Restaurante Princesa de Eboli — Restaurant in Pinto

Celebramos un evento familiar en el que éramos 22 personas. Reservamos una sala para nosotros y por esa parte muy bien, el espacio y la atención bien, pero la comida me pareció cara para lo que nos dieron. Para empezar un menú en el que había que elegir todo de antemano. Tres entrantes a compartir que no estaban mal, salvando que uno de ellos era unos huevos rotos con patatas, gulas y gambas de cristal, donde no había gambar. Al decirlo nos traen unos platitos con gambitas de cristal, una vez ya se habían comido esos platos diciendo que al chef se le habían olvidado. ¿CÓMO???? El segundo a elegir entre dos carnes y dos pescados, pero para todos el mismo. La carne elegida fue solomillo ibérico (según me dijeron muy hecho y seco, así que igual que el pescado, que era lubina pero estaba pasada de cocción y con mucha salsa por encima, lo que hace que ni siquiera puedas saborear el pescado) el postre resulta que pensábamos que elegiríamos entre los dos que venían en el menú, y resulta que no, que el mismo para todos, un milhojas en la que el hojaldre estaba bien empapado, de forma que no se podía ni partir. En definitiva, 45€ menú y no quedamos contentos. Encima nos dicen que si queremos café hay que pagarlos a parte. Finalmente, no nos cobraron los cafés, lo cual agradezco pero vamos, yo desde luego, no vuelvo. y el menú infantil 25€ por unos fritos, diciéndonos previamente que si los niños no pedían menú (había uno de 3 y otro de 5 años) no tendrían asiento...Lógicamente el de 3 no se comió todo (calamares, pollo empanado y croquetas) Definitivamente, se aprovechan de...

Para lo que ofrecieron fue caro y muy escaso. Tuve una comida de empresa por Navidad. Elegimos tipo cóctel. Los platos estaban buenos (sin ser ninguna maravilla) pero muchos de los ellos no llegaron ni para todos los que éramos. Tampoco había opción de repetir porque, al no llegar ni para todos, evidentemente ni sobraban de la gran mayoría. Pasó también varias veces que fuimos a por bebida en el puesto que había en la sala, pero no había nadie para servir. Yo la verdad que me quedé con hambre y, para haber pagado 50€, al menos creo que deberíamos haber podido probar todos los asistentes todos los platos y no habernos quedado con hambre. Muy caro para lo que fue, tanto calidad como cantidad. Por otro lado, sí ofrecían comida tanto vegetariana como para celíacos, lo cual estaba muy bien. No la probé, luego aquí no puedo opinar...

No esperábamos grandes cosas de un restaurante de hotel y finalmente tenemos que reconocer que el nivel de la cena fue alto. Muy bien de punto y sabor del mero a la brasa con velouté cítrica de cava rosado y piña caramelizada. Lo mismo se puede aplicar a la presa lacada con praliné de almendras, crema de turrón y soja, boletus y espuma tibia de patatas al azafrán. Muy buena.

Los postres también rallaron a muy buen nivel como la cúpula de chocolate rellena de torrija clásica y emulsión de toffee, realmente sabrosa. También el Lemon Pie: pastel de galleta sablé con crema de limón y merengue italiano, como para repetir.

Buen nivel del personal de servicio.

Lástima de solo 2 mesas para un viernes...