The Nomad Street Food — Restaurant in Ontinyent

Es un sitio agradable para picar algo, pequeño y algo escondido, pero agradable con una terraza que da a un parque y decorado de forma muy original. La comida bien, pero sin motivo para volver. La carta me pareció muy corta ya que los tacos solo los sirven jueves, así que quedaban relativamente pocas opciones. El pollo nosequé (con un rebozado especiado y salsa) estaba brutal y la ración de tamaño correcto para picar varios trozos cada uno entre dos adultos y dos niños. El ceviche sin embargo era una cucharita por persona y tremendamente flojo. Le faltaba sabor, picante, acidez, sal, leche de tigre y por supuesto cantidad. Estaba bien elaborado, pero yo le daría una vuelta importante.

El sushi estaba bueno, pero nada memorable, como lo has comido en mil sitios en los últimos años.

Ah, pedimos unos nachos también para empezar, estaban correctos y abundantes, pero no es más que un snack llenapanzas que no hubiera pedido si en la carta me hubiera llamado la atención algo más. El ramen posiblemente estaba bueno, pero es un plato complicado de compartir y por eso no lo pedimos.

El postre, un gofre con forma de pez japones y helado estaba rico, un postre para golosos que a los niños les gustó.

En definitiva un modelo extraño de restaurante, donde venden "street food" pero sirven fusión y en un bistró. Cocinan bien y eso se ve en algunos detalles, espero que den con las teclas que les faltan. Con 3 cervezas, dos aguas y un cortado fueron 79 eur si no me equivoco.

Me quedé con ganas de sabores intensos, de esos tacos que no servían por ser sábado, un salteado potente, unas focaccias tipo pizza, unas gyozas, unos pintxos... Esas cosas que he comido de forma informal viajando por ahí y que identifico como comida callejera, sabrosa, especiada y que te une para siempre a ese lugar.

Aunque puede que sea yo el que no entendió...

Hace tiempo que queríamos ir pero al yo ser vegana simpre encuentro muchas dificultades y no siempre me gusta arriegasrme a confiar en un “si, podemos adaptar platos para que sean aptos para veganos” pues es fácil llevarse una sorpresa negativa. En este caso nos dijeron qe si avisábamos con antelación podrían preparar un menú para mi y al final nos decidimos a ir y estoy muy feliz del resultado.

Fueron tres platos mas postre:

Tartar de tomate valenciano con miso blanco, crujiente de boniato y licuado de pepino.

Uramaki (sushi) con humus de garrafón.

Tres hojas de nashu dengaku ( berenjena japonesa) y crujiente de maiz dorado. (este fue mi favorito, y también gustó muchísimo a las personas no veganas que lo probaron).

-Sticky rice de coco, base de galleta y toppings de naranja y chocolate.

Eran platos muy bien construidos y muy bien pensados además de elaborados, y con muy buena presentación y atención al detalle, en los que no sentías que les faltase nada porque no eran platos a los que sencillamente les han restado los ingredientes de origen animal sino que han sido pensados como veganos.

Se notaba que los cocineros sienten pasión por lo que hacen y que les gusta aprender y crecer y no dejar de superarse y eso dio como resultado una comida buenísima y una maravillosa atención.

Destaco y agradezco mucho las molestias que se tomaron los cocineros tanto en diseñar y crear el menú como luego en presentarmelo plato por plato personalmente, ya que no tenían por que hacerlo y parecieron hacerlo con gusto.

En resumen: una muy buena comida, una muy buena atención, un buen servicio y buen ambiente; Siempre y cuando me den la opción,...

Todo lo que he probado, muy bueno. Servicio pelín lento pero muy recomendable. Original y sabroso. A falta de la cuenta, sin duda volveré. Ah, muy recomendable la "causa limeña" . Y los postres.....huuuummm. He vuelto y además con el reto de un menú vegano y han superado notablemente nuestras expectativas. Se nota que Miguel y Vicent son gente curiosa y con afán de superación. Algo diferente y digno de mención. RECOMENDABLE. Esto es la "caña de España"!! He probado las nuevas incorporaciones en la carta y es tremendo!!! En mi opinión, no dejan nunca de sorprender este duo (Miguel y Vicent) con la fusión y la imaginación con sus platos. Sabores sorprendentes. Es para cogerse la carta y empezar desde el principio a saborear platos. Es un juego de sensaciones y sabores. Algo diferente, un viaje gustativo sin moverse del asiento. Sigue siendo...