Restaurante El Mirador

Decepción en el Mirador. Éramos tres comensales más una amiga que ya había comido pero que venía con nosotros para después de la comida visitar las iglesias del prerrománico. Tras pedir tres menús, he pedido a la camarera que por favor nos trajera otro vaso para mi amiga que quería beber un poco de agua. La respuesta nos ha sorprendido, nos ha dicho que solo podía traer a la mesa los vasos que corresponden con los menús servidos. Los menús de 18 euros son sencillos y mala calidad. En la ensalada los langostinos blandos y el pulpo duro, los escalopines al Roquefort tiernos pero con un basto empanado. No volveré a este restaurante que además de mala calidad mal servicio.