Una experiencia vergonzosa. Reservamos para comer el pasado 30 de junio, llamando por teléfono con antelación y confirmando el día anterior. En ambas llamadas, Indicamos que la visita la haríamos con un bebé de 1 mes, y que llevaríamos un carrito. En ningún momento se nos advirtió de nada, y al llegar a Patones, nos enteramos de que es necesario dejar abajo el coche y subir andando o en minibus de pago. Llamamos al restaurante sobre las 13.45h para preguntar sobre esto y decirles que hubiera estado bien habernos avisado, y nos dicen que se les olvidó y que podemos cancelar la reserva, que teníamos para las 14.30h. Indicamos que no tenemos dónde ir a esas horas, aparcamos el coche y subimos en minibus (bebé y carrito incluidos). Ya arriba, estuvimos casi 1h buscando el restaurante e intentando llegar cuesta arriba con un carrito de bebé y un calor horrible. Llegamos sobre las 15.15h finalmente, y nos recibe el dueño, el personaje más impertinente que nos ha atendido jamás. Le miramos con cara de "anda que avisáis habiendo indicado que venimos con bebé", pero le decimos amablemente que no pasa nada, que venimos a comer bien y listo, que necesitamos sentarnos ya. El hombre, nervioso y medio borracho (si no lo estaba entero), nos comienza a hablar mal diciendo que las quejas las pongamos al ayuntamiento, y que habiendo llegado tarde tenemos que esperar a los comensales que están antes. Le pedimos que nos siente en la mesa, e intenta que nos vayamos del local, diciendo que la cocina es pequeña y que él no quiere "quejas". Le pedimos de nuevo que nos siente en una mesa, ya era tarde y nuestro bebé necesitaba comer. Y nos sube a regañadientes al piso de arriba, de muy malas formas y sin ayudar a subir unos 30 escalones empinados con el carrito del bebé. Arriba, encontramos un comedor a rebosar y apestando a humo de carne, donde evidentemente no podíamos estar con un bebé tan pequeño. El hombre desaparece y nos deja ahí "tirados", momento en el que decidimos irnos y no dejar ni un euro a este maleducado. Una camarera muy amable nos intenta ayudar, pedimos que nos abran por arriba para no tener que bajar el carrito de nuevo, y este señor se niega a hacerlo y le dice que no nos abra. Bajamos finalmente y, antes de salir, aparece de nuevo diciendo que no quiere quejas. Impertinente, maleducado, nos va siguiendo hasta la puerta, donde había varios clientes esperando para entrar. Le pedimos que nos deje de seguir y de hablar. Fue una situación vergonzosa e inadmisible. Jamás hemos vivido algo igual, menos con un bebé de 1 mes en brazos. Dijimos que nos queríamos marchar y no paró de "acosarnos" hasta que tuve que gritarle delante de todo el mundo que dejara de hablarnos y de seguirnos. Ni las vistas ni la comida merecen un trato semejante. Fue verdaderamente indignante. En Patones hay restaurantes con un trato y una atención infinitamente mejores, como, por suerte, pudimos comprobar en El Rincón de Patones. Comimos de 10 y nos trataron como reyes, aún llegando sin reserva y tarde después del...
Read moreLa terraza y el ambiente invitan a una relajación que pronto desaparece. Las patatas revolconas y el cachopo están deliciosos, las cosas como son y los camareros simpatiquísimos y amables. La cosa se complica con las carnes. Tras pedir un entrecot al punto, trajeron una pieza casi fría y ya pasada, reseca, propio de haber sido retirado a algún comensal y haber estado de nuevo en la cocina esperando una nueva oportunidad. Tras la primera queja lo retiran con mucha cortesía, y tras las disculpas vuelven con otro todavía peor. Es ahí cuando reconocen la faena y se sinceran obviando que deben dar salida al producto, y que si quiero uno reciente debo esperar. Y ahora bien. ¿Quién no va a comer carne y es consciente de la espera que supone preparar la carne como es debido? Tras el estupor y la vergüenza de tener que pedir un tercer intento, ahora ya sí me traen una carne riquísima, en un punto exquisito. La línea que separa entre hacer las cosas bien y hacerlas mal es tan fina, que un restaurante que se debe a su precioso pueblo en el que 90% de su economía procede del turismo de fin de semana, deberían cuidar esos detalles por el bien de la comunidad. A Patones volveremos, de los pueblos más bonitos de Madrid.
Pd. Insisto, unas patatas y un cachopo exquisitos,...
Read moreA beautiful restaurant with great views, feels very rustic. Went here to drink a pint after a long day of walking through the surroundings and Patones, so it was a nice ending of the day. The waiter, despite being friendly, was pretty difficult wen I wanted to pay with card (it´s 2021…) In short: Amazing view, friendly staff, and don´t take paying with card for...
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