuando le digo que le he preguntado a su compañera si me podía tomar otra, y que me podía haber dicho que la cocina estaba cerrada, dice, socarronamente, que cervezas puedo tomarme las que quiera, pero sin tapa. Le respondo que para tomar cerveza sin tapa me puedo ir a Málaga o a Huelva, que las conozco, y van de ese rollo, pero que si estoy en Granada (y provincia), espero una tapa con la bebida, que para eso la cobran más cara que en todos los demás sitios de Andalucía (y hablo con conocimiento de causa, porque en Huelva la cerveza sin tapa cuesta 2 euros, mientras que en Granada te llega a 3 o 3.2 euros). En fin, que la señora que me dijo que podía tomar otra ronda y luego hacía como si no existiera, podía haber escogido decirme entre varias cosas: que ya no había tapa, o podía ponerme ponerme una tapa fría, como hacen en muchos sitios cuando la hora se va haciendo tarde y han cerrado la cocina. Cualquier cosa menos chotearse de mí, porque yo no le falté al respeto a nadie, ni lo suelo hacer nunca. Así que, si quieren mi opinión, vayan a cualquiera de los otros bares de Motril, que hay muchos y muy variados, y prescindan de visitar este sitio, que brilla por su nula educación y total falta de profesionalidad. Y les hablo con conocimiento, porque en el Ramblero, en el Almoguera o en el Trevélez, por citar algunos, te atienden de lujo y no te...
Read moreMuy mal recomendados a la hora de pedir. Éramos 2 adultos y 2 niños, vimos el menú para nosotros y preguntamos si tenían algo para niños. Nos dicen que no, cosa que se entiende. Preguntamos si podíamos pedir media de croquetas y nos dicen que tampoco, que tiene que ser entera, que viene con ensalada, pero que podemos pedir una rancioncilla de patatas fritas a parte.
De verdad si veis a alguien con 2 niños pequeños, no recomendéis eso porque con la ración patatas y las croquetas casi hubiéramos comido los 4.
Además si veis que no somos de Motril, pues oye, explicarnos cómo va el tema de las tapas, de las raciones, porque a lo mejor nos hubiera convenido pedir otra cosa. En fin, que nos sobraron los 2 segundos del menú y los tuvimos que pedir para llevar.
La cocina es desesperantemente lenta. Nos sentamos a las 13:00 y salimos a las 14:45. Esto porque nos levantamos de la mesa a pedir la cuenta, que si no, todavía estamos allí.
Para terminar, la comida no era nada del otro mundo: Patatas congelas, aceitosas y fritas en un aceite poco limpio porque traían restos de rebozado. Las coquetas más bien tirando a quemado y servidas en una fuente de ensalada que no cabía en la mesa, completamente innecesario. la parrillada de verduras de primero en el menú ridícula, en comparación con la ensalada mixta también del menú, con la que podrían comer un caballo. los segundos, pues a lo mejor esta noche si nos los comemos los comento, pero no llegamos a verlos.
Muy mala experiencia, la comida en nuestro caso para nada ha tenido la calidad que se presuponía por los comentarios y como consecuencia, seguro que no repetimos aquí, porque si se aconseja así a los clientes, no vuelven.
A favor la amabilidad de los camarer@s, de eso no nos quejamos, pero el...
Read moreLa experiencia no pudo ser peor. Estuvimos un grupo de cinco personas a tomarnos unas cervezas después de asistir a un evento en el teatro Calderón. Al llegar estaban todas las mesas de dentro ocupadas, pero al poco, se quedó libre una de ellas, que además nos venía perfecta para el grupo. Se acercó un camarero y le dijimos lo que queríamos tomar. Hasta ahí, normal... Pero, a partir de ahí, todo fue a peor. El camarero pasaba delante de nuestra mesa atendiendo a otras personas que habían llegado después de nosotros, y no caso. Cuando llevábamos casi un cuarto de hora esperando, una amiga le llamó la atención diciéndole que cuando nos iba a traer las cervezas, y el individuo nos miró, se rió y nos dijo que si no nos parecía bien esperar, que nos fuéramos. (lo de que nos fuéramos lo hizo con un gesto de las manos). Nos quedamos de piedra, y no supimos reaccionar. Y allí estuvimos hasta que nos las trajo. En ese momento, la amiga que lo había interpelado le comentó que no le había gustado nada el tratamiento que nos había dado antes. Se hizo de nuevas y negó en rotundo que hubiera hecho eso. Cuando los demás de la mesa empezamos a decirle que era cierto lo que decía ella, nos dijo que allí estaban las cámaras y que podíamos verlas si queríamos para demostrar que él tenía razón. Le dijimos que siiii. Pero no hubo nada de eso. Lo que pasó fue que ya no se acercó más a nuestra mesa y que también puso en contra a los otros camareros y tardaron en traernos la tapa otro cuarto de hora. Así que... Defraudados totalmente con la atención al cliente, sobre todo éste señor, por decir algo, que no tiene derecho a ser...
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