Hoy he vivido una situación en este local que no hubiera imaginado nunca. Antes he de decir que es un local en el que paramos habitualmente tanto con familia como con amigos y siempre me he sentido muy a gusto. Sin embargo hoy hemos vivido una experiencia tan desagradable que no sólo implicará que lo tache de mis destinos sino que supondrá también que lo desaconseje a quienquiera que me pregunte. Llegué con mi marido a tomar el aperitivo a mediodía y el personal del local me informó de unas mesas que tendría que dejar libres a partir de una hora determinada, y la posibilidad de ocupar otras que se encontraban libres y de las que podría disponer sin limitación de horario. Optamos por esta segunda ya que íbamos sin prisa. Y así fue, se sumaron a nosotros mis cuñados y disfrutamos de unas cañas muy a gusto hasta que, para sorpresa nuestra, nos dejaron una nota en la mesa indicando que la mesa estaba reservada para las 15:15, sin darnos opción a ninguna respuesta (la persona que vino a colocar la nota de la reserva, la dejó y se fue de inmediato, sin que nos diera tiempo a abrir la boca). Y lo que no deseábamos ocurrió. A las 15:30 llegaron las personas que tenían la mesa reservada a decirnos que la estábamos ocupando a pesar de que estaba reservada. Esto generó una situación bastante incómoda, ya que como quise explicar, el problema no era de los clientes sino del local que había comprometido una mesa a dos clientes diferentes. De por sí, esta situación era muy desagradable, ya que, como clienta, entiendo que no debería explicar a otro cliente porqué estoy ocupando una mesa.... Ante la desagradable situación vino el encargado del local, el cual, en lugar de asumir un error por su parte, enfrentó a las dos partes. Esto fue algo que no me esperaba. Puedo entender que cometieran un error, pero no que enfrenten a dos clientes en lugar de asumirlo y tratar de buscar una solución. Conclusión: la mesa quedó vacía, ya que ambas partes entendimos que la respuesta del local estaba muy lejos de ser la esperada. En ningún caso procede que dos clientes disputen por una mesa que el local organiza. Qué respuesta tan penosa. Jamás me lo hubiera esperado de un sitio como este. Y lo que más me apena es que tendré que dejar de consumir en este local, en el que me sentía a gusto, por que no han sabido resolver...
Read moreUn descubrimiento muy agradable. Entras en un local muy luminoso y acogedor desde una amplia terraza en una zona céntrica de Oviedo. La decoración es genial,un paseo por el recuerdo de aquellos bares tienda de antaño. El trato y servicio escepcional. Con reserva llegamos 15 minutos antes con la intención de ojear el ambiente y confirmando nuestra hora de reserva y dispuestos a hacer tiempo como es lógico pedimos vermut de la casa,muy rico pero no dio tiempo a terminarlo porque nos pasaron a mesa rapidísimo. La carta no es exagerada en cantidad de platos,pero si variada. Yo tenía en mente mejillones 3 salsas para compartir y verdinas con pulpo y langostinos para mi . Los platos buenísimos tanto en calidad como en cantidad. No es para fartones pero si para no salir con hambre. La salsa de cebolla de los mejillones fue un milagro porque no soy fan de la cebolla y se obró el milagro,me encantó. La picante no defrauda y la otra no la probé por mis manías con el pimiento y la cebolla, pero me han dicho que al mismo nivel de las otras . Las verdinas deliciosas,pulpo en su punto,un fondo bestial de sabor... Y los postres al igual que el resto de la carta pocos pero de calidad . Couland y helado , muy correcto. Los helados artesanos muy potentes de sabor . La carta de vinos una pasada y muy variada,digna de mención por variedad y calidad de los caldos. Fuera de carta callos muy buenos y con la opción de poner el picante a gusto,un detalle,por supuesto pequeñinos,pegajosinos y si quieres picantinos...con patatas aparte . Pan muy bueno y en general volveré porque quiero probar toda la carta. Un agradable descubrimiento. La cuenta según lo previsto acorde con la calidad y cantidad...
Read moreImprovisación en el periodo de navidades en Oviedo. Se me ocurre que podemos acercarnos al Bar Tienda de Mariluz a donde he mandado en el último año a un par de personas a comer y al que llevo años (muchos muchos) sin ir.
Está hasta arriba y el día no está demasiado agradable para quedarnos en algún hueco de la terraza (que tampoco es que hubiese muchos) así que tenemos que esperar una media hora larga, que nos vamos a tomar un vino a otro bar.
El local es muy agradable, mantiene el punto de bar-tienda que tiene en el nombre, el clásico ultramarinos.
La carta tiene el tamaño perfecto con un poquito de todo: embutidos, quesos (ojo variedad y pinta), guisos, ensaladas, carne, entrantes, postres... Y todo especial, no la típica carta que tiene lo mismo que en otros 300 sitios.
A compartir:
• Mejillones tres salsas. Ricos, sabrosos. La brava pica, la de tomate es demasiado dulce (me recuerda a la típica salsa de manzana del redondo de ternera que se comía alguna vez en navidades en mi casa) y la vinagreta está buena, aunque es la que se queda corta con el formato servir en el mejillón.
• Tortilla encebollada con kimchi y txangurro. Tipo tortilla vaga, pero medio cerrada. Para mí gusto el dulzor de la cebolla es un poquito de más, el kimchi y el txangurro le dan un punto ganador total.
• Puerros baby con salsa romescu. Ricos los puerros, rico el romescu. Los calçots de no temporada y restaurante.
De postre un poco de queso que nos puso ojitos al entrar al local. Delicioso Taleggio.
Nos quedamos perfectas de cantidad, además sin pesadez posterior. Super agradables todos con los que tuvimos trato. Merece la...
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