Restaurante Asador La Compuerta — Restaurant in Pinos Genil

I travelled to Spain to visit my family back in December 2019 and we went for dinner to La Compuerta on my last day in Granada. I was intrigued by this place when my cousin said it was not the typical spanish restaurant, but I didn’t think I would be as pleased

First of all, being a late evening in December it was bloody dark, but Pinos Genil’ scenery is magnificent. Think of swans by the river, weeping willows and rocky roads. Like out of a movie!

We sat at a big table inside because it was freezing cold, but I could see myself comfortably seating at the bar on a busy weekend night, enjoying one of the delicious wine bottles the restaurant has to offer. We were served by the owner (and chef!) Mario, a rather quiet gentleman that was happy to share details of the origin and making of the plates he created for his menu.

The first dish we had was a complimentary pastry puff starter - unexpected and delicious! We moved on to my cousin’s favourite - tomato, avocado, mozzarella and bonito salad. It was so good and so fresh, we ordered a second serve! My mum was intrigued by the Falso Maki on the menu (don’t be fooled, mum does not know japanese, she just liked the name of the dish) so the owner pulled out one of them for us to try it. The combination of ingredients, flavours and texture was unreal - and presentation was spot on! Anchovies, cheese and pickled vegetables wrapped in the thinnest tomato slices, topped with cheese bubbles (Mario’s got a name for that but too technical for me).

For mains we shared croquetas and the steak tartare. Croquetas were really good in flavour (we had both the pear and spinach and the chicken ones) but they are a rather heavy dish that I didn’t thoroughly enjoyed. The steak tartare was AMAZING. We actually finished the tartare so quickly I didn’t have a chance to take a photo.

And it was finally time for dessert. I had been craving tiramisu the entire trip so that’s what I ordered. My cousin and brother decided to share the cheesecake. Oh boy. That cheesecake was heaven. HEAVEN. Don’t get me wrong, the tiramisu was great, it had a nice crunchy texture in the middle and the right amount of liquor but the cheesecake. Do not leave without a piece of the cheesecake. We also had a mille feuille presented incredibly cute, that I cannot comment on because I was completely full by that point. But even the digestive we had was delicious.

I cannot recommend this place more. Bravo Mario, I’ll definitely be back.

DATE OF VISIT: December 2019 Review originally posted in a...

Es la 4 vez que voy y este restaurante no hace más que mejorar.

(+) La comida es un espectáculo, sabores intensos y diferentes a los restaurantes habituales. Platos coloridos, bien presentados y generalmente generosos.

(+) La atención y el servicio esta última vez ha sido impecable. La encargada amable, ofreciendo información, claridad y recomendaciones tanto en contenido como en cantidad. Los camareros, educados, discretos y muy eficientes; que combina perfectamente con su juventud (quiero resaltar esto porque muchas veces se asocia la juventud con la inexperiencia o las malas formas, y para nada es así, ni es el caso)

(+) Me gusta que la carta sea limitada, cuanto menos se ofrece mejor sale lo que sí se ofrece. La especialidad es la brasa y el rey de la carta, el cachopo, exquisito (solo en horario de medio día)

(+) El entorno es inmejorable, junto al río. Lo hace un sitio especial en verano porque hace unos 7 grados menos que en la capital, y es un refugio.

(+) Alrededor hay otros restaurantes, típicos, casi míticos diría, y este ha encontrado la forma de diferenciarse, y eso siempre se agradece y se valora.

(-) Se ofrecen pocas opciones vegetarianas, esto es común a muchos restaurantes hoy por hoy, y me cuesta entenderlo ya que es algo que cada día está más demandado. Entiendo que el enfoque es brasa, pero dentro de los grupos de personas, casi siempre hay alguien que es vegetariano/vegano, y no puede comer prácticamente nada. Es cierto que no solicitamos ninguna adaptación, con lo cual, tampoco sé si ofrecen otra versión de los platos, pero más allá de esta opción, me gustaría que pronto, en los restaurantes, no hubiera que preguntar por la opciones vegetarianas porque ya se ofrezcan de manera anticipada en las cartas.

(-) El precio. Es bastante caro. Más si se compara con las opciones de alrededor. Es verdad que la diferenciación y la originalidad se pagan, pero tan cara...? Creo que el equilibrio no está conseguido. De hecho, ho iría mucho más frecuentemente si esto fuera de otra manera. Actualmente, solo puedo ir muy de vez en cuando.

(+/-) Aunque hay aparcamiento gratuito y amplio, está lejos. Tenlo en cuenta si vas con personas con movilidad reducida. Recomiendo que esas personas se queden justo a la altura del 1er puente y el conductor continúe hacia el parking.

En resumen, UNA GRAN OPCIÓN, SIEMPRE, PARA SABOREAR DIFERENTE, Y EN VERANO, SOBRETODO, POR EL ENTORNO EN EL EXTERIOR.

Muchas gracias por...

Magnífica ubicación, para cualquier estación, la de este restaurante. Es cuestión de ir más o menos abrigado. Se puede llegar en coche, pues hay un amplio aparcamiento casi al lado, o programar una excursión por la zona y terminar comiendo allí tras saciar parte de la sed en la fuente de la plaza, comprar unas buenas morcillas y otros embutidos, un excelente pan y bollería, frutas, etc. en los distintos establecimientos del pueblo que te reciben abiertos incluso los domingos. A la hora de pedir en el restaurante, cuidado con no pasarse, pues los platos son generosos, aunque siempre tienes la opción de llevarte lo que te sobre en recipientes de aluminio que ellos mismos te facilitan. Fuimos en domingo y estaban a tope. Calculo entre 100 y 120 comensales. Te atienden rápido para la primera consumición si bien no te sirven ni unas aceitunitas de bienvenida. No obstante, el entrante no se hizo esperar demasiado. Nos pedimos uno de sus platos estrella: el "Falso Maki". Plato muy contundente (menos mal que era para compartir entre cuatro) y con ingredientes variados y originales (aguacate, mango, salmón, bolitas de queso, etc.). A mí no me entusiasmó por el hecho de llevar algo que se ha puesto de moda últimamente y que no es sino maíz tostado (quicos) triturado. Pero, para gustos, colores. La pata de pulpo excelente. Muy bien elaborada y con dos variedadades de parmentier. Las chuletillas de cordero demasiado chamuscadas y, aunque se anuncian como lechal, como mucho, recental. Venían acompañadas de unas patatas hechas, yo diría que al horno, muy bien aderezadas y exquisitas. Lo que más nos gustó fue, sin lugar a dudas, el cachopo. El mejor que he comido en Granada. Muy bien elaborado, con un queso muy bueno y acompañado también de unas excelentes patatas alargadas y gruesas muy bien condimentadas y nada aceitosas. Plato también muy contundente. Los postres (tarta de queso y brownie) muy bien presentados pero algo más dulzones de la cuenta. La atención fue muy ágil, correcta y agradable. Se echa en falta algún camarero más para atender tantas mesas si bien los que había se esforzaban y esmeraban al máximo. La cocina sí que debe estar bien dimensionada, pues la espera entre platos fue la normal. Buen sitio para repetir y seguir probando otras especialidades que se nos quedaron...